Y Elon Musk compr¨® Twitter
Los antecedentes del empresario y sus declaraciones invitan a desconfiar de su prop¨®sito de mejorar la conversaci¨®n democr¨¢tica
Finalmente, el pasado viernes Elon Musk compr¨® Twitter por 44.000 millones de d¨®lares con la intenci¨®n declarada de convertirlo en un paradigma de la libre expresi¨®n. Su primera decisi¨®n fue despedir a cuatro de sus m¨¢ximos responsables, incluyendo el consejero delegado, Parag Agrawal, y a la jefa de asuntos legales y pol¨ªtica de empresa, Vijaya Gadde. Antes de abandonar la presidencia de Twitter a finales de 2021, Jack Dorsey habl¨® de los problemas que dejaba sin resolver en la empresa que hab¨ªa cofundado en 2006 y que hoy pertenece a Elon Musk. Entre ellos estaban los que m¨¢s han incidido en la degradaci¨®n del debate p¨²blico: dificultades para controlar la desinformaci¨®n y el discurso de odio sin coartar la libre expresi¨®n de los usuarios, la toxicidad de las c¨¢maras de eco y la tendencia de sus algoritmos a favorecer los contenidos m¨¢s pol¨¦micos para incentivar la interacci¨®n. Son problemas pol¨ªticos que afectan a todas las dem¨¢s plataformas que combinan el contenido de los usuarios con algoritmos de recomendaci¨®n, pero no todas son la plataforma elegida por algunas de las personas m¨¢s influyentes del planeta.
La responsabilidad de solucionar ese y otros problemas que afectan gravemente a la democracia y la convivencia est¨¢ hoy en manos de Elon Musk, un ¡°extremista de la libre expresi¨®n¡± que se ha mudado a Texas para no pagar impuestos y cuyos m¨²ltiples intereses se reparten entre empresas de coches el¨¦ctricos (Tesla), conexi¨®n por nanosat¨¦lites (Starlink), viajes espaciales (SpaceX), infraestructuras (The Boring Company), paneles solares (SolarCity) y biotecnolog¨ªa (Neuralink), adem¨¢s de poseer una criptomoneda llamada dogecoin que ha promocionado exclusivamente en Twitter durante la criptoburbuja de 2021.
Seg¨²n ha declarado el nuevo due?o de la empresa, ¡°la libertad de expresi¨®n es la base de una democracia, y Twitter es la plaza p¨²blica digital donde se debaten los asuntos vitales para el futuro de la humanidad¡±. En realidad, su espacio de debate est¨¢ dominado por periodistas, pol¨ªticos, celebridades e instituciones y no todo el mundo puede quedarse en ella. Twitter bloque¨® a Donald Trump por ¡°glorificar la violencia¡± durante el asalto al Capitolio en enero de 2021 por decisi¨®n de Jack Dorsey, y los republicanos lo han acusado de apartar contenidos o usuarios de los sistemas de recomendaci¨®n. Pero lo importante no es si lo ha hecho, sino que podr¨ªa impulsar o rebajar la capacidad de difusi¨®n de una cuenta determinada sin informar a nadie y sin que hubiese modo de saberlo. Es imposible predecir lo que har¨¢ con Twitter a partir de ahora, pero parece improbable que su objetivo vaya a ser mejorar la conversaci¨®n p¨²blica en democracia.
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