Putin y las formas de morir de un dictador
Es hoy a¨²n m¨¢s vital que ayer que Europa y Estados Unidos pongan toda la carne en el asador para frenarle
Hasta los dictadores deber¨ªan saber que pueden sobrevivir m¨¢s f¨¢cilmente cuando no se ponen en peligro a s¨ª mismos con ambiciones que exceden su poder real. Que miren a Hitler o Mussolini, cuyo ¨²ltimo aliento coincidi¨® con su derrota. Otros murieron por enfermedad y en la cama, como Stalin, pero en tiempos donde las c¨¢maras de televisi¨®n, las redes y la prensa de todo el mundo no ten¨ªan capacidad de enfocar la desbandada de rusos que hoy estamos contemplando para no participar en su desquicie.
En los pr¨®ximos d¨ªas veremos un contraste interesante entre los dos aut¨®cratas m¨¢s famosos en vigor: se acerca el congreso del Partido Comunista Chino, que entronizar¨¢ a Xi Jinping para un tercer mandato, y podremos evaluar las siete diferencias entre ¨¦l y Putin. China se lanza a la conquista espacial mientras Rusia quiere devorar al vecino. China sube al podio tecnol¨®gico, donde Rusia no est¨¢ ni se la espera. China ha priorizado las relaciones econ¨®micas con Occidente, la expansi¨®n comercial con pa¨ªses en desarrollo y el propio crecimiento de su clase media con una f¨®rmula que puede resumirse en tres palabras: consumo, consumo y consumo. Su capacidad de proveer al exterior de productos y su ambici¨®n actual de mejorar su calidad est¨¢n por encima de todo. En su escala de prioridades la ideolog¨ªa es f¨¦rrea, est¨¢ atada en el interior como herramienta de control, pero aparcada convenientemente en lo que toca al capitalismo de facto que la ha convertido en gigantesca potencia. Tiene hoy un PIB de 14,7 billones de d¨®lares, el triple que en 2010. Dificil¨ªsimo encontrar un crecimiento semejante. Y es que China est¨¢ a lo que est¨¢.
En el mismo tiempo, Putin ha puesto el peso en la ideolog¨ªa frente a la econom¨ªa. Lejos del comunismo que qued¨® desbancado, pero que este presidente ha mamado en su vertiente m¨¢s siniestra en el KGB, ha anclado el destino ruso a un nacionalismo recurrente desde los zares que le ha llevado a su deriva expansionista, extempor¨¢nea en la Europa del siglo XXI. Ideolog¨ªa, por encima de econom¨ªa. Y econom¨ªa, sometida a su poder gracias a los oligarcas. El PIB de la Rusia de Putin ha pasado de 1,2 billones de d¨®lares a 1,5 en la ¨²ltima d¨¦cada, mediocre aumento en un pa¨ªs con las materias primas, riqueza natural y formaci¨®n que le acompa?a.
Putin es el portador de un gigantesco fracaso. Econ¨®mico e ideol¨®gico. Su deriva le lleva hoy a zamparse varias regiones de Ucrania como hizo Hitler en el continente. El miedo cunde en otras antiguas rep¨²blicas sovi¨¦ticas que se vieron abandonadas por Occidente cuando cay¨® el tel¨®n de acero y quedaron atrapadas. Por ello es hoy a¨²n m¨¢s vital que ayer que Europa y EE UU pongan toda la carne en el asador para frenarle. Para que muera en la cama y no en un b¨²nker.
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