La quema de coranes en Suecia y Dinamarca incendia las relaciones con el mundo musulm¨¢n
Los gobiernos de los dos pa¨ªses escandinavos buscan f¨®rmulas para limitar los actos islam¨®fobos y alertan de la ¡°extrema gravedad¡± de la situaci¨®n
La imagen de Suecia y Dinamarca se deteriora vertiginosamente entre los musulmanes. La espiral de actos islam¨®fobos en Estocolmo y Copenhague, en los que los congregados, habitualmente militantes de extrema derecha, queman una copia del Cor¨¢n ¡ªo arrancan sus p¨¢ginas y les restriegan lonchas de beicon, o la usan como bal¨®n de f¨²tbol¡ª ha llevado al l¨ªmite las relaciones con el mundo isl¨¢mico, donde se han sucedido las cr¨ªticas, las protestas, o incluso las amenazas y las llamadas al boicoteo. Los gobiernos de los dos pa¨ªses escandinavos, en los que la libertad de expresi¨®n es una especie de se?a de identidad, buscan f¨®rmulas legales para frenar la ola de profanaciones del libro religioso en su territorio. Y alertan a su poblaci¨®n de la ¡°extrema gravedad¡± de la situaci¨®n.
El 28 de junio, el d¨ªa en que se celebraba el Eid al Ahda, una de las festividades musulmanas m¨¢s importantes, Salwam Momika, un iraqu¨ª de 37 a?os refugiado en Suecia, supuestamente de confesi¨®n cristiana, prendi¨® fuego a un Cor¨¢n a escasos metros de la principal mezquita de Estocolmo. La acci¨®n de Momika, militante del partido ultraderechista Dem¨®cratas Suecos, provoc¨® la furibunda condena de m¨¢s de una decena de gobiernos de pa¨ªses musulmanes y protestas multitudinarias en Irak y Pakist¨¢n. En Bagdad, donde han tenido lugar las reacciones m¨¢s violentas, la Embajada sueca fue asaltada en dos ocasiones.
A mediados de julio, se multiplicaron las quemas y se extendieron a Dinamarca, donde se han llegado a realizar cinco actos de este tipo en un solo d¨ªa. Un grupo de extrema derecha, llamado Patriotas Daneses, peg¨® fuego a un Cor¨¢n frente a la Embajada iraqu¨ª en Copenhague, provocando que una turba intentara, sin ¨¦xito, asaltar la sede diplom¨¢tica danesa en la capital iraqu¨ª. Tanto Suecia como Dinamarca repatriaron de Irak a su personal diplom¨¢tico, y varios embajadores suecos y daneses destinados en capitales del mundo isl¨¢mico han sido convocados para explicar los sucesos en Escandinavia; en algunos casos, en pa¨ªses como Arabia Saud¨ª o Pakist¨¢n, en los que la blasfemia est¨¢ castigada con pena de muerte. El Ministerio de Exteriores iran¨ª anunci¨® que Teher¨¢n no recibir¨¢ al nuevo embajador sueco ¡ªque deb¨ªa incorporarse este verano¡ª y tampoco habr¨¢ un representante iran¨ª en Estocolmo mientras ¡°el Gobierno sueco no tome medidas serias contra las personas que ofenden el sagrado Cor¨¢n¡±.
En general, la respuesta a la quema de coranes en Suecia y Dinamarca ha sido m¨¢s tajante en los pa¨ªses isl¨¢micos en los que hay una mayor imbricaci¨®n entre religi¨®n y pol¨ªtica, como en las teocracias de Arabia Saud¨ª e Ir¨¢n, as¨ª como en Pakist¨¢n, una naci¨®n fundada sobre la base a la identidad isl¨¢mica. En el caso de Irak, donde los asuntos religiosos han ganado un peso preponderante en la pol¨ªtica, sobre todo tras la invasi¨®n estadounidense de 2003, coinciden dos factores: por una parte, Momika, el manifestante que situ¨® a Suecia en el punto de mira durante la Fiesta del Sacrificio, es iraqu¨ª; por otra, las provocaciones en los dos pa¨ªses n¨®rdicos est¨¢n siendo aprovechadas por el cl¨¦rigo chi¨ª Muqtada al Sadr, quien ha alentado a las turbas frente a las embajadas sueca y danesa en Bagdad, para exhibir una demostraci¨®n de fuerza tras una etapa en la que su movimiento ha perdido ascendencia e influencia en la pol¨ªtica del pa¨ªs.
