Bienvenidos al mundo idiota

Hace unos a?os, escrib¨ª sobre la pel¨ªcula Idiocracia (2006), un film de culto dirigido por Mike Judge que pas¨® sin pena ni gloria por algunas carteleras, y apenas tuvo distribuci¨®n por parte de su productora. En ella, un militar del Ej¨¦rcito de Estados Unidos, encarnado por Luke Wilson, se somete a un experimento secreto por parte del Gobierno junto a una prostituta, interpretada por Maya Rudolph. El experimento consiste en que los participantes son criogenizados durante un a?o para comprobar c¨®mo resisten los soldados durante las temporadas en las que no hay guerras.

Por una serie de casualidades, los dos voluntarios son congelados durante 500 a?os y despiertan en un mundo completamente distinto, que se caracteriza por la involuci¨®n de la inteligencia. La premisa de la pel¨ªcula es la siguiente: solo tienen muchos hijos los extremistas religiosos, los ignorantes y los idiotas, con lo cual, el resultado es que el mundo ¡ªque en la pel¨ªcula, como en toda pel¨ªcula hollywoodiense, se limita a Estados Unidos¡ª se ha convertido en una idiocracia. ?En qu¨¦ consiste este sistema? En una plutocracia regida por idiotas en la que los juicios son realities de televisi¨®n, la alimentaci¨®n es comida basura y el planeta est¨¢ siendo destruido por la avaricia e incapacidad mundial. Ah, y por supuesto, no hay seguridad social ni sanidad p¨²blica, as¨ª que a los ciudadanos les atienden las m¨¢quinas y mueren desangrados en hospitales cuajados de publicidad.

Partiendo de este ¨²ltimo punto, ser¨ªa muy f¨¢cil hacer la comparaci¨®n con la situaci¨®n actual, especialmente en la Comunidad de Madrid. De hecho, mucha gente que ha visto la pel¨ªcula la entiende como una premonici¨®n de los gobiernos m¨¢s neoliberales. Pero es en estos d¨ªas, viendo las reacciones de la derecha, que quiz¨¢s deber¨ªamos definirlo de otra manera: no estamos en una idiocracia, pero nos tratan como tal. ?C¨®mo puede entenderse si no la acomodaticia respuesta a la manifestaci¨®n en favor de la sanidad p¨²blica del 13 de noviembre? Si desde el Gobierno de la presidenta Isabel D¨ªaz Ayuso se ignora la protesta, desde algunos foros conservadores se insiste en jugar con premisas tan absurdas como que los seguros privados facilitan la descongesti¨®n de la sanidad p¨²blica, evitando hablar de que la derivaci¨®n de los pacientes a la sanidad privada se ha convertido en un rentable negocio, como recordaba la organizaci¨®n Coordinadora Antiprivatizaci¨®n de la Sanidad (CAS) de Madrid.

Tambi¨¦n es sorprendente comprobar c¨®mo desde la derecha se est¨¢ popularizando una actitud calvinista, un se?alamiento moralista de conductas privadas de personalidades culturales, como si estas entraran en contradicci¨®n con la defensa de lo p¨²blico: un director de cine o un actor sin responsabilidades pol¨ªticas que tenga un seguro m¨¦dico y haya ido a la manifestaci¨®n por la defensa de la sanidad es un hip¨®crita. Y esta misma derecha es la que dice que las feministas son las cazadoras de brujas, qu¨¦ paradoja. Quiz¨¢s lo preocupante sea ver c¨®mo hemos normalizado la creencia de que la mera defensa de lo p¨²blico sea motivo de ataque. Como en el peor thatcherismo, vuelve en oleadas la frase de su l¨ªder, para que recordemos en qu¨¦ consiste el lema de la libertad que tanto se promulga: ¡°No existe la sociedad, existen los individuos y las familias¡±.

Si ampliamos el contexto, podemos jugar a encontrar m¨¢s similitudes, ya que el mundo se parece cada vez m¨¢s a una ficci¨®n dist¨®pica de idiocracias. Si en Ad Astra su protagonista Brad Pitt se pelea con piratas en la Luna, en la actualidad comienza la carrera espacial por la extracci¨®n de sus recursos naturales. Por otro lado, como en las pel¨ªculas futuristas que anuncian el caos que precede al autoritarismo m¨¢s feroz, la poblaci¨®n se arma y crece el caldo de cultivo para los discursos xen¨®fobos y hom¨®fobos. Aumenta la violencia contra la poblaci¨®n LGTBI ¡ªel ¨²ltimo titular es un tiroteo que deja al menos cinco muertos en Colorado¡ª mientras se omite la creciente oleada de odio, que incluye la propagaci¨®n de bulos y las cada vez m¨¢s recurrentes manifestaciones de grupos ultraderechistas en clubs y discotecas de dicha comunidad. Sin ir m¨¢s lejos, la republicana Lauren Boebert, miembro de la C¨¢mara de Representantes y conocida defensora del uso indiscriminado de armas entre la poblaci¨®n, calificaba recientemente los shows de drags como ¡°una depravaci¨®n¡±. Las manifestaciones de la derecha contra la poblaci¨®n LGTBI han crecido un 16% tan solo en el ¨²ltimo a?o.

Por ¨²ltimo, como en Idiocracia, los magnates quedan ridiculizados por sus caprichos fara¨®nicos. Si en la pel¨ªcula las plantas eran regadas con gaseosa por pura estupidez, en la actualidad Elon Musk provoca el caos en Twitter con despidos masivos y las suplantaciones de identidad est¨¢n a la orden del d¨ªa. Para cerrar el c¨ªrculo, Donald Trump ha vuelto a la red. Curiosamente, no hace tanto exist¨ªa el concurso para diferenciar los tuits de Trump y los del personaje principal de la pel¨ªcula, el presidente Dwayne Elizondo Mountain Dew Herbert Camacho, estrella del porno y campe¨®n de lucha. Bienvenidos al presente idiota.