No hagan promesas sobre la inflaci¨®n que no puedan cumplir
Aunque el ¨ªndice de precios en Reino Unido pueda bajar f¨¢cilmente de m¨¢s del 10% al 5% en poco tiempo, nadie se va a sentir mejor por ello. Para reducir las actuales cifras al 2% se necesitar¨¢ m¨¢s tiempo, y ser¨¢ desagradable
Imag¨ªnense por un segundo que un primer ministro declarara que la victoria de Inglaterra en la Eurocopa 2024 es su principal objetivo pol¨ªtico.
Ser¨ªa absurdo, claramente. La promesa de Rishi Sunak de reducir la inflaci¨®n es de esa misma ¨ªndole, aunque quiz¨¢ no resulte tan evidente. El compromiso es c¨ªnico porque todos sabemos que el Gobierno no controla la inflaci¨®n. En teor¨ªa, controla los salarios del sector p¨²blico. En la pr¨¢ctica, ahora mismo podemos ver lo que pasa cuando lo intenta.
El mayor problema, en mi opini¨®n, es que la inflaci¨®n podr¨ªa no bajar tanto como Sunak cree, haga lo que haga el primer ministro. En nuestra hipot¨¦tica comparaci¨®n ser¨ªa como si Inglaterra no pudiera clasificarse. No le proporcionar¨ªa ninguna ventaja pol¨ªtica, porque reclam¨® imprudentemente la propiedad de un asunto que no le correspond¨ªa.
Es un error frecuente pensar que cuando la inflaci¨®n es baja, los precios bajan. Lo que pasa es que suben menos. Lo que hoy es inasequible, ma?ana lo ser¨¢ a¨²n m¨¢s, a no ser que los ingresos progresen al mismo ritmo.
Lo que hace que la tasa de inflaci¨®n sea un tema inapropiado para la pol¨ªtica es que rara vez se corresponde con nuestras experiencias vitales. Sabemos que las tasas de inflaci¨®n general est¨¢n bajando porque las subidas del precio de la energ¨ªa de los ¨²ltimos a?os se van a dejar fuera del ¨ªndice anual. Pero la tasa en cuesti¨®n es una medida estad¨ªstica que hace referencia al pasado. Nos dice qu¨¦ ocurri¨® el a?o anterior. Las tasas anuales no tienen este problema, pero contienen demasiado ruido para ser ¨²tiles. Las tasas de inflaci¨®n subyacente, que excluyen elementos altamente variables, como la energ¨ªa y los alimentos, son una medida alternativa preferida por algunos. Lo que suelo observar es que la gente elige el ¨ªndice que mejor se ajusta a sus propios prejuicios. Si uno quiere por encima de todo que bajen los intereses, hay un ¨ªndice para ¨¦l. Para Sunak, ese ¨ªndice es la tasa de inflaci¨®n general.
Pero, ojo, la econom¨ªa pol¨ªtica no es un concurso de fanfarronadas estad¨ªsticas. Aunque la inflaci¨®n pueda bajar f¨¢cilmente de m¨¢s del 10% al 5% en poco tiempo, nadie se va a sentir mejor por ello. Para reducir la inflaci¨®n al 2% se necesitar¨¢ m¨¢s tiempo, y ser¨¢ desagradable. Una tasa anual del 2% es el objetivo de la mayor¨ªa de los bancos centrales del mundo, incluido el Banco de Inglaterra. Eligen esa cifra porque es lo bastante baja como para que a la gente no le preocupe el alza de los precios. Incluso cuando alcancemos ese punto, la lucha pol¨ªtica no habr¨¢ terminado. La gente seguir¨¢ preocup¨¢ndose por la p¨¦rdida de ingresos reales.
As¨ª pues, ?qu¨¦ sabemos en realidad sobre la inflaci¨®n? Un hecho es que los precios de la energ¨ªa han ca¨ªdo este a?o por debajo del punto en que estaban cuando Rusia invadi¨® Ucrania. Es una buena noticia que muchos, yo entre ellos, no esper¨¢bamos. Pero los precios de la energ¨ªa tienden a la inestabilidad, y podr¨ªan volver a subir a finales de este a?o. En estos momentos, los de los alimentos siguen subiendo. La inflaci¨®n en el sector servicios es alta. Hay una din¨¢mica inflacionista en la econom¨ªa que existe con independencia del petr¨®leo y el gas de Vlad¨ªmir Putin.
