Suecia acelera las concesiones a Erdogan para entrar en la OTAN
El presidente de Turqu¨ªa mantiene su pulso a la Alianza con el veto a la adhesi¨®n del pa¨ªs escandinavo. ¡°El Gobierno sueco est¨¢ ansioso por extraditar y deportar a todos los turcos que pueda¡±, sostiene B¨¹lent Kenes, un exiliado reclamado por Ankara
Cuando Suecia anunci¨® que dejaba atr¨¢s m¨¢s de dos siglos de neutralidad para integrarse en la OTAN, contaba con la reacci¨®n furibunda de Rusia, pero no con la de Turqu¨ªa. Aunque representantes de la Alianza Atl¨¢ntica y Ankara le hab¨ªan asegurado su bienvenida, el Gobierno turco mantiene desde hace 13 meses su firme bloqueo a la adhesi¨®n del pa¨ªs escandinavo, al que acusa de ser una ¡°incubadora de terroristas¡±.
A principios de mes, una vez reelegido Recep Tayyip Erdogan como presidente turco, el Ejecutivo sueco aliment¨® el optimismo al hacer hincapi¨¦ en que, tras la entrada en vigor de una nueva legislaci¨®n antiterrorista, hab¨ªa cumplido con todos sus compromisos. Erdogan ech¨® otro jarro de agua fr¨ªa al afirmar que no dar¨¢ su brazo a torcer mientras ¡°decenas de terroristas sigan campando a sus anchas¡± por Estocolmo. ¡°El Gobierno sueco est¨¢ ansioso por extraditar y deportar a todos los turcos que pueda. Por suerte, se ve limitado por la justicia¡±, sostiene B¨¹lent Kenes, un periodista turco exiliado en Suecia cuya entrega reclama vehementemente Erdogan.
Son varias las concesiones que ha realizado Suecia desde que el l¨ªder turco dijera que no iba a dejar pasar la oportunidad de cobrar un peaje. Ocurri¨® minutos despu¨¦s de que el Gobierno del pa¨ªs escandinavo anunciara oficialmente su intenci¨®n de adherirse junto con Finlandia a la Alianza Atl¨¢ntica. El Ejecutivo conservador sueco, que en octubre sustituy¨® al socialdem¨®crata con el que se formaliz¨® la solicitud de ingreso en Bruselas, asegura que ha acatado el acuerdo firmado con los representantes de Erdogan en la cumbre de la OTAN en Madrid del pasado junio. En los ¨²ltimos ocho meses, el pa¨ªs n¨®rdico ha levantado el embargo de armas que impuso unilateralmente a Turqu¨ªa tras su ofensiva de 2019 en el noreste de Siria, ha aprobado unas leyes que endurecen el castigo por pertenencia a una organizaci¨®n terrorista y varios ciudadanos turcos han sido deportados o extraditados recientemente.
El Gobierno sueco era consciente desde hace meses de que Turqu¨ªa mantendr¨ªa su veto como m¨ªnimo hasta los comicios presidenciales de mayo: Erdogan tratar¨ªa de obtener el m¨¢ximo r¨¦dito electoral de su pulso a la OTAN. En Estocolmo confiaban en lograr avances en junio para desatascar el bloqueo. El d¨ªa 1 entr¨® en vigor la ley que castiga los v¨ªnculos con un grupo terrorista con penas de entre cuatro y 25 a?os de c¨¢rcel, para cuya aprobaci¨®n fue necesaria una reforma constitucional que limit¨® el derecho de asociaci¨®n. La semana siguiente, el Tribunal Supremo autoriz¨® la extradici¨®n de un supuesto simpatizante del PKK, el grupo kurdo que mantiene una lucha armada con el Estado turco desde hace m¨¢s de cuatro d¨¦cadas, y la Fiscal¨ªa sueca acus¨® por primera vez a un ciudadano de financiar a esta guerrilla, considerada un grupo terrorista por la UE y EE UU.
Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, y los gobiernos de Estados Unidos, Francia y Alemania, entre otros, han presionado con especial ¨¦nfasis los ¨²ltimos d¨ªas a Turqu¨ªa para que d¨¦ luz verde al ingreso de Suecia antes de la cumbre anual de la Alianza que se celebrar¨¢ en julio en Vilnius (Lituania), una opci¨®n cada vez m¨¢s complicada. Erdogan insiste en que no ha tachado a¨²n ning¨²n nombre de la lista de 130 ¡°terroristas¡± turcos cuya entrega exige como moneda de cambio por la entrada en la organizaci¨®n transatl¨¢ntica. El Gobierno del pa¨ªs escandinavo afirma que estudia ¡°de manera minuciosa y expedita las solicitudes de extradiciones realizadas por la Fiscal¨ªa turca¡±, tal y como establece el acuerdo de Madrid.
