Acuerdo sobre el desacuerdo
El esfuerzo independentista por imponer su visi¨®n del ¡®proc¨¦s¡¯ se percibe en la sorprendente ausencia de toda menci¨®n a las actuaciones que conculcaron la ley

Es lo que contiene el texto que han hecho p¨²blico este jueves el PSOE y Junts per Catalu?a. Un acuerdo sobre el desacuerdo que, sin embargo, no impide poner en marcha la investidura y procurar la gobernabilidad de la legislatura. Y es que el acuerdo declara que ¡°a pesar de las discrepancias estructurales¡± que mantienen quienes lo suscriben, las partes est¨¢n preparadas para abrir una nueva etapa en la que, a partir del respeto y el reconocimiento del otro, se busque una soluci¨®n pol¨ªtica y negociada al conflicto.
El texto consta de tres partes donde se repasan los antecedentes del conflicto de Catalu?a para, a continuaci¨®n, plantear el esfuerzo negociador en el marco de una oportunidad hist¨®rica que exige, claro est¨¢, la consecuci¨®n de avances en una serie de materias. Resulta interesante destacar que los antecedentes que recoge el texto se?alan algo que a veces se olvida: Catalu?a es la ¨²nica comunidad aut¨®noma que no tiene un Estatuto votado por su ciudadan¨ªa. Sorprende, sin embargo, que se prescinda en este relato de cualquier menci¨®n a las actuaciones que conculcaron la ley y dieron lugar a condenas penales. Es ah¨ª donde se percibe el esfuerzo independentista por imponer una visi¨®n de lo ocurrido que, de aceptarse sin matices, convertir¨ªa en innecesaria una amnist¨ªa.
El acuerdo no contiene una renuncia expresa de Junts a la v¨ªa unilateral, pero el texto s¨ª recoge que ambas partes apuestan ¡°por la negociaci¨®n y los acuerdos como m¨¦todo de resoluci¨®n de conflictos¡± y desde ah¨ª ¡°acuerdan buscar un conjunto de pactos que contribuyan a resolver el conflicto hist¨®rico sobre el futuro pol¨ªtico de Catalu?a¡±. M¨¢s a¨²n, se recuerda que tales acuerdos ¡°deben responder a las demandas mayoritarias del Parlament de Catalu?a que, de acuerdo al Estatut (que tiene car¨¢cter de ley org¨¢nica), representa leg¨ªtimamente al pueblo de Catalu?a¡±. Ello no impide que las partes insistan en su desacuerdo sobre el refer¨¦ndum del 1 de octubre y la declaraci¨®n posterior de independencia. Para Junts aquello sigue siendo leg¨ªtimo, para el PSOE lo ocurrido es ilegal y carente de toda validez.
Las partes se expresan una desconfianza mutua y reconocen las discrepancias que existen entre ellas en torno a la resoluci¨®n final del conflicto. Todo ello justifica, a su entender, la previsi¨®n de un mecanismo internacional que tenga las funciones de acompa?ar, verificar y realizar seguimiento de todo el proceso de negociaci¨®n y de los acuerdos a los que ambas formaciones lleguen. Un mecanismo que difiere del que se contempla en los acuerdos con Esquerra Republicana.
No me detengo en el acuerdo de dotar a Catalu?a de representaci¨®n directa en las instituciones europeas por ser una realidad vigente para todas las comunidades aut¨®nomas. Los acuerdos relevantes son dos y su avance es el que puede condicionar la estabilidad de la legislatura. El primero ya se conoce: la tramitaci¨®n de una ley de amnist¨ªa cuyo texto todav¨ªa no es p¨²blico. El otro, si se quiere de m¨¢s calado, habla de ¡°la superaci¨®n de los d¨¦ficits y limitaciones del autogobierno y las relativas al reconocimiento nacional de Catalu?a¡±. Y es aqu¨ª donde las partes vuelven a constatar el desacuerdo. Para el reconocimiento nacional, el PSOE pretende un desarrollo estatutario y Junts aspira a un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n en el marco del art¨ªculo 92 de la Constituci¨®n. Para la superaci¨®n de los d¨¦ficits y limitaciones del autogobierno, Junts quiere una autonom¨ªa fiscal plena y el PSOE pretende trabajar la singularidad dentro del modelo de financiaci¨®n com¨²n. Con el desacuerdo como elemento clave de los dos acuerdos, parece obvio que el espacio para la pol¨ªtica est¨¢ entre los puntos que se?alan los extremos.
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