Almacenamiento energ¨¦tico, oportunidad o problema
En la crisis de los precios del gas, la acumulaci¨®n de energ¨ªa es un factor de resistencia muy poderoso, por lo que hace falta ampliar las capacidades de reserva a partir de fuentes renovables
No hay mal que por bien no venga. De toda crisis surge oportunidad. Frases hechas que, depende de c¨®mo nos lo tomemos, pueden convertirse en realidad.
Estamos en una crisis energ¨¦tica con pocos precedentes. Gas caro, escaso y que se ha convertido en moneda de cambio y en competencia industrial. Y necesidad de desarrollar una ambiciosa estrategia de electrificaci¨®n de los consumos energ¨¦ticos, por un lado, y de almacenamiento, por otro (estando ambos factores ligados). Si vamos a lo el¨¦ctrico, tenemos una energ¨ªa con tendencia a tener una alta volatilidad, con una energ¨ªa barata cuando sople el viento y haya sol, y m¨¢s cara cuando estos escaseen.
En este marco, la Comisi¨®n Europea mueve ficha. En su reciente comunicaci¨®n de 20 de julio, titulada Ahorrar gas para un invierno seguro, en la que insta a todos los Estados miembros a ahorrar gas ante los posibles cortes de suministro procedente de Rusia durante el pr¨®ximo invierno. La necesidad de ahorrar, y ahorrar mucho, significa aumentar temperaturas de refrigeraci¨®n en verano y calentar menos en invierno. Pero no solo eso. Hay que reducir consumos, pero tambi¨¦n hay que desplazar consumos. Y la forma de hacerlo es introducir mercados de flexibilidad, agregaci¨®n, y poder almacenar energ¨ªa cuando esta sea m¨¢s barata, que adem¨¢s es cuando es de origen renovable, desmontando el t¨®pico que dicha energ¨ªa es cara. El factor almacenamiento energ¨¦tico emerge como un vector poderos¨ªsimo.
Hasta aqu¨ª los lugares comunes. Pero el tema est¨¢ en la concreci¨®n (ya se sabe que en muchas ocasiones el diablo est¨¢ en los detalles). Cuando se traspuso parcialmente la Directiva 2019/944 sobre normas comunes para el mercado interior de la electricidad, la definici¨®n de ¡°almacenamiento de energ¨ªa¡± no tuvo el alcance que s¨ª tuvo en el texto europeo. La redacci¨®n incorporada en nuestra Ley del Sector El¨¦ctrico, en su art¨ªculo 6.1, no permite que se considere como almacenamiento de energ¨ªa la actividad por la que se difiere el uso final de electricidad a un momento posterior a su generaci¨®n o la conversi¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica en una forma de energ¨ªa que se pueda almacenar para ¡°su uso como otro vector energ¨¦tico¡±, como s¨ª incluye la directiva. Puede parecer un tecnicismo, pero no lo es en absoluto, ya que se dificulta, quiz¨¢s sin quererlo, dar cabida a estrategias de almacenamiento del hidr¨®geno renovable que no se vuelve a convertir en electricidad, o a traducir en inercias t¨¦rmicas (vapor, calor, fr¨ªo) determinadas actividades industriales o usos dom¨¦sticos y del sector servicios.
M¨¢s all¨¢ de los almacenamientos cl¨¢sicos que podemos pensar (bater¨ªas, hidr¨¢ulica reversible, etc.) existe una variable de almacenamiento con un relativo recorrido en el sector dom¨¦stico y un amplio recorrido en el sector industrial: convertir la electricidad barata y renovable en inercias t¨¦rmicas en centros productivos, en el sector servicios y tambi¨¦n en el dom¨¦stico. Esto apoyar¨ªa un menor uso del gas y har¨ªa nuestra econom¨ªa m¨¢s competitiva y m¨¢s atractiva para procesos industriales descarbonizados y desgasificados.
Esta consideraci¨®n sobre el almacenamiento puede parecer a ojos del lector un elemento tangencial en el escenario de ajuste y ahorro energ¨¦tico. Pero a?adir en el redactado de la ley que en el almacenamiento de energ¨ªa se incluya ¡°o su uso como otro vector energ¨¦tico¡± puede ser uno de los elementos m¨¢s trascendentales para que el conjunto de nuestra econom¨ªa, y particularmente el sector industrial, desarrollen nuevas estrategias de almacenamiento renovable a gran escala.
Hoy, dentro del ¨¢mbito industrial, se ha producido un desplome del consumo de gas sin precedentes, como en el sector metal¨²rgico, que fue de un 12,9%, en el sector papelero, de un 14,1%, o en el sector qu¨ªmico-farmac¨¦utico, cuyo desplome ha sido del 14%. Esto muestra la situaci¨®n cr¨ªtica de precios del gas a la que se enfrentan los consumidores finales cuya actividad queda suspendida de forma leve, pero podr¨ªa ser el preludio de una suspensi¨®n mucho m¨¢s cr¨ªtica. Es clave, por tanto, dar los instrumentos para que el sector industrial, el actor m¨¢s intensivo en consumo de gas, pueda acceder a las l¨ªneas de apoyo contempladas en el componente 8 del Plan de Recuperaci¨®n, Transformaci¨®n y Resiliencia, destinadas al despliegue del almacenamiento energ¨¦tico. Y para que sea as¨ª necesitamos que el ¡°almacenamiento energ¨¦tico¡± se defina en los t¨¦rminos contemplados en la directiva europea.
Si queremos hacer realidad en energ¨ªa la m¨¢xima del ¡°no hay mal que por bien no venga¡±, debemos hacer muchas cosas. Algunas se est¨¢n haciendo bien, aunque cueste tanto reconocerlas (como la excepci¨®n ib¨¦rica). Pero entre las cosas que est¨¢n pendientes se encuentra abrir el campo del almacenamiento energ¨¦tico, para que toda nuestra econom¨ªa, y particularmente nuestro sector industrial, entren en un campo de reducci¨®n de costes energ¨¦ticos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.