¡°Una obsesi¨®n para el r¨¦gimen¡±
De entre los ¡°terroristas¡± reclamados por Ankara, Kenes es el ¨²nico al que Erdogan ha citado p¨²blicamente. El periodista dirigi¨® durante casi un decenio la edici¨®n en ingl¨¦s de Zaman, el peri¨®dico de mayor tirada en Turqu¨ªa hasta que fue intervenido por orden judicial. ¡°Me he convertido en una obsesi¨®n para el r¨¦gimen¡±, resume Kenes, activista por los derechos humanos y ferviente europe¨ªsta. El Tribunal Supremo rechaz¨® en diciembre la extradici¨®n del disidente, condenado en ausencia a tres cadenas perpetuas. ¡°Los negociadores turcos me han nombrado hasta 26 veces en los encuentros bilaterales celebrados en Ankara¡±, sostiene el periodista, refugiado en Escandinavia desde 2015. Kenes agradece las innumerables muestras de solidaridad de la sociedad sueca y de diversos organismos internacionales, pero lamenta la ¡°indiferencia¡± del Gobierno sueco.
Kenes considera que las opciones de que Suecia se convierta en miembro de la Alianza en menos de tres semanas en Lituania no se han diluido del todo. ¡°Erdogan sabe que los procesos de extradici¨®n llevan su tiempo y que el Gobierno sueco ya no puede hacer mucho m¨¢s¡±, argumenta. ¡°Hasta hace nada, simpatizar con el PKK pod¨ªa ser un motivo para conceder el asilo pol¨ªtico; ahora, una raz¨®n para entregar a un ciudadano a la justicia turca¡±, resume este periodista de 54 a?os. El disidente no teme acabar en una c¨¢rcel turca, se siente protegido por su condici¨®n de refugiado; tambi¨¦n es consciente de que el Supremo no extraditar¨¢ a nadie que tenga la nacionalidad sueca, pero muestra su preocupaci¨®n por decenas de compatriotas que cree que pueden ser entregados a Turqu¨ªa.
Los casi 100.000 kurdos que residen en Suecia viven con especial tensi¨®n las negociaciones con Ankara. La mayor¨ªa de los ciudadanos reclamados por la Fiscal¨ªa turca son kurdos, y varios ya han sido expulsados de Suecia en los ¨²ltimos meses. Los primeros casos fueron deportaciones de ciudadanos a los que se les deneg¨® la solicitud de asilo o el permiso de residencia despu¨¦s de que la Polic¨ªa de Seguridad Sueca los clasificara como de ¡°riesgo para la seguridad nacional¡±.
A principios de junio, el Supremo autoriz¨® la extradici¨®n de Mehmet Kokulu, un supuesto simpatizante del PKK con permiso de residencia. Kurdo Baksi, escritor, analista pol¨ªtico y una de las figuras m¨¢s influyentes de la comunidad kurda en Suecia, sostiene que Kokulu declar¨® su pertenencia a la guerrilla kurda con la intenci¨®n de politizar su caso. ¡°A diferencia de otros como [el deportado] Mahmut Tat, ¨¦l no estaba perseguido por sus v¨ªnculos con el PKK, sino por transportar 1,8 kilos de marihuana¡±, expone Baksi. ¡°Trat¨® de evitar la expulsi¨®n a ¨²ltima hora, y los medios suecos publicaron r¨¢pidamente que era un miembro del PKK para encuadrar el proceso en las negociaciones de adhesi¨®n a la OTAN¡±, agrega. La misma semana en la que el Supremo y el Ejecutivo sueco autorizaron la extradici¨®n de Kokulu, la Fiscal¨ªa acus¨® por primera vez a un ciudadano de financiar al PKK.
Protestas contra Erdogan
Las negociaciones entre Suecia y Turqu¨ªa quedaron suspendidas en invierno, tras la celebraci¨®n de diversas protestas en Estocolmo contra Erdogan, en las que se quem¨® alg¨²n Cor¨¢n y se colg¨® de una farola una efigie del presidente turco. Tras unos primeros d¨ªas de junio en los que el acuerdo parec¨ªa m¨¢s cercano que nunca, una nueva manifestaci¨®n en la que se ondearon banderas del PKK, y se proyect¨® una en la fachada del Parlamento sueco, volvi¨® a enfurecer al l¨ªder turco. ¡°Mientras Stoltenberg trataba de convencernos de que Suecia ha cumplido con su parte, decenas de terroristas se manifestaban libremente en Estocolmo¡±, declar¨®.
En un primer momento, Erdogan vet¨® de manera conjunta las candidaturas de Estocolmo y Helsinki, aunque pronto result¨® evidente que era a Suecia al que pretend¨ªa exprimir con sus exigencias. Viktor Orb¨¢n, el primer ministro h¨²ngaro ¡ªquien, como el mandatario turco, mantiene v¨ªnculos con el Kremlin¡ª tampoco quiso dejar escapar la oportunidad de bloquear la entrada de los n¨®rdicos en la OTAN, dos socios de la UE que incomodan a Budapest. El Parlamento de Hungr¨ªa no ratific¨® la entrada de Finlandia en la Alianza hasta finales de marzo, poco despu¨¦s de que lo hiciera Ankara.
En los ¨²ltimos d¨ªas, el Gobierno estadounidense ha multiplicado sus esfuerzos para desatascar la adhesi¨®n sueca. Washington amenaza a Turqu¨ªa con bloquear la venta de 40 aviones de combate F-16, y a Hungr¨ªa con la de 24 lanzacohetes m¨²ltiples Himars, si no ratifican antes en sus parlamentos el ingreso de Suecia en la Alianza.
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