Solidaridad energ¨¦tica europea
Los lectores escriben sobre la crisis de la energ¨ªa, los problemas de acceso a Internet en el CSIC, el consumo de marihuana en lugares p¨²blicos y el impuesto a la banca anunciado por el Gobierno
Mientras la Europa septentrional se prepara para afrontar un crudo invierno por la escasez de gas y otros combustibles f¨®siles, Espa?a y otros pa¨ªses del Sur optan por soluciones a medida que les permitan evitar la austeridad econ¨®mica del Norte. Creo que dicha pol¨ªtica es err¨®nea, pues en primer lugar, quiebra en parte la unidad estrat¨¦gica europea en materia energ¨¦tica, geoestrat¨¦gica y la solidaridad entre los Estados miembros. En segundo lugar porque rebaja la gran oportunidad para concienciar a una poblaci¨®n de la imperiosa necesidad de cambiar ciertos derroches por motivos b¨¦licos, medioambientales, pero tambi¨¦n econ¨®micos. Los sat¨¦lites advierten ya c¨®mo la Europa septentrional rebaja su intensidad lum¨ªnica en horas nocturnas, la pen¨ªnsula ib¨¦rica parece ajena a dicha tendencia siendo a¨²n un faro de derroche. Deber¨ªamos rebajar el consumo energ¨¦tico f¨®sil que nos empobrece econ¨®mica, moral y ecol¨®gicamente en pro tambi¨¦n de la necesaria solidaridad europea.
Anna Goula Colomer. Barcelona
Sin internet en el CSIC
Desde la semana pasada, tras un ataque inform¨¢tico menor y localizado, las autoridades espa?olas de ciberseguridad (CCN y COCS) decidieron desconectar de internet sine die a todo el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC). Vergonzoso, el principal agente de investigaci¨®n es inoperante y a nadie le importa. Proyectos de investigaci¨®n retrasados, comunicaciones cortadas, administraci¨®n del CSIC bloqueada, miles y miles de euros en p¨¦rdidas. Un corte de estas caracter¨ªsticas es impensable en centros como EMBL, CNRS o NASA. Es m¨¢s: un simple corte de horas conllevar¨ªa la dimisi¨®n inmediata de los m¨¢ximos responsables y estar¨ªa en primera plana de todos los medios de comunicaci¨®n. A pesar del evidente fallo de previsi¨®n y la falta absoluta de una m¨ªnima evaluaci¨®n de da?os, aqu¨ª se seguir¨¢ hundiendo el trabajo y el prestigio de los investigadores porque, no nos enga?emos, la ciencia e innovaci¨®n no interesan lo m¨¢s m¨ªnimo en este pa¨ªs.
Pablo Chac¨®n Montes. Madrid
Marihuana en bares
Cada vez es m¨¢s frecuente que grupos de personas est¨¦n fumando marihuana en la terraza de un bar o en un parque p¨²blico. El responsable del bar no se da cuenta o finge no ver la escena. Miles de j¨®venes est¨¢n cayendo en esta adicci¨®n, en cualquier lugar se cultiva y se vende, sus efectos son devastadores. Las unidades psiqui¨¢tricas reciben diariamente j¨®venes con brotes psic¨®ticos por el consumo de esta droga. Seamos conscientes y capaces de expresar nuestro desacuerdo en las terrazas y parques. Hag¨¢moslo por nuestros j¨®venes.
Remei Sol¨¦. Barcelona
Impuesto a la banca
Me indigna pensar que el nuevo impuesto a la banca se quedar¨¢ en nada porque los ¡°ingenieros financieros¡± son expertos en eludir impuestos y hacer caja. Me da verg¨¹enza ajena pensar que hace una d¨¦cada pap¨¢ Estado tuvo que inyectar miles de millones a la banca para rescatarla. Y ahora que se trata de recuperar unas migajillas de ese desembolso que hicimos todos los espa?oles, la banca empieza a urdir planes insolidarios. Para colmo, conocemos el gran incremento de beneficios del Santander en el primer semestre y la amenaza de limitar la concesi¨®n de cr¨¦ditos. Poderoso caballero, don Dinero.
Jes¨²s Berrocal Montero. Aroche (Huelva)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.