Nuevas metas para Am¨¦rica Latina

La guerra en Ucrania y la crisis mundial del coste de vida golpean con dureza a Am¨¦rica Latina y el Caribe. El crecimiento regional, que despu¨¦s de la covid-19 exhibi¨® una recuperaci¨®n impresionante hasta alcanzar una tasa promedio del 6,8% en 2021, se reducir¨¢ a apenas el 1,8% este a?o, con efectos paralizantes para las personas m¨¢s vulnerables. En comparaci¨®n con 2021, la tasa de pobreza de Am¨¦rica Latina en 2022 aumentar¨¢ 0,9 puntos porcentuales hasta el 33%, y la pobreza extrema subir¨¢ 0,7 puntos porcentuales hasta el 14,5%.

Pero muchos pa¨ªses de la regi¨®n tienen una oportunidad para redefinir sus pol¨ªticas econ¨®micas; y aunque todos son muy distintos, se enfrentan a un conjunto de desaf¨ªos estructurales comunes, que incluyen la dependencia respecto de los recursos naturales, baja productividad, debilidad del sector p¨²blico y un margen fiscal estrecho.

La soluci¨®n de estos desaf¨ªos demanda una gobernanza progresista y el ¨¦nfasis en objetivos econ¨®micos claros: crear empleo, aumentar la productividad, reducir la pobreza, eliminar la brecha digital y acelerar la transici¨®n a la energ¨ªa limpia. Para sostener esta agenda, los gobiernos necesitar¨¢n una narrativa nueva que ponga en primer plano el crecimiento impulsado por la innovaci¨®n. No se trata de que los pa¨ªses de Latinoam¨¦rica necesiten innovaciones disruptivas (como las que vemos en Silicon Valley), sino innovaci¨®n con prop¨®sitos espec¨ªficos, para la soluci¨®n de problemas concretos, como la creciente brecha digital y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Por eso, en un nuevo informe para la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (Cepal), titulado Cambio transformador en Am¨¦rica Latina y el Caribe: un enfoque de pol¨ªtica orientada por objetivos, intento ofrecer un plan realista para la creaci¨®n de riqueza en toda la regi¨®n. El informe no traza una senda a seguir para todos los gobiernos, sino que propone un marco y un vocabulario nuevos, e identifica las clases de pol¨ªticas, herramientas e instituciones que se necesitan para impulsar un crecimiento sostenido por la innovaci¨®n.

Para crear una econom¨ªa inclusiva, sostenible y con prosperidad compartida, propongo que los gobiernos de la regi¨®n adopten estrategias industriales orientadas por metas, con menos ¨¦nfasis en el uso de pol¨ªticas ya conocidas y probadas (por ejemplo, aquellas que buscan fortalecer la sustituci¨®n de importaciones o conseguir competitividad v¨ªa precios) y m¨¢s ¨¦nfasis en reconsiderar el papel del Estado.

Hay que ver al Estado no como un obst¨¢culo al crecimiento, sino como un actor fiable y capacitado del mercado, con una posici¨®n ¨²nica para ser ambicioso y audaz en la b¨²squeda de soluciones a los mayores desaf¨ªos de sus pa¨ªses. Pero para que el Estado tenga ¨¦xito en ese papel, los gobiernos deben fijar objetivos claros y demostrar voluntad de usar todos los instrumentos a su alcance, desde la compra p¨²blica hasta la concesi¨®n de pr¨¦stamos. Es la ¨²nica forma eficaz de catalizar procesos de experimentaci¨®n de fondo en m¨²ltiples sectores de la econom¨ªa.

Los gobiernos pueden comenzar por los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y luego idear metas o prop¨®sitos que impulsen una movilizaci¨®n colectiva y transversal para conseguir cada uno de ellos. Como explica el informe, esto exigir¨¢ una estrategia clara para fortalecer las capacidades del sector p¨²blico, mediante el aprovechamiento de nuevas herramientas y pol¨ªticas orientadas a resultados y la creaci¨®n de nuevas instituciones destinadas espec¨ªficamente a esas metas.

