A la OTAN de cabeza
Putin est¨¢ consiguiendo exactamente lo contrario de lo que se propone y la amenaza nuclear puede ser su ¨²ltimo y definitivo error
A Vlad¨ªmir Putin le ha salido el tiro por la culata. No quer¨ªa que Ucrania ingresara en la OTAN y ahora Ucrania est¨¢ m¨¢s cerca que nunca del ingreso en la Alianza Atl¨¢ntica, o incluso en una posici¨®n muy similar a la que resultar¨ªa de la pertenencia a la OTAN.
Su doctrina oficial, que no pocos aduladores m¨¢s o menos camuflados suscriben ¨ªntegramente, es que el ingreso en dicha alianza defensiva, aspiraci¨®n incluida en la actual Constituci¨®n ucrania, est¨¢ en el origen de la guerra, puesto que conducir¨ªa a la instalaci¨®n de misiles nucleares con territorio ruso a su alcance y llevar¨ªa a la expulsi¨®n de la flota rusa de Sebastopol y a la ocupaci¨®n de la base naval por la flota de Estados Unidos.
Se trata de una fantas¨ªa de pies a cabeza, surgida de las teor¨ªas de la conspiraci¨®n que tanto proliferan en el Kremlin y a la vez una mentira propagand¨ªstica antioccidental con notable eficacia en la opini¨®n internacional, especialmente entre los pa¨ªses del llamado sur global, antes no alineados o Tercer Mundo. El modelo de integraci¨®n atl¨¢ntica al que aspira Ucrania es similar al de Suecia y Finlandia, muy pronto socios de pleno de la OTAN, que confiar¨¢n la defensa territorial del pa¨ªs exclusivamente a sus propias fuerzas y rechazan la instalaci¨®n de bases y misiles de la Alianza dentro de sus fronteras.
Si Putin no quer¨ªa que la OTAN fuera m¨¢s fuerte y m¨¢s cercana a la frontera rusa, gracias a la guerra est¨¢ consiguiendo con creces lo contrario, puesto que finlandeses y suecos se han dado todas las prisas para encontrar inmediato cobijo bajo el paraguas defensivo atl¨¢ntico. Algo similar est¨¢ sucediendo con los ucranios, intimidados por las amenazas nucleares de su vecino en respuesta a la victoriosa contraofensiva que est¨¢ barriendo a las tropas rusas. La reacci¨®n de Volod¨ªmir Zelenski ha sido la solicitud del ingreso urgente en la Alianza, recibida con reservas en Bruselas, pero con todo el apoyo de diez pa¨ªses socios, precisamente los que mejor conocen c¨®mo las gastan los ej¨¦rcitos rusos.
Seg¨²n David Petraeus, el general que comand¨® las tropas de Estados Unidos en Afganist¨¢n y dirigi¨® la CIA con Barack Obama, la respuesta aliada a un disparo nuclear ruso ser¨ªa la destrucci¨®n de toda la flota en el mar Negro y de todas las fuerzas e instalaciones rusas en territorio de soberan¨ªa ucrania. Sin acudir al art¨ªculo 5 del Tratado sobre la garant¨ªa de mutua defensa, los aliados de la OTAN actuar¨ªan ante el ataque nuclear a Ucrania como si estuviera dirigido contra uno de los aliados.
El ej¨¦rcito ucranio, armado y entrenado por los aliados, ya es el m¨¢s potente y eficaz de Europa, un candidato atl¨¢ntico excelente. Y a no dudar, cuando su Gobierno deba sentarse a negociar el alto el fuego y sobre todo la paz, querr¨¢ con toda la raz¨®n unas garant¨ªas de seguridad equivalentes al art¨ªculo 5 del Tratado Atl¨¢ntico.
Todo le sale mal a Putin. Consigue exactamente lo contrario de lo que se propone. Dispara y el tiro le sale por la culata o va a su propio pie. El nuclear puede ser el ¨²ltimo y definitivo.
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