Recuperar los salarios
El pacto de rentas sigue siendo el mecanismo clave para limitar el aumento de la desigualdad salarial
El a?o 2022 ha marcado un notable descenso del poder adquisitivo de los salarios. El incremento de los precios, que se situ¨® en el 8,4% de media, se ha visto contrastado con un aumento salarial pactado de solo un 2,78%, de manera que los salarios acordados a trav¨¦s de convenios ...
El a?o 2022 ha marcado un notable descenso del poder adquisitivo de los salarios. El incremento de los precios, que se situ¨® en el 8,4% de media, se ha visto contrastado con un aumento salarial pactado de solo un 2,78%, de manera que los salarios acordados a trav¨¦s de convenios colectivos han perdido alrededor de seis puntos de poder adquisitivo. Esta p¨¦rdida supone volver a la casilla de salida en materia de recuperaci¨®n salarial, situando el poder adquisitivo del salario medio en niveles similares a los que se experimentaron a lo largo de la crisis financiera de la pasada d¨¦cada. A la espera de otros indicadores, se puede suponer que los salarios m¨¢s bajos y aquellos que no est¨¢n protegidos por convenios colectivos han experimentado todav¨ªa una mayor erosi¨®n, de manera que la p¨¦rdida de poder adquisitivo ha sido todav¨ªa m¨¢s grave.
La ausencia durante 2022 de un pacto de rentas que permitiera repartir las cargas de la crisis de manera equitativa ha terminado por hacer recaer el coste de la inflaci¨®n en los trabajadores, mientras que las estad¨ªsticas recogidas sobre beneficios empresariales apuntan a un fuerte crecimiento de los mismos, seg¨²n han se?alado servicios de estudios independientes como Funcas o el Banco de Espa?a. Mientras los m¨¢rgenes empresariales han tendido a contribuir a la inflaci¨®n, los salarios han tenido el papel contrario con un efecto moderador sobre la subida de precios. Si Espa?a ha conjurado el riesgo de una espiral inflacionaria durante el pasado a?o, ha sido en buena parte por el comportamiento de los salarios y el sacrificio de los trabajadores.
Las consecuencias son de alcance: la p¨¦rdida de poder adquisitivo afecta directamente a la renta disponible de los hogares y, de esta manera, al consumo interno. Un consumo interno debilitado afectar¨¢, igualmente, al crecimiento econ¨®mico, que se ver¨¢ reducido. De no ponerse en marcha soluciones adecuadas, la situaci¨®n corre el riesgo de consolidarse y provocar un efecto todav¨ªa m¨¢s negativo en la desigualdad y en la pobreza de aquellos sectores con menores salarios. En un pa¨ªs donde el 12,7% de la poblaci¨®n trabajadora est¨¢ en riesgo de pobreza, seg¨²n Eurostat, esta situaci¨®n debe considerarse inaceptable y exige medidas inmediatas. Para mejorar la salud de nuestra econom¨ªa, resulta indispensable activar todos los resortes necesarios para lograr un pacto de rentas.
Existen experiencias internacionales en las que reflejarse, como los acuerdos logrados en pa¨ªses como Portugal o en los sectores industriales alemanes: evidencian que es posible alcanzar pactos que se?alen una senda de recuperaci¨®n del poder adquisitivo, evitando de esta manera la perpetuaci¨®n de una situaci¨®n de deterioro patente. Los ¨²ltimos a?os han sido testigos de una importante serie de acuerdos entre los agentes sociales que han obtenido buenos resultados tanto para empresas como para trabajadores. Este clima de entendimiento, parcialmente roto a lo largo de 2022, deber¨ªa ser reactivado para acordar un marco de recuperaci¨®n de los salarios, m¨¢xime cuando hay ya sobre la mesa propuestas como la desarrollada por CC OO, que debe ser tomada en consideraci¨®n. La restauraci¨®n del poder de negociaci¨®n colectiva, erosionado en la reforma de 2012 que promovi¨® el partido entonces en el Gobierno, el PP, y recuperado en la reforma laboral del actual Gobierno de coalici¨®n en 2022, junto a un incremento ambicioso del SMI, deber¨ªan contribuir en una medida potente a cumplir un objetivo irrenunciable desde un punto de vista progresista.