Un para¨ªso a m¨¢s de media hora del mundo
No es nueva la exigua informaci¨®n que se tiene de la Espa?a vac¨ªa en la gran urbe
Desde la azotea del edificio en el que trabajo veo la torre de la iglesia, el barrio Alto, el de La Lobera y los primeros pinos de repoblaci¨®n que se expanden buscando la carretera de Despiernacaballos, La Toba, Huelga Utrera, Venta Rampias, Garrote Gordo, Segura, Orcera, el mundo. Me pregunto si existir¨¢ en la pen¨ªnsula otro municipio tan alejado de su capital de provincia. En los coches antiguos reinan las matr¨ªculas de Murcia; las mujeres suelen parir en Baza o en ?beda ¡ªa poco menos de dos horas o a dos horas y pico, respectivamente¡ª y el crematorio m¨¢s cercano queda como a una hora y diez minutos de viaje por una carretera que, por necesidad orogr¨¢fica, est¨¢ hasta las trancas de curvas. Claro que entonces ya no hay prisa, al menos el protagonista ya no tiene ninguna ¡ªni posibilidad de marearse por el traqueteo del veh¨ªculo¡ª.
Se compromet¨ªa Pedro S¨¢nchez ¡ªpodr¨ªa haber sido cualquier otro pol¨ªtico¡ª, durante una reciente visita a ?beda, a que el mundo rural tendr¨¢ pronto todos los servicios b¨¢sicos a media hora. Solo en el t¨¦rmino municipal de Santiago-Pontones, ning¨²n alcalde ser¨ªa tan insensato como para efectuar tal aseveraci¨®n. Pero corramos un tupido velo, no es nueva la exigua informaci¨®n que se tiene de la Espa?a vac¨ªa en la gran urbe. E insisto, podr¨ªa haber sido cualquier otro pol¨ªtico.
Ning¨²n sem¨¢foro en todo el t¨¦rmino municipal. Un t¨¦rmino municipal que supera en extensi¨®n al de Madrid ciudad o a la suma de Barcelona, Sevilla, Bilbao y Valencia. Una sola rotonda y nueve cementerios repartidos entre los m¨¢s de 80 n¨²cleos de poblaci¨®n habitados a¨²n hoy ¡ªotros muchos fenecieron durante la dictadura y en los primeros a?os de democracia para reconvertir la zona en coto nacional¡ª. Por cierto, ning¨²n muerto en la rotonda, ni ning¨²n accidente, que yo recuerde. Para hacernos o renovarnos el carnet de identidad, vienen desde la comisar¨ªa de Linares ¡ªcomo a dos horas y cuarto¡ª. La notar¨ªa y el registro de la propiedad, a otra hora y diez minutos. Hay cortijos ¡ªpoblados regularmente desde tiempo inmemorial¡ª en los que la funeraria m¨¢s pr¨®xima se halla a una hora. Con raz¨®n viven tanto los serranos, de esta forma a cualquiera se le quitan las ganas de morirse.
Muy pocos olivos, testimoniales, pese a encontrarnos en Ja¨¦n. Ninguna almazara. Aqu¨ª, a todo lo que pasa m¨¢s abajo de Hornos ¡ªla ¨²ltima poblaci¨®n, antes de desembocar en el valle¡ª, se le llama Las Andaluc¨ªas. Y aunque ya es rar¨ªsimo que nos quedemos incomunicados por la nieve, porque contamos con mejores medios y porque, tristemente, ya no nieva como antes, los medios de comunicaci¨®n se empe?an en perpetuar esa imagen que pertenece a un pasado en blanco y negro. ?Deja dinero? Seguro; la belleza de esta mole de monta?as enclavadas en el sur te?idas de blanco resulta incalculable y atrae a much¨ªsimas personas, invierno tras invierno, pero, en mi opini¨®n, tanto ¨¦nfasis y concreci¨®n a la hora de referirse al lugar acaba revirti¨¦ndose en un lastre.
Para volver a Miller ¡ªuna de las aldeas m¨¢s pobladas, unos 50 habitantes perennes¡ª despu¨¦s de una visita al m¨¦dico de cabecera o similar ¡ªobligatorio, ordinario¡ª, hay que transitar por una carretera que en poco m¨¢s de 20 kil¨®metros te sit¨²a en cuatro t¨¦rminos municipales, dos provincias, dos comunidades aut¨®nomas y dos parques naturales. H¨¢ganse una idea de su estado y de la ingente cantidad de jab¨®n que utilizan las distintas y variopintas administraciones para lavarse las manos. Para acudir al colegio o al instituto, algunos de los ni?os que a¨²n persisten en esas cortijadas de Dios dependen de que sus padres puedan acercarlos y recogerlos y de las inclemencias meteorol¨®gicas que implica vivir a 1.300 o 1.400 metros de altura sobre el nivel del mar. O, por el contrario, quedarse internos en la residencia escolar de Santiago de la Espada.
No, no creo que exista otro municipio m¨¢s alejado de su capital de provincia ni de un paritorio o de un quir¨®fano en la pen¨ªnsula. A una hora y media de cualquier franquicia, de un Mercadona. Es Santiago-Pontones, una isla de interior sin mar, pero con la segunda altiplanicie k¨¢rstica m¨¢s extensa de Europa: Los Campos de Hern¨¢n Pelea; una isla que abarca el 33% del parque natural ¡ªel de las sierras de Cazorla, Segura y Las Villas¡ª m¨¢s grande de Espa?a y ¡ªde nuevo¡ª segundo de Europa y, tal vez, el epicentro de una manera de vivir que, al igual que nuestro planeta, comienza a dar sus ¨²ltimas bocanadas. As¨ª que no tarden en venir ¡ªo en volver¡ª a visitarnos. Lo pasar¨¢n bien y ser¨¢n bienvenidos.
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