La fortaleza del empleo

En un momento de alta incertidumbre econ¨®mica como el que estamos viviendo, los datos de empleo del mes de junio deben considerarse como muy positivos. Espa?a consolida m¨¢s de 20 millones de afiliados a la Seguridad Social y sit¨²a, por segundo mes consecutivo, un paro registrado por debajo de los tres millones de trabajadores, con datos que no se registraban desde mediados de 2008. El paro cae en todas las comunidades aut¨®nomas ¡ªsalvo Andaluc¨ªa¡ª, otro dato esperanzador. En t¨¦rminos mensuales, el paro ha ca¨ªdo en 42.409 personas y la afiliaci¨®n media ha crecido en 115.000 trabajadores, cantidades que apuntan a la fortaleza de nuestro mercado laboral, a pesar de los indicios de cierta desaceleraci¨®n. Tan relevantes como las cifras de afiliaci¨®n son los datos sobre el tipo de empleo: los contratos indefinidos vuelven a batir su r¨¦cord y suponen m¨¢s del 44% de los que se han firmado en el mes, muy lejos de los porcentajes a los que est¨¢bamos acostumbrados, siempre situados alrededor del 10% del total. Si bien esa contrataci¨®n indefinida viene con la letra peque?a de la discontinuidad y del trabajo a tiempo parcial, los datos, en t¨¦rminos globales, apuntan a que la reforma laboral est¨¢ cumpliendo sus objetivos iniciales de reducci¨®n de la precariedad laboral.

Bien es cierto que la temporada de verano es, hist¨®ricamente, positiva para el empleo, pero la tendencia a medio plazo certifica una fuerte recuperaci¨®n que, en los ¨²ltimos 12 meses, ha permitido a m¨¢s de 730.000 personas salir de las listas del paro, con contratos de m¨¢s calidad y garant¨ªas. De esta manera, nuestro mercado laboral aguanta el envite de la dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica, y anticipa, de mantener esta tendencia, una tasa de desempleo por debajo del 13% en la segunda mitad del a?o, lo cual situar¨ªa el desempleo por debajo de los registros de 2008.

Con todo, y teniendo en cuenta estas buenas noticias, hay todav¨ªa espacio para la mejora: el saldo global mensual oculta una evoluci¨®n diaria que culmin¨®, el 30 de junio, con un total de m¨¢s de 300.000 bajas de afiliaci¨®n en un ¨²nico d¨ªa. Los efectos del calendario ¡ªque implican fuertes contrataciones el primero de cada mes y la rescisi¨®n de muchos contratos el ¨²ltimo d¨ªa del mismo¡ª siguen estando presentes y son un s¨ªntoma de la todav¨ªa presente precariedad y temporalidad en nuestro mercado de trabajo. Este dato, junto con una ralentizaci¨®n de las contrataciones en la segunda parte del mes, ser¨ªan dos de las luces amarillas que no deben, en ning¨²n caso, empa?ar lo que no deja de ser una buena noticia: la reducci¨®n continuada del desempleo, en un contexto de incremento de la contrataci¨®n indefinida y tras haber absorbido los efectos de una notable subida del salario m¨ªnimo interprofesional. No se ha cumplido ninguno de los pron¨®sticos apocal¨ªpticos sobre que la subida del SMI provocar¨ªa m¨¢s paro.

Puede que en septiembre, como viene siendo habitual, las cifras de empleo sufran un correctivo debido al final de la temporada de verano, pero los positivos datos de junio certifican un cambio estructural en nuestro mercado de trabajo que, de consolidarse, debe ser motivo de satisfacci¨®n y esperanza en la fortaleza y potencial de nuestra econom¨ªa.