Los gobiernos de Suecia y Dinamarca, dos de los miembros de la UE con mayor porcentaje de poblaci¨®n musulmana, se han distanciado n¨ªtidamente de la oleada de actos islam¨®fobos, con duras cr¨ªticas a los autores, pero sostienen que no existe una v¨ªa legal para frenarlos inmediatamente. Ambos Ejecutivos han anunciado que exploran el modo de impedir la quema de textos cor¨¢nicos, especialmente si tienen lugar cerca de mezquitas o sedes diplom¨¢ticas, pero remarcan que no reformar¨¢n sus Constituciones para limitar el derecho a la libertad de expresi¨®n. El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, declar¨® esta semana que el pa¨ªs ¡°vive la situaci¨®n de seguridad m¨¢s grave desde la II Guerra Mundial¡± y se mostr¨® ¡°profundamente preocupado¡± ante ¡°la extrema gravedad¡± de la situaci¨®n y las posibles consecuencias para la ciudadan¨ªa sueca¡ªtambi¨¦n para los residentes en el extranjero¡ª. El mandatario conservador a?adi¨® que el Gobierno trabaja ¡°noche y d¨ªa¡± para hallar soluciones y est¨¢ en coordinaci¨®n con el dan¨¦s.
Estocolmo y Copenhague aprobaron hace unos d¨ªas medidas de urgencia para reforzar los controles fronterizos y la seguridad de sus embajadas y consulados. Sussana Trehorning, subdirectora del Servicio de Seguridad Sueco, declar¨® a la televisi¨®n p¨²blica que ¡°la imagen de Suecia ha cambiado. Ha pasado de ser la de un pa¨ªs muy tolerante a una tierra antisl¨¢mica¡±. Por su parte, el Ministerio de Exteriores dan¨¦s manifest¨® en un comunicado: ¡°Dinamarca est¨¢ empezando a ser percibido como un pa¨ªs que facilita que se insulten y se denigren las culturas, tradiciones y religiones de otros pa¨ªses¡±.
Campa?a de desinformaci¨®n del Kremlin
Carl-Oskar Bohlin, ministro sueco de Defensa Civil, sostiene que el pa¨ªs sufre una campa?a de desinformaci¨®n orquestada por el Kremlin, que trata de ¡°fomentar y explotar¡± estos episodios para da?ar su imagen e impedir que se formalice definitivamente la esperada adhesi¨®n a la OTAN ¡ªa¨²n pendiente de ratificaci¨®n en los parlamentos turco y h¨²ngaro¡ª. ¡°Agentes financiados por Rusia amplifican informaciones falsas, como que el Gobierno sueco fomenta la profanaci¨®n de las sagradas escrituras¡±, escribi¨® Bohlin en un comunicado. Tras la quema de un Cor¨¢n en Estocolmo en enero, distintos medios suecos publicaron que hab¨ªa sido promovida por un periodista de extrema derecha vinculado a medios de comunicaci¨®n financiados por el Kremlin.
La polic¨ªa sueca ha denegado en varias ocasiones el permiso necesario para poder quemar p¨²blicamente un Cor¨¢n, al alegar motivos de seguridad, pero cada vez que el solicitante ha recurrido la decisi¨®n, los jueces han aprobado que la acci¨®n se llevara a cabo. En Dinamarca, sin embargo, no se requiere una autorizaci¨®n previa para profanar un libro religioso en espacios comunes. En ninguno de los dos pa¨ªses est¨¢ tipificada la blasfemia.
La quema de coranes en Suecia comenz¨® el a?o pasado, con unos incidentes que tuvieron mucha m¨¢s repercusi¨®n en el pa¨ªs escandinavo que en los de mayor¨ªa musulmana. Su instigador, Rasmus Paludan, un extremista con nacionalidad sueca y danesa cuyo partido pol¨ªtico, L¨ªnea Dura, qued¨® fuera del Parlamento en Copenhague por un estrecho margen en los comicios de 2019, se traslad¨® al norte con la intenci¨®n de polarizar a¨²n m¨¢s a la sociedad sueca ante las elecciones del pasado oto?o. Durante meses, Paludan acudi¨® a algunos de los barrios de Suecia con mayor presencia de musulmanes. All¨ª, con casco y chaleco antibalas, contemplaba sonriente en cada ocasi¨®n los choques entre los agentes antidisturbios y los residentes encolerizados que intentaban agredirlo. En algunas zonas, como en el barrio de Rosengard, en la ciudad sure?a de Malmo, las provocaciones de Paludan derivaron en disturbios en los que autobuses, veh¨ªculos policiales, o incluso una escuela, fueron quemados.
