?Otra vez los Balcanes?
Esa tierra de nadie es f¨¢cilmente inflamable y sumamente preocupante para EE UU y sus aliados ahora que la guerra asola Ucrania. Su potencial de conflicto desestabilizar¨ªa gravemente toda la regi¨®n
Todo el mundo ¡ªWashington y Pek¨ªn, Bruselas y Mosc¨², Belgrado y Tirana ¨C est¨¢ en contra del Gobierno de Kosovo. Es probablemente la ¨²nica cuesti¨®n en la que todos ellos coinciden. Que Serbia, Rusia y China se alineen en contra no es ninguna novedad. Y Albania se ha vuelto en contra del Gobierno de Pristina porque Estados Unidos y la UE lo han hecho ¡ªseg¨²n una an¨¦cdota, cuando el secretario de Exteriores brit¨¢nico, Robin Cook, pregunt¨® a su hom¨®logo alban¨¦s cu¨¢l era la estrategia de su pa¨ªs en la regi¨®n, este lo contest¨®: ¡°Nuestra estrategia es estar de acuerdo con la vuestra¡±). Pero, ?qu¨¦ motivos tienen ahora Estados Unidos y las otras principales potencias occidentales que (?Espa?a no!) son los avaladores de la independencia de Kosovo?
?Qu¨¦ ha pasado?
El 26 de mayo de 2023, en tres municipios del norte de Kosovo, de mayor¨ªa serbia, los alcaldes de etnia albanesa, reci¨¦n elegidos en unos comicios donde la participaci¨®n no super¨® el 3%, se dirigieron a sus ayuntamientos respectivos para tomar posesi¨®n. Estaban escoltados por agentes de unidades especiales de la polic¨ªa de Kosovo, porque multitudes de ciudadanos serbokosovares de esos municipios les cerraban el paso. El rechazo de las elecciones por los serbios del norte de Kosovo viene a continuaci¨®n de la dimisi¨®n colectiva de todos los cargos de etnia serbia en noviembre de 2022. En aquella ocasi¨®n, el Gobierno de Pristina hab¨ªa decidido no reconocer las matr¨ªculas serbias, en respuesta a la decisi¨®n de Belgrado de no reconocer las kosovares (o sea, las matr¨ªculas como encarnaci¨®n de la a/simetr¨ªa entre entidades no/soberanas). Tambi¨¦n entonces grupos serbios protestaron en el norte, bloqueando carreteras y quemando puestos fronterizos. Ahora, los manifestantes, adem¨¢s de agredir a periodistas y quemar sus coches, hirieron a varios polic¨ªas kosovares y a decenas de soldados de la KFOR fuertemente armados que acudieron en los d¨ªas siguientes, mientras que entre los manifestantes no result¨® ning¨²n herido. De todos modos, el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, acus¨® al Gobierno kosovar de haber ¡°incitado a la violencia¡± y de haber actuado ¡°unilateralmente¡±, es decir, sin coordinarse con los aliados. Washington a?adi¨® que eso repercutir¨ªa negativamente en sus relaciones con Pristina. Por su parte, el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, respondi¨® que solo hab¨ªa cumplido con la ley.
Sin embargo, las elecciones en esos municipios, aunque legales, carecen de legitimidad por el baj¨ªsimo nivel de participaci¨®n. Adem¨¢s, se trata de una configuraci¨®n geopol¨ªtica muy delicada de la que el norte de Kosovo es una pieza cr¨ªtica, con problemas que no pueden resolverse por la polic¨ªa, y menos a¨²n sin coordinaci¨®n con los aliados occidentales.
En efecto, el norte de Kosovo, de mayor¨ªa serbia, ha estado siempre fuera del control de Pristina, desde la liberaci¨®n del pa¨ªs por la OTAN en 1999 hasta hoy. De facto, es m¨¢s Serbia que Kosovo. Y Belgrado espera que, con el tiempo, se convierta tambi¨¦n en de iure. Partir Kosovo en dos es un proyecto nacido en Belgrado hace tres d¨¦cadas, como plan b en caso de no poder continuar controlando la totalidad de Kosovo. No me refiero solo a la opini¨®n de muchos analistas. Partici¨®n de Kosovo: 90% del territorio para los albaneses, 10% para los serbios (lo que, de hecho, es aproximadamente la de facto actual, y donde abundan m¨¢s riquezas naturales), son las palabras que escuch¨¦ decir, en aquel entonces, al eminente artista y pensador serbio, Jovan Cirilov, a quien se las hab¨ªa dicho un par de d¨ªas antes Dobrica Cosic, el padre espiritual de Milosevic. En 2010, Cosi? escribi¨® sobre Aleksandar Vucic, entonces ministro de Defensa y actual presidente de Serbia: ¡°No difiere de Milosevic en nada, solo las circunstancias han cambiado¡±. Ciertamente, a Vucic no le interesan los serbios de Kosovo, sino el territorio. Los serbios del interior de Kosovo, pac¨ªficos y bastante integrados, no existen para ¨¦l; ¨²nicamente cuentan los del norte, por la continuidad territorial con Serbia. Y los utiliza a su conveniencia, a veces para sus problemas internos, como los recientes acontecimientos, llev¨¢ndolos masivamente a Belgrado en autocares para contrarrestar las protestas contra ¨¦l, otras veces, fuera de las fronteras. Seg¨²n el portavoz de la KFOR, ¡°estaba claro que detr¨¢s de ellos [los manifestantes] se escond¨ªan grupos criminales¡±.
Esa tierra de nadie es f¨¢cilmente inflamable y sumamente preocupante para EE UU y sus aliados ahora que la guerra asola Ucrania. Su potencial de conflicto desestabilizar¨ªa gravemente toda la regi¨®n, lo que menos quiere la OTAN en este momento. Por eso, desde el a?o pasado, Occidente intensific¨® sus esfuerzos diplom¨¢ticos y, hace unos meses, Bruselas present¨® una propuesta concreta a Pristina y Belgrado, como base para unas negociaciones hacia la normalizaci¨®n entre los dos pa¨ªses, bajo el auspicio de Josep Borrell, quien, por cierto, se est¨¢ comportando de manera poco seria. Y no hay avance: Vucic dej¨® claro que no firmar¨¢ tal acuerdo. Por su parte, el destacado experto en los Balcanes Janusz Bugajski considera que el momento es otro: toca apoyar la revoluci¨®n democr¨¢tica en Serbia. ?Lo es? Parece demasiado tarde y demasiado temprano.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.