Uno de los factores que impulsan esta din¨¢mica son los salarios. Seg¨²n la Oficina Nacional de Estad¨ªsticas, el aumento del salario medio de los trabajadores brit¨¢nicos fue de un 6,1% anual entre agosto y diciembre. La cifra est¨¢ muy por encima del objetivo del 2% de inflaci¨®n, pero muy por debajo de las tasas de inflaci¨®n general. A pesar de la subida de los salarios, los trabajadores han sufrido una reducci¨®n de sus ingresos reales. Con el tiempo intentar¨¢n recuperar esa p¨¦rdida. No habr¨¢ una espiral de precios y salarios como la de la d¨¦cada de 1970, pero no es necesario que se produzca algo as¨ª para que los salarios ejerzan presi¨®n sobre la inflaci¨®n. Puede que la presi¨®n no sea extrema, pero s¨ª persistente.
A esto hay que a?adir las variaciones estructurales. El cambio clim¨¢tico constituye en s¨ª mismo un factor inflacionista por su repercusi¨®n en los precios de los alimentos y las primas de los seguros. Los economistas Charles Goodhart y Manoj Pradhan sostienen en un libro reciente que el envejecimiento de las sociedades provocar¨¢ una inversi¨®n de la desigualdad de ingresos y una reactivaci¨®n de la inflaci¨®n.
Las bajas tasas de las dos d¨¦cadas anteriores se debieron en parte a que China e India introduc¨ªan a?o tras a?o millones de trabajadores en el mercado industrial mundial. Asimismo, la ampliaci¨®n de la UE aument¨® la oferta de mano de obra barata procedente de Europa del Este. La poblaci¨®n china ha empezado a disminuir. El Brexit trajo consigo una reducci¨®n del n¨²mero de trabajadores inmigrantes. En Alemania se habla ahora de una escasez aguda de mano de obra en muchos sectores. El fuerte impulso deflacionista de las ¨²ltimas dos d¨¦cadas se est¨¢ convirtiendo en un impulso inflacionista.
La inflaci¨®n se produce cuando en la econom¨ªa la demanda agregada supera a la oferta. Una recesi¨®n podr¨ªa acabar con ella al reducir la demanda. Pero los datos econ¨®micos de las ¨²ltimas semanas indican que el crecimiento se mantiene mejor de lo que la mayor¨ªa de nosotros esperaba hace tan solo unas semanas. Si la inflaci¨®n tiene su origen en un exceso de demanda, el problema persiste.
Quiz¨¢ la respuesta honesta sea que no podemos estar seguros. Los bancos centrales hacen bien en ser prudentes. Lo que s¨ª puedo afirmar sin temor a equivocarme es que no se puede sostener de manera cre¨ªble que la inflaci¨®n vaya a descender en breve bas¨¢ndose ¨²nicamente en los datos actuales o en las pruebas hist¨®ricas. Nunca hemos pasado por algo como lo que est¨¢ ocurriendo ahora.
La t¨¢ctica de Sunak en relaci¨®n con la inflaci¨®n se basa en una valoraci¨®n t¨ªpica de la comunidad financiera de la que procede. En el fondo, el primer ministro brit¨¢nico es un banquero de Goldman Sachs. El modelo de un banco depende de que los tipos de inter¨¦s sean bajos eternamente. El Partido Conservador, adem¨¢s, es la formaci¨®n pol¨ªtica de la propiedad de la vivienda y los bajos tipos de inter¨¦s. Ambos han encontrado a su media naranja, pero el mundo que los rodea ha cambiado.
Hay una diferencia fundamental entre los bancos y los gobiernos. Los primeros hacen toda clase de apuestas arriesgadas a diario. Cuando un banco quiebra, el Gobierno lo rescata. Cuando un Gobierno fracasa, el electorado lo expulsa.
As¨ª que bien podr¨ªa haber apostado por la Eurocopa 2024.
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