Si los vampiros existen
Los defensores del pago por la sangre aseguran que con la donaci¨®n altruista no es suficiente, pero su importaci¨®n no solo plantea un problema ¨¦tico sino tambi¨¦n m¨¦dico
Los avances cient¨ªficos nos enfrentan a decisiones morales que desear¨ªamos no tener que plantearnos. En medicina hay cosas que se pueden hacer, pero que no por ello debemos llevar a cabo, y hay otras que, al menos todav¨ªa, no est¨¢n a nuestro alcance. Una de estas es la fabricaci¨®n de sangre viable. La complejidad del l¨ªquido rojo, cuyos componentes se influyen unos a otros e interact¨²an con el medio, se ha ido desarrollando tras milenios de evoluci¨®n. La hemorragia es la causa m¨¢s com¨²n de muerte evitable por lesiones tanto en escenarios de guerra como en accidentes civiles. Necesitamos sangre para salvar vidas y necesitamos donaciones, pero la sangre es un l¨ªquido delicado que requiere de un tratamiento y una infraestructura sanitaria que no llega a todas partes y que a veces llega a lugares de donde no ha salido.
Gracias a WikiLeaks supimos que uno de los tres activos estrat¨¦gicos del Gobierno de Estados Unidos en Espa?a tiene que ver con el comercio del componente sangu¨ªneo m¨¢s valioso, el plasma. En Espa?a est¨¢ prohibida la venta y la comercializaci¨®n de la sangre, no as¨ª en Estados Unidos. All¨ª supone un negocio muy lucrativo que se traduce en unos ingresos de m¨¢s de 3.000 millones de d¨®lares anuales. Una buena parte del plasma sangu¨ªneo que exporta Estados Unidos llega a la planta de Grifols en Parets del Vall¨¨s (Barcelona) donde tambi¨¦n llega el plasma que se dona en Espa?a. Grifols tiene el monopolio de la sangre en nuestro pa¨ªs y es el tercer portador del mundo de plasma sangu¨ªneo y otros hematoderivados. La sangre que dono en Madrid (funciona de manera parecida en casi todas las comunidades, pero este es el ejemplo que conozco) pasa al Centro de Transfusi¨®n, el cual tiene un acuerdo con la empresa catalana. El centro env¨ªa el plasma a Grifols y este le devuelve derivados plasm¨¢ticos. Cuando hablamos de donaciones, tanto de sangre como de ¨®rganos, se genera una tensi¨®n entre la necesidad de evitar ponerles precio y el coste impl¨ªcito del tratamiento de los tejidos. La sanidad p¨²blica y los profesionales que para ella trabajan son el dique de contenci¨®n contra la mercantilizaci¨®n de la vida.
Desde hace d¨¦cadas, Grifols presiona para que se cambie la ley en Espa?a y se pague a los donantes (igual que lo hacen otras empresas en el nivel europeo). Vender sangre podr¨ªa ayudar a los parados, aseguran. La donaci¨®n dejar¨ªa de ser un acto altruista que coligue a pobres y ricos para convertirse en una transacci¨®n econ¨®mica que nos separe. En Estados Unidos ¡ªcon sanidad privada, donde la esperanza de vida no llega a los 77 a?os y es el segundo pa¨ªs del mundo (le gana China) con mayor desigualdad social¡ª Grifols cuenta con 300 centros de extracci¨®n de plasma y paga una media de 70 d¨®lares por litro al donante. Los hospitales espa?oles consumen m¨¢s cantidad de hemoderivados obtenidos del plasma de la que todav¨ªa somos capaces de producir con la sangre aut¨®ctona. Los 40 millones de estadounidenses en situaci¨®n de pobreza y una parte de la poblaci¨®n checa nos suministran la mitad del plasma que consumimos. Hay quien lo considera una nueva forma de canibalismo.
La Organizaci¨®n Mundial de la Salud apuesta por avanzar hacia una sangre no remunerada al 100% en todos los pa¨ªses. Los defensores del pago de la sangre o del plasma aseguran que con la donaci¨®n altruista no es suficiente. Importar plasma no solo plantea un problema ¨¦tico, es tambi¨¦n una cuesti¨®n m¨¦dica. La gerente del Centro de Transfusi¨®n de la Comunidad de Madrid, Luisa Mar¨ªa Barea Garc¨ªa, explicaba a finales de 2022 la importancia de hemoderivados con plasma aut¨®ctono: ¡°En nuestro ambiente hay una serie de agentes pat¨®genos que no son los mismos que los que circulan en Estados Unidos o China. Si yo quiero producir inmunoglobulinas, los anticuerpos que nos defienden de las infecciones, para defender a mis pacientes de los agentes infecciosos que circulan en mi ¨¢rea es preferible que sea con plasma de donantes de mi ¨¢rea porque combaten mejor estos g¨¦rmenes¡±. Adem¨¢s, se evitar¨ªa la dependencia de terceros pa¨ªses y reducir¨ªa costes. En Alemania tambi¨¦n hay una compensaci¨®n econ¨®mica de unos 30 euros por la donaci¨®n de sangre, pensada para paliar los costes en los que pueda incurrir el donante, como el tiempo perdido o el transporte. Italia no remunera a los donantes, pero les da un d¨ªa libre pagado a quienes vayan a donar. En mi hospital, adem¨¢s de darme un trato exquisito, sal¨ª con una tarjeta canjeable en las cafeter¨ªas, un refresco y la posibilidad de parking gratis.
Menos mal que los tratamientos de belleza en los que se utiliza plasma se realizan con sangre propia, si no el llamado ¡°vampiro facial¡±, que muestran las influencers en Instagram, elevar¨ªa esta problem¨¢tica a un nivel estratosf¨¦rico. Algunas leyendas olvidadas, como la de la condesa sangrienta, la h¨²ngara Elizabeth B¨¢thory, quien supuestamente se ba?aba en sangre de doncellas para preservar su juventud, adquirir¨ªan una actualidad escalofriante.
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