El ma?ana

Los a?os pueden darte desilusiones, rencores, miedos, fantas¨ªas o serenidad. Por motivos privados y p¨²blicos, de salud y de sabidur¨ªa, aconsejo la serenidad. Cuando uno ha visto mucho, muchas veces mucho, sabe que en cualquier caso siempre amanece (que no es poco) y que despu¨¦s del lunes viene el martes y que los jueves tienen la costumbre de ponerse casi viernes por sus ganas de acelerar un fin de semana o la jornada laboral de cuatro d¨ªas (que ya es bastante). Incluso despu¨¦s de una tormenta, la vida nos llama a la puerta para tomarse un caf¨¦ y acompa?arnos al puesto de trabajo. As¨ª que las agujas del reloj, aunque a veces vayan r¨¢pido, son una invitaci¨®n a la serenidad.

Esta campa?a electoral ha sido dura. No creo que se trate s¨®lo de un sentimiento personal, la tentaci¨®n de olvidarme de las durezas del pasado para darle una importancia desmedida al presente. Suciedades democr¨¢ticas hubo en todas las campa?as electorales, pero en estas ¨²ltimas semanas hemos asistido a demasiada crispaci¨®n, insultos, descalificaciones, avisos de cat¨¢strofes, advertencias del abismo, la destrucci¨®n de Espa?a, caricaturas de gobernantes vamp¨ªricos, vueltas y revueltas con el terrorismo y advertencias de un pucherazo generalizado. Esto ¨²ltimo me preocupa especialmente, porque las nuevas formas del autoritarismo medi¨¢tico, gracias a Trump y Bolsonaro, encontraron en las acusaciones de pucherazo una forma populista de asaltar los espacios p¨²blicos. Tengamos cuidado.

As¨ª que no est¨¢ mal pedirle hoy a la sabidur¨ªa de los a?os, m¨¢s all¨¢ de los resultados, un poco de serenidad. El sol sigue saliendo todos los d¨ªas y la vida cotidiana, sea cual sea la situaci¨®n, nos permite mantener nuestro compromiso con la sociedad en la que queremos vivir. Ma?ana ser¨¢ otro d¨ªa que nos exija una respuesta a la luz del sol. Una respuesta serena, acabada ya esta campa?a electoral (que no ser¨¢ la ¨²ltima), esta reconsagrada fiesta de la democracia.