Es imposible medir hasta qu¨¦ punto beneficiaron a la ultraderecha las acciones incendiarias de Paludan, aunque resulta evidente que Dem¨®cratas Suecos ¡ª segunda fuerza parlamentaria y socio indispensable del Ejecutivo formado por conservadores, cristianodem¨®cratas y liberales¡ª trata de obtener r¨¦dito pol¨ªtico de la situaci¨®n actual. Richard Jomshof, ex secretario general y presidente del comit¨¦ parlamentario de Asuntos Exteriores, public¨® en las redes sociales que su formaci¨®n no secundar¨¢ ninguna medida encaminada a limitar la quema de coranes. Y aprovech¨® la ocasi¨®n para echar mucha le?a al fuego: calific¨® al profeta Mahoma de ¡°bandido¡±, ¡°esclavista¡± y ¡°asesino de masas¡± y defini¨® el islam como ¡°una religi¨®n antidemocr¨¢tica que promueve la violencia y la misoginia¡±.
Aunque los incidentes en Suecia y Dinamarca han tensado notablemente las relaciones con algunos de los principales pa¨ªses isl¨¢micos, la mayor¨ªa ha preferido expresar su disgusto en foros multilaterales. El pasado lunes, la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n Isl¨¢mica se reuni¨® en la ciudad saud¨ª de Yeda para condenar la quema de coranes y expresar su ¡°decepci¨®n¡± con Suecia y Dinamarca por la falta de medidas adoptadas para prevenir estos actos, adem¨¢s de instar a sus 57 miembros a degradar las relaciones diplom¨¢ticas con ambos pa¨ªses. El 12 de julio, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU tambi¨¦n aprob¨® una resoluci¨®n cr¨ªtica con las autoridades suecas ¡ªlas acciones a¨²n no se hab¨ªan replicado en Dinamarca¡ª.
El pensador isl¨¢mico tunecino Salaheddin al Jurchi considera que hace unos a?os este tipo de hechos islam¨®fobos sol¨ªan provocar una reacci¨®n m¨¢s furibunda. ¡°Aunque la mayor¨ªa de musulmanes ve la quema del Cor¨¢n como una provocaci¨®n, como una agresi¨®n contra la religi¨®n, esta vez se ha mantenido la calma en la mayor¨ªa de pa¨ªses¡±, comenta Al Jurchi, quien pone el ejemplo de 2011, cuando un pastor protestante ultraconservador de Florida prendi¨® fuego al libro sagrado del islam. En aquella ocasi¨®n, al menos 30 personas murieron en las protestas en distintas ciudades, que fueron especialmente violentas en Afganist¨¢n. ¡°Hoy, Occidente condena de manera m¨¢s clara estos actos, se intenta evitarlos, y esto ayuda a serenar los ¨¢nimos¡±, a?ade. Adem¨¢s, incide en que el contexto es diferente, ya que no hay soldados estadounidenses en Irak ni en Afganist¨¢n, cuya presencia inflamaba a parte de la opini¨®n p¨²blica de los pa¨ªses isl¨¢micos.
Al margen de las reacciones oficiales, destacados cl¨¦rigos egipcios y saud¨ªes, entre otros, han llamado a un boicoteo de los productos suecos, una demanda con mucho eco en las redes sociales. Adem¨¢s, los servicios de inteligencia de Suecia alertan de que ¡°se han multiplicado¡± las amenazas terroristas contra los intereses del pa¨ªs.
Los roces entre Suecia y Dinamarca y el mundo musulm¨¢n no son nuevos. En 2005, el peri¨®dico dan¨¦s Jyllands Posten public¨® unas caricaturas de Mahoma que provocaron graves disturbios en casi una decena de pa¨ªses, con m¨¢s de 200 muertos en total. Las caricaturas fueron reproducidas en la revista sat¨ªrica francesa Charlie Hebdo, cuya sede en Par¨ªs fue atacada en 2015 en un atentado yihadista en el que murieron 12 personas. En el caso de Suecia, tres peri¨®dicos de tirada nacional publicaron en 2007 un dibujo de Lars Vilks en el que se representaba a Mahoma con cuerpo de perro, provocando una vez m¨¢s una agitada reacci¨®n en pa¨ªses musulmanes. En 2010, el caricaturista fue agredido en una universidad sueca, y hace ocho a?os, fue el objetivo de un atentado en un centro cultural en Copenhague en el que muri¨® Finn Norgaard, un cineasta dan¨¦s.
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