?Qu¨¦ man¨ªa con lo nacional!

El fontanero chapuzas de la pel¨ªcula El milagro de P. Tinto arranca la buj¨ªa, la correa y otras piezas de fabricaci¨®n forastera de un motocarro averiado y exclama iracundo: ¡°?Qu¨¦ man¨ªa con lo extranjero!¡±. Viendo la reacci¨®n pol¨ªtica, de la izquierda y la derecha, a la decisi¨®n de Ferrovial de trasladar su sede social a Pa¨ªses Bajos, podr¨ªamos decir ?Qu¨¦ man¨ªa con lo nacional!

Tras a?os enterrado en el ba¨²l de los recuerdos franquistas, el concepto de patria es sacado por los partidos para esconder sus propias debilidades. Es l¨®gico que el cambio de Ferrovial duela a un patriota. Entristece que quienes contribuyen a la riqueza del pa¨ªs se vayan, como tambi¨¦n se nos encoge el coraz¨®n cuando los profesionales sanitarios migran a Francia o los ingenieros a Alemania. Pero convertir ese sentimiento de decepci¨®n en uno de enfado, acusando al presidente de la constructora de que ¡°la patria no es solo hacer patrimonio, es ayudar a tu pa¨ªs¡±, es doblemente perjudicial. Primero, porque no une a los ciudadanos en torno a la patria, sino que los divide entre patriotas y traidores. Y, segundo, porque, cuando concedes tanta importancia a una iniciativa tan puntual y contingente, le otorgas rango de categor¨ªa a lo que es anecd¨®tico, dando as¨ª munici¨®n a quienes dudan de la credibilidad econ¨®mica del pa¨ªs. La marcha de Ferrovial obedece a multitud de factores y, si lo achacas a la deslealtad, pones el punto de mira sobre ti mismo.

Cuesta entender la intensidad de la ofensiva en un Gobierno europe¨ªsta. Si creemos en Europa y queremos sus fondos de recuperaci¨®n, tenemos que aceptar las reglas de juego tambi¨¦n cuando perdemos y no s¨®lo cuando anunciamos la instalaci¨®n de gigafactor¨ªas de bater¨ªas en nuestro pa¨ªs. De la misma manera que no ser¨ªa ni eficaz ni est¨¦tico que el gobernador de California atacara a una empresa que se va a Florida, nuestro Gobierno deber¨ªa autocontenerse.

Desde la derecha tambi¨¦n se ha exagerado el movimiento de Ferrovial, como una suerte de punta del iceberg de un problema de solvencia de Espa?a. Pero nuestra econom¨ªa tiene mejores perspectivas que la media europea de crecimiento a corto y a largo plazo, por nuestro atractivo para la inversi¨®n extranjera. Muchas multinacionales instalan sus f¨¢bricas aqu¨ª por la combinaci¨®n entre unos bajos costes laborales unitarios y unas altas prestaciones de los trabajadores y las infraestructuras p¨²blicas, tanto f¨ªsicas como jur¨ªdicas.

Ni Pa¨ªses Bajos es un para¨ªso fiscal, como piensa cierta izquierda, ni Espa?a una rep¨²blica bananera, como considera cierta derecha. Somos fontaneros que a veces fallamos, pero no chapuzas. @VictorLapuente