Al menos un poco de humanidad

Desde el minuto 23.30 al 29.40 ¡ªseis minutos en una entrevista de algo m¨¢s de media hora son muchos minutos¡ª, este peri¨®dico pregunt¨® y repregunt¨® a Pedro S¨¢nchez el pasado viernes por la tragedia acaecida el 24 de junio en la valla de Melilla, cuando al menos 23 africanos que trataban de cruzar a Espa?a perdieron la vida. Hab¨ªa transcurrido ya una semana del suceso, la cumbre de la OTAN hab¨ªa acabado con notable ¨¦xito de cr¨ªtica y p¨²blico, y el presidente ¡ªsentado en una de las estancias del Palacio de la Moncloa¡ª respond¨ªa relajado y desde el fondo de la pista las cuestiones de pol¨ªtica general. Hasta que Pepa Bueno le pregunta:

¡ª?Ha hablado con Marruecos despu¨¦s de la tragedia en la valla de Melilla?

S¨¢nchez tiene ante s¨ª una gran oportunidad. Puede subir a la red y enmendar con un buen golpe ¡ªtiempo hab¨ªa tenido de ensayar¡ª sus patinazos de los d¨ªas anteriores, cuando calific¨® de ¡°bien resuelto¡± el operativo policial marroqu¨ª, se intent¨® desdecir despu¨¦s alegando que, cuando dijo lo que dijo, no hab¨ªa visto todav¨ªa las im¨¢genes, pero un tropiezo le llev¨® al siguiente, y Twitter se incendi¨® con comentarios de indignaci¨®n que no ven¨ªan precisamente de las filas contrarias. Despu¨¦s del cambio de actitud del Gobierno con respecto al S¨¢hara, esa condescendencia sin fisuras ante una actuaci¨®n tan brutal de las fuerzas de Mohamed VI era demasiado para un gran sector de su electorado. ?Dir¨ªa algo por fin S¨¢nchez que se pareciera algo al discurso de la izquierda en materia de inmigraci¨®n y no a una respuesta tan pol¨ªticamente correcta con Marruecos que podr¨ªa ser asumida por el PP e incluso por la derecha m¨¢s radical?

¡ª?Ha hablado con Marruecos...?

¡ªNo, no he hablado con ellos...

Lo que sucedi¨® a continuaci¨®n ¡ªmerece la pena revisar el v¨ªdeo colgado en la web de EL PA?S¡ª evoca tristemente a una escena ya m¨ªtica de aquella pel¨ªcula, Aprile, en la que su director, Nanni Moretti, est¨¢ viendo desde el sal¨®n de su casa un debate televisado entre Silvio Berlusconi y Massimo D¡¯Alema, entonces l¨ªder de la izquierda italiana. Berlusconi habla y habla mientras D¡¯Alema aguanta el chaparr¨®n sin abrir siquiera la boca. El personaje que interpreta Moretti se desespera: ¡°D¡¯Alema, reacciona, responde, di algo, venga, cualquier cosa, algo de izquierdas, aunque no sea de izquierdas... ?D¡¯Alema, di algo...!¡±.

S¨¢nchez tampoco dijo nada. O, m¨¢s exactamente, nada que pudiera molestar ni siquiera lejanamente a Marruecos, y eso que ya se hab¨ªan visto im¨¢genes de la brutalidad policial, de los cuerpos golpeados, amontonados, abandonados... El presidente se refugi¨® en su pol¨ªtica migratoria.

¡ª?Y no cree que ese capital pol¨ªtico puede irse por el sumidero sin una respuesta clara a una tragedia de esta envergadura?

¡ªPero es que lo que ocurri¨® es el ¨²ltimo episodio de una tragedia que empieza mucho antes, a muchos kil¨®metros. Fue un ataque violento a las fronteras de nuestro pa¨ªs, fueron armados.

¡ªArmados con palos, presidente, j¨®venes malnutridos que llevaban semanas en un monte cerca de Melilla.

¡ªPero, Pepa, perm¨ªtame que le diga...

¡ªHabla de violencia, pero los muertos han ca¨ªdo de un lado.

Fue in¨²til. Ni una palabra fuera del fr¨ªo guion del estadista. Seg¨²n el diccionario, humanidad significa sensibilidad y compasi¨®n ante las desgracias que sufren otras personas. Es tal vez la ¨²ltima frontera ante la indiferencia.