Un jabal¨ª de Alicante y una se?ora de Cuenca

Como se suele decir en estos casos, el titular parec¨ªa de El Mundo Today: ¡°Un jabal¨ª sale del mar en Alicante y muerde a una mujer de Cuenca que estaba tomando el sol¡±. Casi parece que sea la quinta versi¨®n de la historia, despu¨¦s de haber retocado y a?adido detalles que la hicieran m¨¢s inveros¨ªmil y graciosa. Pero ocurri¨® de verdad: la agencia Efe cuenta que la mujer fue atendida de una mordedura en una playa de L¡¯Alf¨¤s del Pi. Eldiario.es a?ade detalles importantes: la se?ora est¨¢ bien y se lo tom¨® a broma, y el jabal¨ª se larg¨® corriendo por un camping cercano, donde no caus¨® da?os. Hay v¨ªdeo de la huida:

Tanto la mujer como el jabal¨ª estaban haciendo lo mismo en la playa: aprovechar el buen tiempo para darse un ba?o y tomar el sol. Pero, aun as¨ª, la noticia caus¨® una sorpresa considerable y comprensible. Hab¨ªa tuiteros, como @Critheann, que imaginaban que el animal en realidad se estaba vengando de un atropello, al estilo de las pel¨ªculas de Liam Neeson (o en un claro homenaje a S¨¦ lo que hicisteis el ¨²ltimo verano), y otros, como @cronicasdeckard, dise?aban carteles como el de Tibur¨®n, pero con la cabeza, tambi¨¦n peligrosa, de un jabal¨ª.

Las incursiones de jabal¨ªes en zonas pobladas no son raras: hace unas semanas, el Ayuntamiento de Barcelona anunci¨® un plan para contener sus paseos por la ciudad, que se han multiplicado desde el confinamiento. De Barcelona es otro titular que rescata la periodista Luc¨ªa Taboada y que, como ella misma dice, unificaba ¡°las dos noticias del fin de semana: ¡®Shakira se enfrenta a dos jabal¨ªes que se llevan su bolso en el bosque¡±.

Esto puede parecer una an¨¦cdota y¡­ bueno, lo es. Pero tambi¨¦n supone un buen ejemplo de c¨®mo funcionan las redes y de por qu¨¦ asuntos m¨¢s o menos anecd¨®ticos se convierten en material de conversaci¨®n y para hacer chistes.

Jonah Berger, profesor de la Universidad de Pensilvania, explica en su libro Contagioso que las emociones que nos impulsan a compartir contenidos en internet est¨¢n ligadas al asombro. En los ¨²ltimos a?os, nos fijamos m¨¢s en la parte negativa, y ese asombro va unido a la ira y a la indignaci¨®n. Por ejemplo, desde hace a?os, muchos proponen no hacer tanto caso a todo lo que dicen pol¨ªticos como Trump y Bolsonaro o partidos como Vox, que en las redes solo buscan provocar una reacci¨®n para amplificar un mensaje dise?ado para llamar nuestra atenci¨®n. Nos enfadamos al escuchar o leer una declaraci¨®n absurda, repetimos lo que han dicho y les hacemos la promoci¨®n gratis.

Sin embargo, el asombro puede ser positivo. S¨ª, a los jabal¨ªes hay que controlarlos y la pobre se?ora se llev¨® un susto que no lo quisiera para m¨ª, pero no tiene nada de raro ni de malo que esta historia nos llame la atenci¨®n y nos sorprenda. Y no solo por el jabal¨ª. Como tuitea Mariluz Congosto, investigadora en redes y conquense: ¡°?Qu¨¦ es m¨¢s dif¨ªcil encontrar en la playa, un jabal¨ª o una se?ora de Cuenca? Ambas cosas, probabilidad casi cero. Los de Cuenca somos el 0,11% de Espa?a¡±. Jabal¨ªes hay muchos: aunque no hay censo oficial, en 2018 ya hab¨ªa m¨¢s de un mill¨®n en Espa?a. Pero ellos son m¨¢s de monta?a que de mar.

La historia del jabal¨ª me parece interesant¨ªsima. Adem¨¢s de la broma y del alcance en las redes, sus incursiones suponen un problema de verdad, para nosotros y tambi¨¦n para ellos. En cambio, las declaraciones pol¨ªticas de turno a menudo solo buscan ocupar titulares y mantienen una relaci¨®n en el mejor de los casos tangencial con la realidad. Puestos a tuitear, mejor fijarse en los asuntos que nos asombran con motivo, como los jabal¨ªes y las ba?istas de Cuenca.