Modi: de primer ministro a rey de Bharat
El partido gobernante de la India nunca ha dejado de inflamar las tensiones religiosas como m¨¦todo de aferrarse al poder
Un rey se ba?a tranquilamente en uno de sus r¨ªos cuando se acerca una cierva malherida que est¨¢ a punto de dar a luz. Sobrecogido por la compasi¨®n, el rey adopta al venadito que nace de ella. Lo hace su mascota y se apega a ¨¦l con tal pasi¨®n que, muchos a?os despu¨¦s, al momento de su muerte, su ¨²ltima sensaci¨®n es su ilimitado afecto por el animal. Por eso, el legendario rey Bharata, el primer soberano que logr¨® unir a toda la India bajo su mando, habr¨ªa de reencarnarse en venado. Estamos aqu¨ª en el mundo del mito y de la leyenda. Tambi¨¦n de realidad. Bharata, el nombre de este rey, se deriva de Bharat, el nombre de la India en S¨¢nscrito, que significa ¡°las tierras del rey Bharata¡±.
Bharat es el nombre que el primer ministro de la India, Narendra Modi, le quisiera dar a su pa¨ªs. Hay muchas formas de practicar el populismo y una de ellas es esta. Sirve para demostrar poder, para nutrir las narrativas que demonizan el pasado reciente del pa¨ªs y conmemorar el siempre glorioso pasado lejano. Tambi¨¦n sirve para crear debates que distraen a la opini¨®n p¨²blica de los fracasos cotidianos que suelen sufrir los gobiernos. As¨ª, Persia se convirti¨® en Ir¨¢n, Birmania en Myanmar, Venezuela en Rep¨²blica Bolivariana de Venezuela y pare usted de contar.
Cabe notar que el nombre del partido pol¨ªtico de Modi es Partido Bharatiya Janata, el Partido del Pueblo de Bharat, o lo que es lo mismo, el Partido Popular Hind¨². Y es que toda esta familia de palabras ¡ªBharata, Bharat, Bharatiya¡ª tienen un mismo origen religioso: todas salen de las escrituras sagradas del hinduismo, empezando por la Mahabharata, algo as¨ª como el Antiguo Testamento de esa religi¨®n, que no es otra cosa que la ¨¦pica del reino de Bharat.
Y he aqu¨ª el problema: la India de hoy, el pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo, es una naci¨®n mucho m¨¢s diversa de lo que lo fue en los tiempos de la leyenda. Contiene el impresionante n¨²mero de 950 millones de hinduistas que constituyen la base de apoyo del Nacionalismo Hinduista de Modi. Pero tambi¨¦n es el hogar de 170 millones de musulmanes ¡ªm¨¢s que los que hay en Ir¨¢n y Arabia Saud¨ª juntos¡ª as¨ª como 28 millones de cristianos, 20 millones de sijs, ocho millones de budistas y m¨²ltiples grupos m¨¢s peque?os. Tratar de imponer un t¨¦rmino meramente religioso como Bharat para designar al pa¨ªs entero es un agresivo acto de populismo chauvinista. Ignorar la identidad nacional de m¨¢s de 200 millones de ciudadanos de la India que no son hind¨²es es una peligrosa provocaci¨®n.
Y no es de extra?arse, porque el chauvinismo religioso ha sido moneda de curso para Modi desde que empez¨® su carrera. En 2002, cuando una serie de disturbios entre comunidades religiosas sacudi¨® al Estado de Gujarat, el entonces gobernador Modi se qued¨® de brazos cruzados mientras m¨¢s de 1.000 musulmanes eran asesinados por hordas de hind¨²es enardecidos. El aprendizaje que sac¨® Modi de esta tragedia se manifest¨® en su conducta pol¨ªtica: mientras m¨¢s cruel se mostrase ante la minor¨ªa musulmana, mayores victorias electorales cosechar¨ªa.
El Gobierno del BJP que lidera Modi nunca ha dejado de inflamar las tensiones religiosas como m¨¦todo de aferrarse al poder. A trav¨¦s de una gigantesca maquinaria de redes sociales, el BJP y sus organizaciones afines se dedican a azuzar las tensiones entre comunidades religiosas cada vez que se avecina una elecci¨®n. Cadenas de WhatsApp corren rumores explosivos sobre abusos sexuales perpetrados por pederastas musulmanes contra ni?as hind¨²es, y por supuesto que subrayan el voraz apetito de los musulmanes hacia la vaca, considerada sagrada por el hinduismo.
Y el revanchismo hinduista no solo ataca al islam. En junio, agentes secretos de la India asesinaron a plena luz del d¨ªa a Hardeep Singh Nijjar, un reconocido l¨ªder de la comunidad sij, en un apacible suburbio de Vancouver, en Canad¨¢. Las acusaciones del Gobierno canadiense ante este ultraje crearon un incidente diplom¨¢tico global, introduciendo tensiones sin precedentes entre la India y pa¨ªses occidentales que hasta hace poco eran amigos.
Modi ha perfeccionado las t¨¦cnicas del populismo, la polarizaci¨®n y la posverdad, y contin¨²a utiliz¨¢ndolas para aferrarse al poder. Pretender cambiar el nombre a la India por un t¨¦rmino meramente hinduista como Bharat encaja perfectamente en este patr¨®n de comportamiento que est¨¢ poniendo en peligro el legado democr¨¢tico que dej¨® Gandhi. Y todo esto a nombre del rey Bharata, que solo quer¨ªa cuidar a un venadito.
@moisesnaim
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.