Un enfoque de objetivos o prop¨®sitos exige reconocer el hecho de que las transiciones de largo recorrido (por ejemplo, de una econom¨ªa basada en los combustibles f¨®siles a una econom¨ªa sostenible) pueden llevar mucho tiempo. Las valiosas habilidades y capacidades acumuladas por la industria del gas y el petr¨®leo se pueden reorientar de forma que los subsidios que reciben se conviertan en incentivos para que cambien hacia un modelo de econom¨ªa verde.

El informe examina ocho casos de diferentes pa¨ªses de Latinoam¨¦rica en los que pol¨ªticas e instituciones orientadas por metas podr¨ªan satisfacer la necesidad de cambios. Por ejemplo, la dependencia de los recursos naturales, como constata el conocido como ¡°tri¨¢ngulo del litio¡±. Esta regi¨®n, situada entre Argentina, Bolivia y Chile, alberga, junto con Per¨², unas dos terceras partes de las reservas mundiales de este mineral. A pesar del papel crucial de este elemento tanto para la digitalizaci¨®n como para la transici¨®n energ¨¦tica global, Chile, Bolivia y Argentina no han conseguido dirigir de forma correcta el desarrollo regional, porque han permitido que la extracci¨®n de este recurso impulse un crecimiento carente de objetivos.

Si convertimos un recurso natural como el litio en un elemento central de una meta espec¨ªfica (por ejemplo, la descarbonizaci¨®n de la econom¨ªa), los gobiernos pueden reconfigurar el sistema de incentivos. As¨ª, en vez de alentar una explotaci¨®n insensata de los recursos naturales, pueden hacer que las rentas obtenidas de esa actividad se reinviertan en tareas m¨¢s innovadoras y beneficiosas. Mediante un enfoque multisectorial estrat¨¦gico como ese, Argentina, Bolivia y Chile pueden transformar la ¡°maldici¨®n¡± de los recursos naturales en una oportunidad de progreso social y ambiental.

Asimismo, los pa¨ªses del Caribe tienen la oportunidad de crear un sector tur¨ªstico m¨¢s verde a lo largo de toda la cadena de suministro, desde el transporte hasta la construcci¨®n. A trav¨¦s del ambicioso objetivo de preservar los oc¨¦anos y el lecho marino, sus gobiernos pueden fomentar la innovaci¨®n y la inversi¨®n en una variedad de sectores, siguiendo el ejemplo de Barbados y de su inspiradora primera ministra, Mia Mottley.

En ¨²ltima instancia, el informe sobre Latinoam¨¦rica tiene que ver con la creaci¨®n de un nuevo contrato social entre el Estado, las empresas, los sindicatos y la ciudadan¨ªa. Un Estado con m¨¢s audacia y capacidad puede ser un socio mejor para las empresas, al sentar las bases para nuevas alianzas p¨²blico-privadas que maximicen el beneficio p¨²blico en vez de simplemente los beneficios privados. Un elemento crucial de este enfoque de objetivos es que el nuevo Estado empoderado est¨¦ sometido a la rendici¨®n de cuentas por medio de una mayor participaci¨®n ciudadana.

Hoy m¨¢s que nunca, se necesita claridad estrat¨¦gica para enfrentarse al mismo tiempo a la crisis del encarecimiento de precios, a corto plazo, y a los desaf¨ªos estructurales de la regi¨®n a m¨¢s largo plazo. Felizmente, en los gobiernos progresistas de la regi¨®n hay un creciente sentido de urgencia y prop¨®sito. Un enfoque de metas y objetivos puede servirles para empezar a redirigir el crecimiento hacia un futuro m¨¢s inclusivo y sostenible, y espero que el informe resulte una gu¨ªa ¨²til para ello.