Petro y la reforma sanitaria
El presidente de Colombia afronta la primera gran batalla pol¨ªtica de su mandato tras una crisis de gobierno
El Gobierno de Gustavo Petro ha afrontado con la destituci¨®n de tres ministros su primera importante crisis pol¨ªtica. El detonante de fondo ha sido un asunto que amenaza con convertirse en la gran batalla del primer Ejecutivo de izquierdas en la historia reciente colombiana: su reforma sanitaria. El proyecto de ley, presentado hace dos semanas al Congreso, ha tensado las cuerdas pol¨ªticas del pa¨ªs sudamericano tanto por la estrategia de defensa enarbolada por el propio Petro, quien convoc¨® marchas de apoyo a la reforma y se erigi¨® en centro absoluto de la plaza p¨²blica, como por las contramanifestaciones de una oposici¨®n sin liderazgo visible ¡ªel expresidente ?lvaro Uribe V¨¦lez incluso ha pedido a sus seguidores no insultar a quien fuera uno de sus m¨¢s feroces cr¨ªticos¡ª, pero que, despu¨¦s de meses sin una ocasi¨®n clara para atacar a Petro, ha fomentado el temor a que la reforma suponga un retroceso en la salud de los colombianos.
En el sistema actual los ciudadanos se afilian a alguna Entidad Promotora de Salud (EPS), que puede ser p¨²blica o privada. Los ciudadanos contribuyen seg¨²n sus ingresos al sistema de salud y el Estado gira recursos a las EPS en funci¨®n de su n¨²mero de afiliados, para que estas sirvan de aseguradoras. La reforma propone eliminar las EPS y que el Estado pague directamente a las cl¨ªnicas las prestaciones de servicios. Esa propuesta acabar¨ªa con la intermediaci¨®n de las EPS y el margen que ellas cobran, liberando recursos para la salud, pero corre el riesgo de crear una burocracia estatal que naufrague en la corrupci¨®n y los malos manejos, como ocurri¨® con el extinto Instituto de Seguro Social antes del surgimiento del sistema actual.
El problema para Petro es que la salud no figura entre las principales preocupaciones ciudadanas, y s¨ª est¨¢n entre ellas la permanente inseguridad, una inflaci¨®n que no cede o el desempleo que ronda el 12%. Adem¨¢s, algunos temen volver a la situaci¨®n previa al sistema de salud actual, que logr¨® aumentar la cobertura del 24% de los colombianos protegidos en 1993 al 99,6% en 2022.
La propuesta de Petro est¨¢ basada en programas bien conocidos de la izquierda colombiana, pero no ha logrado, seg¨²n las encuestas, arraigar con fuerza en la opini¨®n p¨²blica, donde entre el 50% y el 65% de los ciudadanos muestran su desapego. Incluso dentro del Gobierno ha tenido fuertes detractores, como el relevado ministro de Educaci¨®n, Alejandro Gaviria, quien manej¨® la cartera de Salud entre 2012 y 2018. Gaviria critic¨® el proyecto en varias reuniones internas con la consecuencia de un cese que busca disciplinar al Gabinete alrededor de su presidente.
Una reforma de este calado, que trata sobre la salud de los m¨¢s de 50 millones de habitantes de Colombia, requiere del mayor consenso posible. Del Gobierno como de sus adversarios cabe esperar menos crispaci¨®n y m¨¢s soluciones pr¨¢cticas. Todo proyecto de ley puede ser mejorado, y este sin duda tambi¨¦n, pero solo la negociaci¨®n entre los distintos sectores podr¨¢ sacar adelante un proyecto mayoritariamente aceptado.
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