Carles Puigdemont entierra la independencia

Carles Puigdemont acuerda enterrar el proc¨¦s hacia la independencia, como se entendi¨® hasta 2017. Al meter la resoluci¨®n del conflicto catal¨¢n en una mesa de di¨¢logo, Puigdemont asume su retorno al bilateralismo frente al Gobierno de Espa?a. Claro est¨¢, necesita una coartada para sus bases, que es negar en el texto que est¨¦n renunciando a la v¨ªa unilateral del independentismo. Pero dicen que en pol¨ªtica crear una comisi¨®n, o en este caso una mesa de partidos con el PSOE, es la mejor forma de congelar un tema para que no impida otros acuerdos.

As¨ª que Puigdemont podr¨¢ darle toda la ¨¦pica que quiera con la idea del verificador internacional, que har¨¢ el seguimiento, o repitiendo la expresi¨®n ¡°hist¨®rico¡±. Cuando uno se sienta a negociar est¨¢ congelando ¡ªt¨¢citamente¡ª la posibilidad de montar otro 1 de octubre, o a retomar la declaraci¨®n unilateral en el Parlament. Y Junts ha acordado sentarse a hablar con el PSOE. El independentismo pedir¨¢ el concierto econ¨®mico y el retorno de las empresas catalanas que se marcharon durante el proc¨¦s, mientras que los socialistas defender¨¢n la reforma de la financiaci¨®n para Catalu?a. S¨¢nchez dir¨¢ que la soluci¨®n territorial es desarrollar el Estatut, y Junts que se debe convocar un refer¨¦ndum. Es decir, muy parecido a lo que lleva desde 2020 haciendo ERC en su mesa.

Aunque la renuncia a la unilateralidad es incluso m¨¢s evidente por un motivo de tempos: la amnist¨ªa pactada con el PSOE ¡ªque es el verdadero pago de esta investidura¡ª no se va a solucionar de un d¨ªa para el otro. Puigdemont es consciente del periplo judicial de meses o a?os al que se abocan los beneficiados por la citada ley. Lo han cuidado con mimo en el acuerdo, incluyendo eso que llaman lawfare ¡ªla persecuci¨®n judicial¡ª. Mientras la amnist¨ªa se est¨¦ votando en el Congreso o resolviendo en los tribunales, no estar¨¢n cometiendo los mismos actos ilegales de los que quieren librarse judicialmente, precisamente.

La pregunta es qu¨¦ pasar¨¢ cuando el independentismo se d¨¦ cuenta de la renuncia de Junts, tambi¨¦n, a lograr nada relativo a la ruptura con sus votos. Esquerra se hundi¨® el 28-M y el 23-J, tras los indultos, en medio de una frustraci¨®n generalizada porque sus votantes cada vez ve¨ªan m¨¢s lejos el sue?o del Estado propio o el refer¨¦ndum. Y la verdad es que el temor a m¨¢s penas de prisi¨®n sigue disuadiendo a sus l¨ªderes del unilateralismo: por eso no han vuelto a dar ni un paso hacia la secesi¨®n desde 2017.

Aunque parece que el largo plazo no le importa a Puigdemont como el corto. Su ¨²nica obsesi¨®n hoy es ganarle a Oriol Junqueras las elecciones catalanas del a?o que viene. Por eso, han tenido que demorarse tanto en firmar el acuerdo: necesitaban parecer diferentes a sus rivales, pese a lograr lo mismo. Pero una cosa son los relatos, y otra, los hechos. Puigdemont se ha rendido, y ahora lo f¨ªa todo a la posibilidad de que se abra una nueva pantalla en Catalu?a, tras dar sepultura a su idea de independencia. Al refer¨¦ndum ya renunci¨® el 5 de septiembre cuando no fue una l¨ªnea roja para forjar un acuerdo, y por eso Pedro S¨¢nchez ser¨¢ investido.