Derechos vulnerados
Los lectores opinan sobre la decisi¨®n del Supremo de EE UU de derogar el derecho al aborto, los mensajes de amor en los bancos, la eutanasia y la tragedia en la valla de Melilla
Las corrientes conservadoras est¨¢n llenas de fanatismo, represi¨®n y odio hacia ese mundo diferente que se sale de sus directrices. Velar por la vida, s¨ª, pero solo cuando sus intereses no peligran. Pese a que los sistemas de organizaci¨®n de los Estados son opuestos en Estados Unidos y en Espa?a, la decisi¨®n del Tribunal Supremo de derogar el derecho al aborto refleja c¨®mo la interrupci¨®n del embarazo y el resto de derechos que creemos consolidados pueden revocarse de un plumazo. La defensa de los derechos de las mujeres es una lucha generacional. Se refuerzan y respetan en las calles, tomando acci¨®n y con el voto en las urnas. Que no se nos olvide.
Sof¨ªa Guardado. Avil¨¦s (Asturias)
Mensajes de amor
Cerca a mi casa hay un banco con un peque?o letrero escrito a mano que dice: ¡°Te echo de menos, Carmencita. No tengo con quien hablar.¡± Ha sido pegado con esmero y lleva meses soportando el sol y la lluvia. Lo veo cada vez que saco a pasear al perro e intento imaginar la historia detr¨¢s. El otro d¨ªa lo coment¨¦ con alguien que tambi¨¦n pasa por ah¨ª a menudo. No se hab¨ªa percatado de su existencia. Soy un pesimista cr¨®nico y sospecho que Carmencita est¨¢ muerta pero, si no es as¨ª, solo espero que sea, como yo, de las que s¨ª leen los mensajes de los bancos del parque.
Rafael Prado Mas. Torrelodones (Madrid)
Eutanasia
Al hilo del texto publicado por este diario del m¨¦dico Jes¨²s Medina, tras realizar una eutanasia en 2021, me gustar¨ªa apuntalar su acci¨®n con las palabras del escritor John Berger. Berger dice que no lloramos la muerte; lloramos la p¨¦rdida de esperanzas, que es donde mora el compromiso vital. Una vez perdida la esperanza, toda esperanza, y Berger no se refiere a la esperanza de seguir vivo ¡ªse refiere, as¨ª lo interpreto yo, a la esperanza de vivir, no es lo mismo¡ª, una vez perdida, llega la hora de la dignidad.
Francisco Garc¨ªa Castro. Estepona (M¨¢laga)
El gran bazar
La en¨¦sima tragedia de la migraci¨®n africana hacia Europa nos deja muerte y personas tratadas peor que ganado, hacinadas como cuerpos muertos sin dignidad. ?Y qu¨¦ hace Espa?a frente a esto? Con una mano levanta la Declaraci¨®n de los Derechos Humanos y culpa a las mafias que rentabilizan la huida de la miseria. Con la otra, le da a Marruecos una palmadita en la espalda por garantizarnos tranquilidad en la frontera a toda costa. No son las mafias las ¨²nicas que trafican con los derechos humanos. Nuestros pol¨ªticos los manosean y comercian con ellos a su antojo, rebaj¨¢ndolos a la categor¨ªa de comod¨ªn ret¨®rico.
Noem¨ª Felipe Santos. El Rosario (Canarias)
Ignorancia
Leo con estupor que el alumno que ha sacado la nota m¨¢s alta en la prueba de la EvAU en la Comunidad de Madrid ha sido ridiculizado en las redes por elegir Filolog¨ªa Cl¨¢sica de carrera. ?Qu¨¦ ser¨ªa de nuestro mundo abocado a las nuevas tecnolog¨ªas sin esas carreras de humanidades! ¡°S¨®lo hay una manera de evitar la cr¨ªtica: no hacer nada, no decir nada y no ser nada¡±. ?Ay si Arist¨®teles levantara la cabeza!
Christine Anna Sanz Ahrens. Villaviciosa de Od¨®n(Madrid)
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