Brasil y la violencia pol¨ªtica
Bolsonaro alimenta el clima de tensi¨®n y odio en el discurso con el que lanz¨® ayer su candidatura a la reelecci¨®n
Brasil lleva un a?o largo inmerso en una tensa precampa?a que recientemente se vio sacudida por el asesinato de un militante del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula da Silva a manos de un simpatizante bolsonarista en Foz de Iguaz¨². Quedan menos de tres meses para unas elecciones cruciales en las que el electorado decidir¨¢ si encomienda a Lula o al presidente Bolsonaro el rumbo de la primera potencia latinoamericana. Bolsonaro lanz¨® ayer su candidatura a la reelecci¨®n defendiendo su acci¨®n de gobierno, incluso en la pandemia, con gui?os al electorado femenino, alabanzas a Dios y ataques brutales a su gran adversario: ¡°De nada vale un pa¨ªs rico, si elige como presidente a un bandido, borrachuzo, expresidiario¡±, proclam¨® en R¨ªo de Janeiro.
El asesinato de Foz de Iguaz¨² ha disparado el temor a nuevos episodios de violencia pol¨ªtica. La v¨ªctima celebraba su 50 cumplea?os con una fiesta dedicada a su partido, el PT, cuando el agresor irrumpi¨® pistola en mano al grito de: ¡°?Aqu¨ª somos de Bolsonaro, hijos de puta!¡±, y apret¨® el gatillo. El agredido, herido, respondi¨® a tiros antes de morir. El bolsonarista result¨® gravemente herido. Iban armados porque eran miembros de sendos cuerpos de las fuerzas de seguridad. No es el primer asesinato este a?o por lo que en Brasil denominan intolerancia pol¨ªtica, pero s¨ª el que m¨¢s repercusi¨®n ha tenido, al viralizarse inmediatamente. Seg¨²n el recuento del diario Estad?o, esta intolerancia se ha cobrado 26 vidas en lo que va de 2022; fueron 71 en la campa?a de 2018, en la que Bolsonaro fue apu?alado por un enfermo mental al que los jueces consideraron inimputable. Los sospechosos de perpetrar el atentado m¨¢s destacado de los ¨²ltimos a?os, el de la concejala izquierdista de R¨ªo de Janeiro Marielle Franco, siguen pendientes de juicio.
La responsabilidad del presidente Bolsonaro en el actual clima de tensi¨®n y odio es evidente. Su discurso belicista, sus constantes ataques contra otras instituciones, sobre todo el Tribunal Supremo, y el cuestionamiento permanente del sistema de votaci¨®n generan una enorme tensi¨®n institucional. Concibe y trata a sus adversarios pol¨ªticos como enemigos, lo que mina gravemente la democracia. Ha facilitado que los civiles compren armas, y desde que preside Brasil las licencias se han triplicado. Cunde el temor de que no acepte una derrota ante Lula, que pronostican las encuestas, e intente movilizar a los suyos como hizo Donald Trump en Estados Unidos.
Para la polic¨ªa, el ¨²ltimo asesinato no es un asunto pol¨ªtico. En cualquier caso, son los pol¨ªticos, con Bolsonaro a la cabeza, quienes tienen la obligaci¨®n de rebajar la tensi¨®n para que las elecciones se celebren con normalidad. De momento, en la larga precampa?a, las fuerzas policiales deben extremar la seguridad tanto de Lula, que lidera los sondeos y en los ¨²ltimos tiempos usa chaleco antibalas, como de todos los dem¨¢s candidatos que se presentan a los comicios para elegir presidente, gobernadores y diputados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.