La desaparici¨®n de un monstruo
Prigozhin encarn¨® como nadie las turbias maneras que Putin cultiva en Rusia, pero nada cambiar¨¢ en la guerra en Ucrania
La trayectoria de Yevgueni Prigozhin no pod¨ªa ser m¨¢s ejemplar respecto a la brutalidad del poder mafioso que tiene en sus manos Vlad¨ªmir Putin como presidente de la Federaci¨®n Rusa y con ella del mayor imperio territorial que haya existido en el mundo contempor¨¢neo. Su biograf¨ªa es la de un delincuente, primero menor y vulgar y despu¨¦s a gran escala y con los m¨¢s sangrientos t¨ªtulos, que lo acreditaban, como jefe de las tropas mercenarias de Wagner, para comparecer ante un tribunal internacional por cr¨ªmenes contra la humanidad. Son inmensos los servicios rendidos a su se?or antes de traicionarlo en junio con un mot¨ªn que dej¨® la autoridad del Kremlin a los pies de los caballos. Su revuelta a?adi¨® un buen pu?ado de v¨ªctimas entre los militares a las ¨®rdenes del Gobierno y fue celebrada como una victoria en Ucrania. El mi¨¦rcoles, Prigozhin viajaba, supuestamente, en un avi¨®n privado que se estrell¨® al norte de Mosc¨² en la regi¨®n de Tver. Mosc¨² confirm¨® que figura entre los fallecidos.
Su desaparici¨®n, rodeada de misterios e interrogantes que quiz¨¢s no se resolver¨¢n en mucho tiempo, supone un alivio para todos. Lo es para Putin, que afirma su autoridad de forma ejemplar ante quienes pretendan repetir una rebeli¨®n como la que protagoniz¨® el desaparecido, con adicional alarde y exhibici¨®n comunicativa en las redes sociales: Putin recuerda as¨ª c¨®mo las gasta por si acaso alguien se ha olvidado. Lo es tambi¨¦n para el Gobierno de Ucrania, que ve caer a uno de sus m¨¢s enconados enemigos, a pesar de la afirmaci¨®n del despotismo putinista. A todos, tambi¨¦n a los aliados de Kiev, se?ala la dificultad de resoluci¨®n de la guerra por la descomposici¨®n del poder dictatorial del Kremlin o por una disposici¨®n hacia la negociaci¨®n del final de las hostilidades y la necesidad de persistir en el camino de vencer en los campos de batalla.
Pocos personajes contempor¨¢neos encarnan la idea del mal con tanta plasticidad como Prigozhin. Multimillonario gracias a sus negocios con el poder, todos ellos corruptos por definici¨®n, nada le falta al mayordomo para todo que Putin reclut¨® primero como cocinero, luego como intoxicador industrial en las redes sociales y finalmente como condotiero para sus intervenciones exteriores, todas ellas por supuesto ilegales y acompa?adas de vulneraciones sistem¨¢ticas de los derechos humanos. Convirti¨® el reclutamiento en las c¨¢rceles, en el que se han incluido grandes delincuentes condenados por grav¨ªsimos delitos de sangre, en un sistema doble con el que suministraba carne de ca?¨®n y, a la vez, aligeraba la carga del sistema carcelario. Para garantizar la disciplina, aplic¨® el m¨¦todo m¨¢s acreditado en los ej¨¦rcitos rusos y sovi¨¦ticos de ejecutar in situ a quienes retrocedieran bajo la orden de atacar o incluso a quienes vacilaran. Tropas mercenarias de tales caracter¨ªsticas son las mejor preparadas para acciones criminales en masa, saqueo, violaciones, torturas y ejecuciones colectivas como las que viene sufriendo Ucrania desde febrero de 2022.
Queda siempre el margen para la duda, sobre todo ante las informaciones que puedan proporcionar unas autoridades sin fiabilidad que desconocen las ideas de transparencia y de rendimiento de cuentas. La investigaci¨®n sobre los restos del avi¨®n no tendr¨¢ ninguna credibilidad, como tampoco las autopsias de los fallecidos. Lo ¨²nico seguro es que Prigozhin y dos de sus lugartenientes han desaparecido del mapa. Pol¨ªticamente ya no cuentan y es probable que tampoco est¨¦n vivos, aunque en el mundo sombr¨ªo del gangsterismo pol¨ªtico en el que se han movido los muertos pueden llegar a gozar de buena salud. En todo caso, est¨¢ en cuesti¨®n el futuro de la compa?¨ªa Wagner, desplegada todav¨ªa en ?frica ¡ªy con especial peso en N¨ªger¡ª, aunque no hay duda de que el Kremlin se ocupar¨¢ de ello y, en consecuencia, ser¨¢ precisa la m¨¢xima vigilancia y atenci¨®n de los pa¨ªses africanos y de sus vecinos europeos.
Desaparecido Prigozhin, lo que est¨¢ por ver es hasta qu¨¦ punto la situaci¨®n de Putin y del propio desarrollo de la guerra pueden alterarse sin la presencia de un personaje que encarnaba el rostro m¨¢s perverso del r¨¦gimen ruso. No parece que las cosas vayan a cambiar mucho. Por lo que toca a los campos de batalla, y cumplido ya un a?o y medio de guerra, la ofensiva de las Fuerzas Armadas de Ucrania iniciada en junio no parece que pueda a conseguir ning¨²n objetivo significativo que fortalezca a Kiev para forzar alg¨²n tipo de salida en una hipot¨¦tica mesa de negociaci¨®n. Las cifras de muertos que adelant¨® el Pent¨¢gono hace unos d¨ªas, pese a que ning¨²n bando comunica sus bajas, dan la medida de la carnicer¨ªa: 120.000 fallecidos y unos 180.000 heridos, entre los rusos, y 70.000 y 120.000, entre los ucranios. La falta de resultados est¨¢ generando una ansiedad cada vez mayor en una sociedad cansada y rota por la invasi¨®n rusa. Y crece el nerviosismo entre los aliados de Kiev, sobre todo en Estados Unidos, que no ve avances significativos cuando cada vez queda menos tiempo para las elecciones de noviembre de 2024, con un Donald Trump crecido a pesar de sus reveses judiciales, o precisamente por ellos.
El gesto de Putin de dar las condolencias a la familia de Prigozhin por su muerte, que seguramente se orquest¨® en alguna de las m¨²ltiples salas oscuras del Kremlin, refuerza la imagen de un aut¨®crata que no va a ceder y que va a llevar las cosas al l¨ªmite. No desistir¨¢ en su af¨¢n de mantenerse en el poder, por mucho que haya algo de desesperado en la brutal se?al que ha dado a los suyos al quitarse de en medio a Prigozhin, y el objetivo de sacar r¨¦ditos a la guerra al precio que sea confirma que no modificar¨¢ ni un ¨¢pice su obstinado empe?o en no retroceder ni un solo metro. Volod¨ªmir Zelenski mantiene con firmeza, por otro lado, que no har¨¢ concesiones. Termina el verano, la guerra sigue enquistada y, ante un oto?o complicado, Occidente no puede bajar la guardia en su apoyo a Ucrania.
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