Ataques al Cor¨¢n
Los actos de islamofobia en Suecia y Dinamarca, la mayor¨ªa protagonizados por ultraderechistas, reabren el debate sobre los l¨ªmites de la libertad de expresi¨®n y el respeto a la fe isl¨¢mica
Los gobiernos de Suecia y Dinamarca tratan de contener la ola de actos islam¨®fobos de las ¨²ltimas semanas en Estocolmo y Copenhague que ha deteriorado profundamente sus relaciones con el mundo musulm¨¢n. Las decenas de actos p¨²blicos en los que se han quemado ¡ªo profanado de diversas maneras¡ª copias del Cor¨¢n han situado a los dos pa¨ªses escandinavos en una situaci¨®n excepcional y han reavivado el debate p¨²blico sobre los l¨ªmites de la libertad de expresi¨®n.
La quema de coranes en Escandinavia no es algo novedoso. Aun as¨ª, a finales de junio, un iraqu¨ª refugiado en Suecia logr¨® acaparar la atenci¨®n internacional al pegar fuego al libro sagrado frente a la mayor mezquita de Estocolmo. Ir¨¢n, Pakist¨¢n y m¨¢s de una decena de pa¨ªses ¨¢rabes reaccionaron a la provocaci¨®n con una rotunda condena y varios embajadores suecos fueron convocados para dar explicaciones. Tras el incidente, las acciones blasfemas se multiplicaron por Suecia y se extendieron a Dinamarca. Los dos pa¨ªses repatriaron a su personal diplom¨¢tico destinado en Bagdad, donde han tenido lugar los sucesos m¨¢s violentos. La Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n Isl¨¢mica inst¨® la semana pasada a sus 57 miembros a degradar sus relaciones bilaterales con los dos pa¨ªses n¨®rdicos. Y el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas aprob¨® a mediados de julio una pol¨¦mica resoluci¨®n de condena al odio religioso. Por su parte, Josep Borrell, el alto representante de la UE para Pol¨ªtica Exterior, reprob¨® los incidentes y destac¨® que ¡°no todo lo que es legal es ¨¦tico¡±.
Los mandatarios de ambos pa¨ªses han criticado con vehemencia los actos islam¨®fobos ¡ªla mayor¨ªa protagonizados por simpatizantes de extrema derecha¡ª, pero han reiterado que son legales y que no pueden frenarse inmediatamente mientras exploran v¨ªas para impedir este tipo de acciones denigrantes cerca de templos o sedes diplom¨¢ticas. La polic¨ªa sueca ha denegado varias veces los permisos para la quema de un Cor¨¢n en p¨²blico, pero la justicia ha revertido esa decisi¨®n cuando el solicitante ha interpuesto un recurso.
Los dos gobiernos aprobaron la semana pasada unas medidas de urgencia para reforzar los controles fronterizos y la seguridad en sus embajadas y consulados. Y Estocolmo ha alertado de la ¡°extrema gravedad¡± de la situaci¨®n y ha denunciado que sufre una campa?a de desinformaci¨®n financiada por el Kremlin para evitar que Turqu¨ªa finalmente ratifique la adhesi¨®n del pa¨ªs escandinavo a la OTAN.
Los incidentes han reabierto en Suecia y Dinamarca el debate sobre los l¨ªmites de la libertad de expresi¨®n y el respeto a la fe isl¨¢mica, a la vez que han vuelto a da?ar su imagen entre millones de fieles, casi dos decenios despu¨¦s de las multitudinarias y violentas protestas que provocaron las publicaciones de varias caricaturas de Mahoma en revistas y peri¨®dicos daneses y suecos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.