El consentimiento y su contexto
El PSOE se presente ahora como un actor ajeno a la ley que pretende reformar: la operaci¨®n se parece a separar a la clara y la yema del huevo despu¨¦s de hacer una tortilla
La insistencia en la mentira de que la ley del solo s¨ª es s¨ª en Espa?a pone en el centro en el consentimiento por primera vez confirma que en la era de la posverdad las principales fuentes de desinformaci¨®n son las mismas de siempre: los gobiernos y los medios. El episodio retrata a Unidas Podemos: la obsesi¨®n sem¨¢ntica y el ataque a los jueces son dos caracter¨ªsticas del populismo, que Jos¨¦ Luis Villaca?as ha definido como ¡°Carl Schmitt atravesado por los estudios culturales¡±. El recorrido ejemplifica la definici¨®n de la pol¨ªtica atribuida a Ernest Benn: ¡°es el arte de buscar problemas, encontrarlos est¨¦n all¨ª o no, diagnosticarlos incorrectamente y aplicar los remedios inadecuados¡±. Ahora, la proposici¨®n de ley del Partido Socialista regresa a lo que hab¨ªa antes. Como ha escrito el abogado Jos¨¦ Mar¨ªa de Pablo, ¡°en s¨ªntesis, se vuelve a la distinci¨®n entre abuso y agresi¨®n, con pr¨¢cticamente las mismas penas de 1995, aunque al antiguo abuso se le llama ahora agresi¨®n y a la antigua agresi¨®n se le llama ahora agresi¨®n con violencia o intimidaci¨®n¡±. La idea inicial de eliminar las distinciones, de eludir la gradaci¨®n entre unas formas de atentado contra la libertad sexual y otras, no resist¨ªa el an¨¢lisis: ?c¨®mo no va a tener un castigo mayor una agresi¨®n m¨¢s grave? Ha habido tambi¨¦n un choque con dos principios ilustrados. El prop¨®sito de cambiar la carga de la prueba, que no lleg¨® a la ley aunque estaba en los borradores, implicaba crear una excepci¨®n a un principio b¨¢sico de nuestro ordenamiento jur¨ªdico: la presunci¨®n de inocencia. La retroactividad favorable al reo es otro elemento esencial en derecho penal. Quien quisiera ignorar esos principios defend¨ªa una concepci¨®n preilustrada de la ley; quien utilizara la indignaci¨®n como propaganda constru¨ªa un teatrillo fr¨ªvolo con instrumentos delicados: el dolor y el C¨®digo Penal. Los efectos indeseados ¨Dla reducci¨®n de penas¨D se esgrimen para justificar la reforma: se pueden corregir otros errores de la ley, pero esos efectos seguir¨¢n ah¨ª. El motivo del cambio anunciado es el mismo af¨¢n electoralista que alent¨® la reforma. La f¨®rmula elegida, una proposici¨®n de ley, permite ahorrarse tr¨¢mites legislativos y elude el consejo de abogados y penalistas: no resulta tranquilizadora. Pero lo m¨¢s asombroso de todo es que el PSOE se presente ahora como un actor ajeno a la ley que pretende reformar: la operaci¨®n se parece a separar a la clara y la yema del huevo despu¨¦s de hacer una tortilla. @gascondaniel
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