Lo que Cristina Kirchner ya sabe
Durante a?os, la expresidenta alent¨® y se benefici¨® de ese talento de much¨ªsimos magistrados argentinos para bailar al ritmo del poder
Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner sabe que se avecinan tiempos bravos para ella. Lo sabe porque sabe lo que hicieron ella, el extinto N¨¦stor Kirchner y su hijo M¨¢ximo a la hora de manejar e incrementar el patrimonio familiar. Y lo sabe porque sabe c¨®mo son los jueces y fiscales argentinos, tiempistas excepcionales y due?os de un olfato exquisito que les permite detectar d¨®nde est¨¢ el poder, qui¨¦n lo tiene y qui¨¦n lo pierde¡ y act¨²an en consecuencia.
Lo sabe Fern¨¢ndez de Kirchner porque durante a?os alent¨® y se benefici¨® de ese talento de much¨ªsimos magistrados argentinos para bailar al ritmo del poder. Bastar¨¢ con recordar, por citar apenas un ejemplo pat¨¦tico, c¨®mo el juez federal Norberto Oyarbide la sobresey¨® junto a su marido en la investigaci¨®n penal por enriquecimiento il¨ªcito en un tr¨¢mite expr¨¦s cuyo final firm¨® cuando un emisario lo apret¨® ¡°del cogote¡± y en su despacho. Literal.
Lo sabe la vicepresidenta, tambi¨¦n, sin necesidad de leer los profusos an¨¢lisis acad¨¦micos de la profesora de la Universidad de Rochester, Gretchen Helmke, quien dedic¨® a?os y m¨¢s a?os a analizar m¨¢s de 15.000 fallos de la Corte Suprema de Justicia argentina para detectar lo que denomin¨® la ¡°l¨®gica de la defecci¨®n estrat¨¦gica¡±. Traducido al espa?ol: jueces que toman decisiones acomodaticias al poder.
Lo sabe Fern¨¢ndez de Kirchner porque ella no creo, pero s¨ª alent¨® esa din¨¢mica. As¨ª lo hizo, por dar otro ejemplo, cuando reform¨® el Consejo de la Magistratura ¨Cel ¨®rgano a cargo de designar y remover los jueces de la Naci¨®n- en aras de una declamada ¡°democratizaci¨®n de la Justicia¡± que en los hechos fue todo lo contrario hasta que la Corte Suprema fulmin¨® esa reforma y retrotrajo el Consejo a su versi¨®n anterior.
Lo sabe la vicepresidenta, por supuesto, porque vio recorrer esa misma senda de impunidad y ostracismo al ex presidente Carlos Menem, a quien denost¨® y de quien se mof¨® junto a su marido en p¨²blico, como cuando el riojano tom¨® juramento como senador nacional en 2005 y N¨¦stor Kirchner se toc¨® un test¨ªculo para repeler la mala suerte. Porque Menem, que hab¨ªa gozado de pleites¨ªa judicial y una ¡°mayor¨ªa autom¨¢tica¡± que lo blind¨® desde la Corte Suprema mientras ocup¨® la Casa Rosada, desfil¨® por los tribunales hasta su muerte, a menudo citado por varios de esos mismos magistrados que lo hab¨ªan adulado.
Tanto lo sabe Fern¨¢ndez de Kirchner que intent¨® todo para evitar la senda de Menem. Como bregar por una reforma judicial y por ampliar la Corte Suprema desde que volvi¨® al poder en diciembre de 2019. Y as¨ª fue como denunci¨® una y otra vez que era v¨ªctima de un lawfare ¨Ces decir, una persecuci¨®n pol¨ªtica plasmada a trav¨¦s de la judicatura-, pero ni siquiera el presidente brasile?o Luiz In¨¢cio Lula da Silva ¨Cquien s¨ª fue v¨ªctima de un proceso judicial ama?ado en su pa¨ªs-, se neg¨® a reunirse con ella cuando vino de gira oficial a Buenos Aires.
Su pr¨¦dica ¨Cpero sobre todo su poder- le redituaron algunos beneficios a Cristina Fern¨¢ndez. Desde que volvi¨® al Gobierno en 2019 cosech¨® varios sobreseimientos penales; algunos previsibles, otros cuestionables. Pero no alcanz¨® a capear todos los frentes de tormenta antes de que el gobierno de Alberto Fern¨¢ndez comenzara a decirle adi¨®s la Casa Rosada, acorralado por una p¨¦sima gesti¨®n. Y muchos jueces y fiscales, tiempistas excepcionales, due?os de un olfato exquisito, saben que el poder vira hacia otras orillas.
As¨ª, la reapertura de los expedientes Hotesur y Pacto con Ir¨¢n llevar¨¢n al banquillo de los acusados a la mujer que lleg¨® a afirmar que s¨®lo hab¨ªa que temerle a Dios y ¡°un poquito¡± a ella. De prosperar, podr¨ªa sumar dos condenas m¨¢s a la que ya arrastra en el caso Vialidad por delitos de corrupci¨®n. Y aunque jam¨¢s pisar¨¢ una celda porque tiene m¨¢s de 70 a?os, su presente y futuro es aciago. Lo sabe ella y lo saben los jueces y fiscales, sabuesos del poder.
Ahora, Cristina Fern¨¢ndez necesita que Axel Kicillof retenga la provincia de Buenos Aires como refugio y basti¨®n durante los pr¨®ximos a?os, para desde all¨ª so?ar con un eventual retorno al poder si se alinean los planetas. S¨®lo as¨ª evitar¨¢ un final similar al de Menem. Y s¨®lo as¨ª lograr¨¢ que los jueces y fiscales vuelvan a alinearse a sus designios.
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