El talento que expulsa
Los n¨®madas digitales son el nuevo vecino protot¨ªpico de las ciudades globales de nuestra sociedad digital y tienen una influencia determinante en los denominados procesos de ¡°gentrificaci¨®n transnacional¡±. En el caso espa?ol incluso m¨¢s acentuado
Treinta y nueve mil setecientos euros anuales no est¨¢ mal. Es el salario medio que en 2021 cobr¨® un profesional digital en Barcelona. La cifra aparece en un informe de Barcelona Digital Talent publicado en junio del a?o pasado. El prop¨®sito del documento era mostrar la vitalidad de ese sector y su potencial de crecimiento, pero otros datos permiten visualizar un proceso complementario cuyas consecuencias van m¨¢s all¨¢ del trabajo con las pantallas y que afectan a las condiciones de vida del conjunto de los vecinos de la urbe y sus ¨¢reas de influencia. Evidencian la sostenida mutaci¨®n de la capitalidad global de la ciudad.
No es algo que suceda exclusivamente en Barcelona, en medio mundo se ha venido compitiendo por lo mismo. Desde hace un cuarto de siglo la convicci¨®n dominante ha sido la formulada por Richard Florida: la salvaci¨®n de las ciudades depend¨ªa de su capacidad para atraer a las ¡°clases creativas¡±. La traducci¨®n de esta f¨®rmula es la captaci¨®n de trabajadores cualificados que desarrollan actividades tecnol¨®gicas, financieras o de servicios avanzados. Pasa aqu¨ª. Hoy en nuestro pa¨ªs se da esta emigraci¨®n a escala interregional y a escala internacional. Bienvenidas nuevas elites. ?Qu¨¦ administraci¨®n no querr¨ªa vecinos innovadores? En Madrid, por ejemplo, el Ayuntamiento lleg¨® a un acuerdo con Airbnb para facilitar su acogida: Madrid Innovation ¨Dmarca registrada¨D selecciona proyectos de startaperos no residentes en la Comunidad y, a cambio de desarrollarlos en la ciudad, regala ¡°cupones a sus promotores para reservar las casas de anfitriones en Airbnb donde se alojar¨¢n¡±. En Barcelona los nuevos profesionales de ese sector que en 2019 llegaron provenientes de otras ciudades fueron 4.083. Despu¨¦s vino la pandemia con el par¨¦ntesis de la movilidad. Pero en 2021 las cifras ya volvieron a aumentar: 4.737.
El principal factor que explica la emigraci¨®n de capital humano cualificado, como afirman los investigadores Gonz¨¢lez-Leonardo y del Centre d¡¯Estudis Demogr¨¤fics en sus estudios, es la retribuci¨®n. Pero factores no econ¨®micos, b¨¢sicamente relacionados con el bienestar, tambi¨¦n importan. Del bienestar que ofrece la ciudad que acoge esas clases creativas. Del bienestar relacionado con la posibilidad de teletrabajar. Y en esta dimensi¨®n s¨ª que hemos salido distintos. Si antes del confinamiento la oferta de trabajar en remoto era similar en Francia, Reino Unido o en Espa?a, la tendencia ha cambiado: en nuestro pa¨ªs el aumento de puestos de teletrabajo de profesionales digitales ha aumentado significativamente. No tanto como en Varsovia o Berl¨ªn, que son las capitales que ofrecen m¨¢s trabajos con estas condiciones, pero en el caso de Barcelona por encima de la media europea.
Son din¨¢micas que explican otro cambio estructural identificado por L¨®pez Gay: ¡°por primera vez, el porcentaje de poblaci¨®n con estudios superiores es mayor entre la nacida en el extranjero (49,1%) que entre la nacida en Espa?a (48,5%)¡±. No todas estas 200.000 personas nacidas fuera de Espa?a son n¨®madas digitales, claro, pero no debe ser una proporci¨®n menor y lo seguro es que ir¨¢ a m¨¢s. Ellos son el nuevo vecino protot¨ªpico de las ciudades globales de nuestra sociedad digital y tienen una influencia determinante en los denominados procesos de ¡°gentrificaci¨®n transnacional¡±. En el caso espa?ol incluso m¨¢s acentuado.
La mayor¨ªa de trabajadores de aqu¨ª, ni con un sueldo medio, est¨¢n en condiciones de aspirar a vivir en sus ciudades. Los expulsan. Los datos son los que son. ¡°Mientras que antes de la crisis financiera, la renta per c¨¢pita de Espa?a era un 9 % inferior a la europea, en 2022 la distancia hab¨ªa aumentado hasta situarse en el 17 %¡±, se puede leer en la reciente nota del C¨ªrculo de Econom¨ªa, ¡°el exiguo crecimiento de la productividad hace que la renta de los ciudadanos espa?oles, en vez de acercarse a la de los europeos, se aleje de ella¡±. Esa devaluaci¨®n, que en su d¨ªa ayud¨® a exportar mercanc¨ªas o atraer turistas, ahora tiene una derivada angustiante: complica m¨¢s y m¨¢s el acceso a la vivienda en las capitales, como demuestra el drama del alquiler. El talento, parad¨®jicamente, expulsa. Como era de esperar este ha sido el principal tema de la campa?a de las elecciones municipales de hoy.
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