Experimento
Haz que suene la trompeta de Miles Davis tocando ¡®Las hojas de oto?o¡¯ y a esa melod¨ªa a?ade el sabor de un Oporto de reserva en los labios. Con estas dos sensaciones superpuestas se inicia el camino hacia la cumbre
Del mismo modo que para realizar un guiso excelente se requiere seguir escrupulosamente una receta culinaria muy elaborada, as¨ª un gran amor necesita una previa conquista y la altura m¨ªstica no se consigue sin el sacrificio de la asc¨¦tica. Se supone que el ¨¦xtasis es la cumbre de todos los placeres y para llegar tan alto hasta darle a esa caza alcance, como dice San Juan de la Cruz, es necesario formar con los cinco sentidos corporales, la vista, el o¨ªdo, el tacto, el gusto y el olfato un solo nudo. Es una ascensi¨®n muy ardua que, despu¨¦s de una pr¨¢ctica ritual, han realizado con ¨¦xito los anacoretas, los suf¨ªes, los m¨ªsticos cristianos y algunos gur¨²s hind¨²es muy experimentados. Pero existe una versi¨®n laica a disposici¨®n de cualquiera que pretenda convertirse en un m¨ªstico de andar por casa. Si se trata de unificar en un punto los cinco sentidos corporales puedes realizar este experimento. Haz que suene la trompeta de Miles Davis tocando Las hojas de oto?o y a esa melod¨ªa a?ade el sabor de un Oporto de reserva en los labios. Con estas dos sensaciones superpuestas se inicia el camino hacia la cumbre. Nada te impide acariciar al mismo tiempo con la yema de los dedos la piel del cuerpo adorable de la pareja que te acompa?a en la subida o, en su defecto, es suficiente con el tacto del lino o de la seda de la camisa. Mientras tanto el aroma de la celinda que llega del jard¨ªn habr¨¢ invadido la habitaci¨®n por cuya ventana abierta se ve el mar muy azul en el que navega alg¨²n velero. Los cinco sentidos corporales como v¨ªas del esp¨ªritu est¨¢n colmados. Si consigues unirlos en una sola sensaci¨®n, el placer har¨¢ que la vida se detenga, el pensamiento sucio de deseos habr¨¢ desaparecido, incluso olvidar¨¢s que existes y por eso mismo te creer¨¢s inmortal. Puede que en este caso tu inmortalidad dure lo que dura el solo de trompeta de Miles Davis. Pero, ?para qu¨¦ m¨¢s?
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