Putin aprieta con el hambre
Mosc¨² bloquea la exportaci¨®n de grano de Ucrania y suma a su estrategia la destrucci¨®n del modo de vida de los civiles
La ruptura unilateral por parte de Rusia del acuerdo suscrito con Ucrania el pasado julio para permitir la exportaci¨®n de grano constituye un inaceptable paso m¨¢s dado por Vlad¨ªmir Putin que pone en riesgo a millones de personas en todo el mundo, especialmente a las de los pa¨ªses africanos que est¨¢n pasando graves dificultades. Tras su intento de chantaje a la Uni¨®n Europea con los cortes de suministros de gas a las puertas del invierno, el mandatario ruso ha decidido doblar la apuesta extendiendo el da?o a pa¨ªses que nada tienen que ver con el conflicto militar ¡ªconflicto, hay que recordar, que es fruto exclusivo de su decisi¨®n de invadir un pa¨ªs soberano vecino¡ª y cuyos habitantes se ven amenazados ahora por el hambre. La autojustificaci¨®n rusa se?alando a un ataque contra su flota en Sebastopol ¡ªen Crimea, anexionada ilegalmente por Rusia¡ª y las acusaciones contra el Reino Unido de estar directamente implicado tanto en esta acci¨®n como en las explosiones que han inutilizado el gasoducto Nord Stream parecen un lavado de cara propagand¨ªstico ante lo que es una medida injustificable.
La decisi¨®n de Putin se ha plasmado en la inmovilizaci¨®n inmediata de al menos 176 grandes nav¨ªos de transporte de grano situados en el mar Negro cuya seguridad Mosc¨² ya no garantiza. La suma total de alimentos que transportan los buques ronda los dos millones de toneladas de grano, gran parte de las cuales tienen como destino final ?frica y servir¨ªan para alimentar a unos siete millones de personas. Rusia ha interrumpido de forma arbitraria una cadena de suministros cuya paralizaci¨®n, seg¨²n denuncian diversas ONG, puede tener repercusiones en m¨¢s de 300 millones de personas.
Esta pol¨ªtica de extensi¨®n del castigo queda confirmada por los bombardeos masivos de los ¨²ltimos d¨ªas sobre infraestructuras civiles a lo largo de toda Ucrania. Ha sido especialmente atacada Kiev, donde 350.000 viviendas han quedado sin suministro el¨¦ctrico y el 80% de la poblaci¨®n ¡ªcifrada en tres millones antes de que se iniciara la invasi¨®n rusa¡ª ha pasado d¨ªas sin acceso al agua corriente, que ayer se reactiv¨® con cortes. Lejos de ser objetivos estrictamente militares como machaconamente repite la maquinaria oficial rusa, los proyectiles han destruido plantas generadoras y distribuidoras de energ¨ªa, dep¨®sitos y conducciones de agua, repetidores de televisi¨®n y torres de telefon¨ªa m¨®vil, entre otras infraestructuras. Es decir, se trata de una destrucci¨®n sistem¨¢tica de todos aquellos elementos que permiten a la poblaci¨®n civil llevar una vida m¨ªnimamente garantizada, y de quebrar su voluntad de permanecer en sus lugares habituales de residencia haciendo esta posibilidad muy dif¨ªcil cuando no imposible.
A la vista de que en el frente militar Rusia est¨¢ experimentando graves dificultades y de que sus amenazas veladas de una implicaci¨®n nuclear en el conflicto ¡ªaunque tomadas muy en serio por la OTAN¡ª supondr¨ªan en realidad un desastre para todos, Putin ha optado por convertir a los civiles en el nuevo frente de batalla, ya sea con la temperatura de sus casas en Europa occidental, con el suministro de alimentos en ?frica o con la mera supervivencia en Ucrania. El paso dado con el bloqueo del grano es de una injusticia e indiferencia hacia el sufrimiento ajeno pocas veces vistas. Hay que alabar los esfuerzos que est¨¢ realizando Turqu¨ªa para reconducir a Rusia al acuerdo y esperar que den resultado para no enfrentarnos a una crisis alimentaria completamente deliberada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.