Pelosi en Taiw¨¢n

Cuando van camino de cumplirse los seis meses de la guerra de Rusia contra Ucrania sin que se vislumbre una v¨ªa de resoluci¨®n al conflicto, la tensi¨®n pol¨ªtica y militar se ha elevado peligrosamente en otra regi¨®n del planeta, tambi¨¦n con otra gran potencia nuclear implicada y con repercusiones de alcance global. La inesperada visita de la presidenta de la C¨¢mara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiw¨¢n ha desatado una contundente reacci¨®n militar y econ¨®mica del r¨¦gimen de Pek¨ªn y ha reforzado simb¨®licamente a Taiw¨¢n. Pero ha colocado a la Administraci¨®n de Biden en una situaci¨®n dif¨ªcil porque el presidente ha expresado abiertamente su rechazo a una visita cuyas consecuencias son impredecibles y en todo caso desestabilizadoras en este momento.

Pek¨ªn ha anunciado unas maniobras militares que comienzan hoy y terminan el domingo y que suponen de hecho el bloqueo de los espacios mar¨ªtimo y a¨¦reo de Taiw¨¢n. Incluir¨¢n fuego real y la presencia de buques de guerra a apenas 20 kil¨®metros de la costa de la considerada isla rebelde por el r¨¦gimen chino. En el campo econ¨®mico ha impuesto restricciones a las importaciones de frutas y pescados taiwaneses y suspendido las exportaciones de arenas naturales a la isla. Por su parte, Taiw¨¢n ha puesto a sus Fuerzas Armadas en alerta y ha denunciado m¨¢s de 20 violaciones de su espacio a¨¦reo en las ¨²ltimas horas por aviones de combate chinos.

Para Pek¨ªn, el problema de la visita no estriba solo en el rango de la visitante ¡ªPelosi es la tercera figura institucional de Estados Unidos, tras el presidente, Joe Biden, y la vicepresidenta, Kamala Harris¡ª, sino en su perfil hostil. La veterana pol¨ªtica del Partido Dem¨®crata tiene un largo historial de cr¨ªticas al r¨¦gimen comunista chino. Los ejemplos abundan. Dos a?os despu¨¦s de la matanza de Tiananmen, despleg¨® en la hist¨®rica plaza china una pancarta de apoyo a las v¨ªctimas; se ve a menudo con el Dalai Lama, ha condenado reiteradamente la ocupaci¨®n china de T¨ªbet y denuncia los abusos contra los derechos humanos que sufre la minor¨ªa uigur. En el programa de su visita no han figurado solo personalidades taiwanesas, incluida la presidenta y l¨ªder del Partido Progresista Democr¨¢tico, Tsai Ing-wen, sino destacados dirigentes exiliados de la disidencia de Hong Kong, sin que se hayan registrado significativas protestas o muestras de rechazo de una poblaci¨®n muy alejada de China. Sus contundentes declaraciones de apoyo estadounidense a la isla ¡ª¡±no os abandonaremos¡±¡ª dejan poco espacio para la interpretaci¨®n diplom¨¢tica, por mucho que Biden mantuviese hace una semana ante Xi Jinping la defensa de la doctrina de una China ¨²nica.

La visita de Pelosi emite un mensaje de apoyo a la actual independencia de facto de Taiw¨¢n, pero puede generar una disonancia en la pol¨ªtica exterior de Estados Unidos o incluso consecuencias que nadie controla ahora, con Europa comprometida con una guerra en su propio territorio. China podr¨ªa encontrar en una visita en s¨ª misma inocua el pretexto o el incentivo para una escalada militar, en todo caso improbable ante la celebraci¨®n dentro de tres meses del vig¨¦simo Congreso Nacional del Partido Comunista.