La marihuana se dispara un 64% y es cinco veces m¨¢s potente
Las plantaciones de esta droga se extienden m¨¢s que nunca por Espa?a gracias a que las mafias roban luz valorada en 300 millones de euros, equivalente al consumo anual de Palma de Mallorca

La fiebre por la marihuana est¨¢ m¨¢s alta que nunca. Las plantaciones ilegales se multiplican por todo el pa¨ªs, con cuatro focos claros de alt¨ªsima producci¨®n: Madrid, Andaluc¨ªa, Comunidad Valenciana y Catalu?a. El a?o pasado las plantas decomisadas por las fuerzas de seguridad se dispararon un 64% m¨¢s hasta llegar a los 2,3 millones respecto a los 1,4 millones de 2020. Espa?a es desde hace a?os el huerto cann¨¢bico de Europa y su primer productor, pero ahora el problema ha subido varios grados porque las mafias est¨¢n asentadas y expanden sus peligrosas aristas.
Un ejemplo pasmoso: los narcopisos crecen como las setas en ciudades como Madrid, M¨¢laga, Barcelona y Sevilla, y para lograr cuatro cosechas de cogollos al a?o ¡ªen exterior se recolecta solo una¡ª usan cientos de miles de l¨¢mparas que sustituyen al sol gracias a enganches ilegales a la red. Este robo de la luz alcanz¨® en 2020 los 1,5 teravatios/hora, una energ¨ªa equivalente a la que consume Palma durante un a?o, valorada en unos 300 millones de euros, seg¨²n expertos del sector el¨¦ctrico.
¡°El inmenso beneficio econ¨®mico ha atra¨ªdo a bandas albanesas, kosovares y chinas que contactan con los cultivadores porque la demanda es brutal. El crecimiento exponencial de ahora no ha surgido de un d¨ªa para otro, pero o lo atajamos ya, o m¨¢s adelante ser¨¢ much¨ªsimo m¨¢s grave¡±, alerta el jefe de secci¨®n de cann¨¢bicos de la Brigada Central de Estupefacientes de la Polic¨ªa. Si en un piso de 50 metros cuadrados caben unas 700 plantas que requieren 6.000 euros de inversi¨®n inicial, el beneficio estriba entre los 25.000 y los 32.000 euros al a?o, seg¨²n un reciente informe de los Mossos d¡¯Esquadra. En Catalu?a, cuya cercan¨ªa a los Pirineos facilita el transporte hasta el sediento mercado europeo, las 826.697 plantas decomisadas se dispararon un 212% el a?o pasado respecto a 2020. La regi¨®n se ha convertido en el mayor exportador de cannabis y el mayor importador de crimen organizado, alertan fuentes policiales.
Ning¨²n experto se atreve a calcular cu¨¢nta droga escapa al control policial y permea entre la poblaci¨®n espa?ola y extranjera. Solo en Espa?a, el 49% de los alumnos de ense?anza secundaria admiten haber consumido marihuana el ¨²ltimo mes, seg¨²n la ¨²ltima encuesta ESTUDES del Ministerio de Sanidad. Los escondites del cultivo son infinitos (pisos, grandes fincas de dif¨ªcil acceso, remolques de camiones enterrados en el campo, etc.) y el precio de la droga se dispara hasta 10 veces en pa¨ªses como Chipre, por lo que genera jugosas ganancias.

En 2020 las Fuerzas de Seguridad detuvieron a 7.182 personas (cifra r¨¦cord) por traficar con marihuana, m¨¢s de la mitad de ellos sin antecedentes y atra¨ªdos por el dinero f¨¢cil. Tambi¨¦n supusieron un r¨¦cord los 59.888 kilos intervenidos en las operaciones policiales, un 83% m¨¢s que en 2019, con 32.568 kilos, seg¨²n datos del Ministerio del Interior.
La escalada de este tr¨¢fico ilegal llev¨® al Ministerio de Interior a presentar el pasado diciembre un plan nacional de actuaci¨®n para aplacar al crimen organizado ligado a esta droga a lo largo de 2022. A pesar de que los drones y la tecnolog¨ªa ayudan a localizar las plantaciones interiores y exteriores, que hacen saltar por los aires la red el¨¦ctrica, el negocio y sus ceros se imponen.
El escenario rema a favor de su expansi¨®n: Espa?a disfruta de un clima propicio para que las plantas tengan grandes floraciones y la producci¨®n sea prol¨ªfica; la crisis econ¨®mica ha empujado a numerosas personas a tentar a la suerte con peque?as plantaciones que no interiorizan como delito hasta que los agentes llaman a su puerta; las grandes extensiones de terreno camuflan los cultivos en exterior y el gran parque de viviendas vac¨ªas facilita que los consumos desorbitados de luz pasen desapercibidos. El delito est¨¢ tan extendido que en provincias como Granada, el 90% de sus 168 municipios han tenido intervenciones policiales en los ¨²ltimos a?os, seg¨²n fuentes de la Guardia Civil. ¡°La aceptaci¨®n social sumada al clima, al suelo, a un reproche penal no elevado y las facilidades para obtener semillas ha generado que ciertos agricultores sean subcontratados por mafias asentadas en la Costa del Sol¡±, apunta el comandante Segura, jefe de coordinaci¨®n del Centro Regional de An¨¢lisis e Inteligencia (CRAI) de instituto armado en Andaluc¨ªa.

