Asfixia palestina en Jerusal¨¦n
Las medidas de Israel para controlar unilateralmente el estatus y las fronteras de la ciudad, que muestra un informe desvelado por EL PA?S, exigen una reacci¨®n pol¨ªtica internacional
El informe confidencial sobre Jerusal¨¦n de los representantes diplom¨¢ticos de la UE ante la Autoridad Palestina, publicado este martes por EL PA?S, revela de forma muy expl¨ªcita la programaci¨®n de una pol¨ªtica de asfixia civil de Israel sobre la poblaci¨®n palestina durante 2022. No contiene nada secreto ni cambio alguno de tendencia con respecto al pasado, lo cual agrava todav¨ªa m¨¢s el significado de un documento que registra las medidas dirigidas a profundizar el control sobre la parte de la ciudad que Israel ocupa desde la Guerra de los Seis D¨ªas de 1967 y que tiene un destacado valor cultural y simb¨®lico para millones de creyentes en el mundo de las tres principales religiones monote¨ªstas.
En la que Israel considera su capital ¡°¨²nica e indivisible¡±, el 40% de la poblaci¨®n es palestina, pero sus barrios solo reciben el 15% del presupuesto municipal. Es solo una muestra del car¨¢cter estructural de la distancia que separa la grandilocuencia de los discursos israel¨ªes sobre Jerusal¨¦n y la realidad que experimentan sus residentes palestinos desde hace m¨¢s de medio siglo. La traducci¨®n pr¨¢ctica de ese dato es categ¨®rica y no tiene solo dimensi¨®n econ¨®mica: crecimiento continuado de los arrestos y operaciones de las fuerzas de seguridad israel¨ªes, demoliciones de hogares, pr¨¢cticas discriminatorias, expansi¨®n de asentamientos. El documento detalla desde la confidencialidad una realidad que no siempre se traslada a los discursos p¨²blicos, en los que pesan otros condicionantes geoestrat¨¦gicos.
No se vislumbra hoy un horizonte de paz e Israel sigue su rumbo hacia la derechizaci¨®n y los discursos excluyentes de forma cada vez m¨¢s intransigente. Son dos los m¨¢s peligrosos para el futuro: la creciente fortaleza de los movimientos que promueven el rezo jud¨ªo en la Explanada de las Mezquitas, e incluso su destrucci¨®n, y el uso para objetivos pol¨ªticos de algo tan aparentemente inocuo como la arqueolog¨ªa y el turismo.
El actual Gobierno de Israel, el m¨¢s derechista de la historia del Estado jud¨ªo, tom¨® posesi¨®n tres d¨ªas antes del fin de 2022, y acab¨® con una coalici¨®n con Naftali Bennett y Yair Lapid (hoy abanderado de las protestas contra la reforma judicial de Benjamin Netanyahu). Es importante que el ¨¢rbol del Ejecutivo de turno ultraderechista no impida ver el bosque de tendencias de fondo que no son solo coyunturales. Por muy lejos que parezca hoy una soluci¨®n negociada al conflicto de Oriente Pr¨®ximo, documentos como este no pueden servir a?o tras a?o solo para dar cuenta de nuevas dosis de injusticia y sufrimiento, como si lo evitable fuese inevitable. La exigencia que formulan los autores ante Bruselas y las canciller¨ªas de una ¡°oposici¨®n inequ¨ªvoca¡± a esos planes e iniciativas legales para alterar unilateralmente el estatus y las fronteras de la ciudad no deber¨ªan quedar en una mera protesta ret¨®rica y apenas testimonial.
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