Un PP tripartito
La divisi¨®n de posiciones en el partido no favorece el objetivo indispensable de ahorrar energ¨ªa en el inmediato futuro
Legislar y prohibir no son siempre lo mismo pero a veces legislar consiste en poner l¨ªmites a la acci¨®n particular en favor del bien com¨²n. El decreto ley que el Gobierno aprob¨® este lunes con recomendaciones y restricciones en el uso de la energ¨ªa aspira a conciliar ambas cosas, se sit¨²a en l¨ªnea con la exigencia de la UE de un ahorro de energ¨ªa efectivo e indispensable y en l¨ªnea tambi¨¦n con las actuaciones de la mayor¨ªa de los gobiernos europeos (y muchas de las grandes capitales internacionales). El revuelo de baja red que ha causado la negativa de la presidenta de la Comunidad de Madrid a aplicar el decreto ¡ªcon argumentos muy parecidos a los de un diputado de la neofascista Alternativa por Alemania en relaci¨®n con Berl¨ªn¡ª busca de nuevo la confrontaci¨®n con el Gobierno de la naci¨®n con causas espurias. En lugar de favorecer la aclimataci¨®n social de medidas dif¨ªciles en circunstancias dif¨ªciles sabotea ese fin y halaga las ansias de seguir como siempre de buena parte de la poblaci¨®n, mientras exaspera por su irresponsabilidad a otra buena parte de la poblaci¨®n.
No hay nada nuevo y es parte de la estrategia de comunicaci¨®n de la Comunidad de Madrid desde hace mucho tiempo. Lo llamativo en este caso es el silencio intermitente o selectivo que ha mantenido el partido al que pertenece Isabel D¨ªaz Ayuso y, en particular, el l¨ªder que supo sofocar la rebeli¨®n interna que encarnaba la presidenta madrile?a y conquistar la presidencia del partido bajo la consigna de la moderaci¨®n y el sentido de la responsabilidad. No han aparecido a¨²n esos rasgos en este contencioso. Ayuso contradice abiertamente la posici¨®n p¨²blica y sensata de Feij¨®o en torno a la necesidad de medidas capaces de favorecer el ahorro energ¨¦tico. Tendr¨ªa doble sentido esa intervenci¨®n: reforzar¨ªa el sentido de Estado del l¨ªder del partido mayoritario de la oposici¨®n pero tambi¨¦n podr¨ªa proponer correcciones y matices a unas medidas que no pueden ser de aplicaci¨®n uniforme y universal. La infinita variedad de comercios que se ver¨¢n afectados por las restricciones merece una modulaci¨®n variable y adaptada a las diferentes condiciones materiales para cumplir el objetivo.
El silencio de Feij¨®o ha sido seguido por numerosos barones populares, quiz¨¢ intimidados por la rotundidad de los mensajes de Ayuso adversos a las medidas del Gobierno. Hay todav¨ªa una tercera actitud en el seno del PP, como la que ha explicitado Andaluc¨ªa, gobernada por Juan Manuel Moreno Bonilla, y en buena sinton¨ªa con Feij¨®o: aceptar la necesidad de esas medidas para no incurrir en la irresponsabilidad de obviar los riesgos y las amenazas en el futuro inmediato de carest¨ªa de energ¨ªa. Un PP tripartito podr¨ªa ser tambi¨¦n una estrategia pol¨ªtica muy poco moderada: ruido medi¨¢tico contra medidas razonables (Ayuso), silencio comprensivo y complaciente (Feij¨®o) y responsabilidad de gobierno (Moreno Bonilla). Pero un PP con tres posiciones no ayuda exactamente a afrontar un futuro en el que la necesidad de ahorrar energ¨ªa es objetiva.
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