Si la justicia no demuestra que el ciudadano reconvertido en hortelano pertenece a una organizaci¨®n criminal, la pena por tr¨¢fico oscila entre el a?o y los tres a?os de prisi¨®n porque el da?o no es grave para la salud, seg¨²n el C¨®digo Penal. En paralelo, el delito de ocupaci¨®n de vivienda p¨²blica y el de fraude el¨¦ctrico son delitos leves. Este ¨²ltimo establece una pena de multa de 3 a 12 meses y las grandes compa?¨ªas el¨¦ctricas afectadas (Endesa, Iberdrola y Naturgy sobre todo) reclaman hace a?os al Gobierno que endurezca las penas y las equipare a pa¨ªses del entorno como Francia, Italia o Alemania, donde el castigo oscila entre los seis meses de prisi¨®n y los cinco a?os. De momento, ha ca¨ªdo en saco roto. ¡°En Catalu?a antes hac¨ªamos una intervenci¨®n al mes, ahora tres al d¨ªa. La sociedad no es consciente de lo que se nos viene encima. La Administraci¨®n deber¨ªa poner el foco en endurecer la legislaci¨®n tan laxa¡±, aboga el responsable de inspecciones de Endesa en Catalu?a.
Los narcopisos est¨¢n concentrados en los barrios m¨¢s humildes de las grandes ciudades, donde las plantas inundan toda la superficie o a veces los vecinos duermen en el sal¨®n y tienen los dormitorios repletos de macetas y l¨¢mparas. Los enganches ilegales (cada piso consume como 80 viviendas) provocan a menudo incendios por la sobrecarga de tensi¨®n y conllevan riesgos de personas electrocutadas. Todo vale, y para enganchar a la red general los narcos han agujereado incluso muros de carga, poniendo en riesgo la estabilidad de los edificios. Los trucos se repiten: para difuminar la peste utilizan filtros de carbono que depuran el aire y a menudo los extractores dirigen la corriente de aire hacia el alcantarillado, por lo que el olor inunda las calles de barrios enteros. Para evitar las c¨¢maras termogr¨¢ficas de la Polic¨ªa, los narcos se han mudado a los s¨®tanos.

La innovaci¨®n tecnol¨®gica y la digitalizaci¨®n de los contadores permite a las compa?¨ªas el¨¦ctricas localizar con mayor precisi¨®n los edificios que albergan narcopisos y el flujo de informaci¨®n con las fuerzas de seguridad es continuo. Otra cosa es lograr la autorizaci¨®n del juez para echar abajo la puerta, ya que los indicios de que detr¨¢s hay macetas deben ser s¨®lidos y a veces es complejo. Con el mismo n¨²mero de viviendas, la zona norte de Granada tiene hoy tres veces la potencia el¨¦ctrica de hace una d¨¦cada, y todos los transformadores de energ¨ªa operan al 100%. ¡°Hay cientos de miles de familias en una situaci¨®n econ¨®mica muy precaria que complementan sus ingresos con una actividad que no les supone depender de grandes clanes de narcotraficantes del hach¨ªs de Marruecos, de la coca¨ªna de Colombia y de la hero¨ªna de Turqu¨ªa¡±, apunta el abogado penalista Manuel Manzaneque.
En las ¨²ltimas operaciones se han detectado m¨¢quinas ¡°rudimentarias¡± para obtener resina de hach¨ªs, que tradicionalmente se ha importado desde Marruecos. ¡°Ser¨¢ el siguiente paso tras pasar de ser importadores a productores (¡). Lo ¨²nico que trae este tr¨¢fico es inseguridad porque acarrea asesinatos y robos con violencia entre bandas. La mayor¨ªa de gente sin antecedentes se mete a cultivar por dinero y sale malparada¡±, reflexionan fuentes de la Fiscal¨ªa antidroga.

Una droga cinco veces m¨¢s potente que anta?o
La marihuana que se fuma hoy no es la de anta?o. El nivel medio de THC (componente psicoactivo del cannabis) rondaba hace medio siglo el 4% y hoy los alijos alcanzan de media el 20% gracias a la manipulaci¨®n gen¨¦tica, destacan fuentes policiales. La ONG Energy Control, orientada a un consumo responsable de las drogas, ha hallado un porcentaje medio del 12,3% de THC en las 588 muestras de marihuana que le han llevado los consumidores el ¨²ltimo lustro. Cuando el THC supera el 0,2%, el tr¨¢fico de la planta se convierte en delito.
Los expertos combaten la percepci¨®n generalizada de la marihuana como una droga blanda que apenas genera adicci¨®n ni trastornos mentales. Esa multiplicaci¨®n del THC por cinco y los abusos de consumo entre los j¨®venes ha provocado que la mirada de muchos expertos hacia esta droga sea contundente sobre sus peligros: ¡°M¨¢s de la mitad de los casos que tenemos por psicosis est¨¢n vinculados al consumo de cannabis. Es una evidencia que es un factor desencadenante muy importante y en las psicosis el peso de los cuadros relacionados con cannabis es cada vez mayor las ¨²ltimas d¨¦cadas¡±, ilustra Mari Fe Bravo, jefa del servicio de psiquiatr¨ªa del Hospital La Paz de Madrid.
En paralelo, la mayor¨ªa del Congreso de los Diputados aprobar¨¢ previsiblemente a finales de junio regular el uso del cannabis con fines medicinales, en una ponencia de su Comisi¨®n de Sanidad que instar¨¢ al Gobierno a permitir su consumo legal para enfermos de dolencias como la esclerosis m¨²ltiple o el c¨¢ncer. El debate sobre la regularizaci¨®n del uso recreativo est¨¢ abierto en la C¨¢mara Baja desde el pasado septiembre por los socios y aliados parlamentarios del PSOE, pero tambi¨¦n por Ciudadanos, que exigen una ley que despenalice el consumo l¨²dico de la sustancia.
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