?Qui¨¦n se acuerda de Moldavia?

Para bien o para mal, a uno lo educaron con un m¨¦todo did¨¢ctico que fomentaba el ejercicio de la memoria. Sin Google a mano, los educandos almacen¨¢bamos datos en un artilugio carnoso llamado cerebro. Algunos a¨²n recordamos la lista de las capitales de los numerosos parcelamientos del planeta llamados pa¨ªses, si bien, transcurridas las d¨¦cadas, desaparecieron parcelas y surgieron otras. De pronto, uno de los reunidos en la velada navide?a pregunt¨® por la capital de Moldavia. Se hizo un silencio caviloso, de personas ajetreadas en el registro de sus despensas mentales. Moldavia, anta?o una rep¨²blica de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, no estaba en la lista del colegio.

Corren d¨ªas dif¨ªciles para este trozo de Europa apenas mencionado en las noticias. Se trata de uno los pa¨ªses m¨¢s pobres del continente, al que, para colmo, alcanzan de lleno los efectos nocivos del conflicto b¨¦lico de Ucrania. La resistencia del pa¨ªs vecino al avance de las tropas rusas lo ha preservado hasta la fecha de una m¨¢s que probable invasi¨®n. As¨ª lo entiende una buena parte de sus dos millones y medio de habitantes, convencidos de que Putin incluye a su peque?o pa¨ªs en la reconstrucci¨®n territorial del imperio.

Leo que el tendido el¨¦ctrico de Moldavia est¨¢ acoplado al de Ucrania desde los tiempos de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Diversas regiones del pa¨ªs est¨¢n a oscuras, el fr¨ªo arrecia y la compra de electricidad a Ruman¨ªa resulta demasiado costosa. Moldavia contaba con una planta productora de energ¨ªa, pero se encuentra en el semiestado de Transnistria, controlado en la actualidad por el Ej¨¦rcito ruso. Hay una ciudad, Tudora, c¨¦lebre por sus melocotones. La poblaci¨®n tala los ¨¢rboles frutales para obtener le?a con que calentarse en el duro invierno, quemando as¨ª su fr¨¢gil porvenir. Dudo que haya un solo moldavo que no quisiera cambiar sus problemas por los nuestros.