El PSOE compra un relato falso y victimista
Afirmar que el acuerdo con el PSOE significa introducir a Junts en la Constituci¨®n es como m¨ªnimo apresurado o un enga?abobos. Y los socialistas tambi¨¦n lo saben
La noche del 23-J, durante esas fren¨¦ticas horas en las que los partidos eval¨²an el resultado, uno de los m¨¢s vapuleados en ellas, Junts, que no lleg¨® a obtener ni el 12% de los votos en Catalu?a, mostraba unos signos de euforia inquietantes. La sonrisa de Miriam Nogueras, su portavoz, lo dec¨ªa todo. El jueves vimos por qu¨¦. Un partido que no lleg¨® ni a los 400.000 votos acaba de tumbar ahora a otro cercano a los ocho millones. Las necesidades de reproducirse en el poder, la libido dominandi ¡ªpor decirlo con los cl¨¢sicos¡ª de la coalici¨®n dominante hace de tripas coraz¨®n y, sin haberlo avisado durante el proceso electoral, otorga la amnist¨ªa y algo m¨¢s, mucho m¨¢s.
Esto nos lleva a hacer hermen¨¦utica de un texto ambiguo, dise?ado precisamente para permitir que el derrotado pueda disimular su capitulaci¨®n. Esquematizo: (1) La declaraci¨®n compra en su integridad el relato del independentismo sobre el proc¨¦s, casi al pie de la letra. (2) Esta tremenda concesi¨®n la trata de disimular aludiendo a las discrepancias que permanecen entre el PSOE y Junts, que ir¨¢n siendo negociadas a lo largo de la legislatura. Lo cual nos conduce a (3): A cambio de la amnist¨ªa y el (humillante) relato, lo realmente pactado es solo la votaci¨®n de investidura. Junts se reserva hacer detonar una mina que liquide la gobernabilidad en cuanto no vea satisfechas sus otras reclamaciones (las doy por sabidas), que se concretan en conseguir una eficaz rampa de lanzamiento hacia la independencia. O sea, no es un pacto de legislatura. El chantaje sigue vivo. Afirmar que este acuerdo significa introducir a Junts en la Constituci¨®n es como m¨ªnimo apresurado o un enga?abobos. Y el PSOE tambi¨¦n lo sabe, pero por lo pronto se calza el Gobierno.
Hay un punto (4), que, a mi juicio, es el peor de todos y forma parte de su rendici¨®n a la narrativa del independentismo: las referencias al lawfare y la no disimulada extensi¨®n de la sospecha de que las actividades jurisdiccionales que afecten a cualquier independentista tienen un trasfondo pol¨ªtico. Eso viene ya impl¨ªcito en la propia concesi¨®n de la amnist¨ªa en vez de otras medidas de gracia y cubre de oprobio a todo el sistema judicial espa?ol y, de paso, a nuestra democracia. El resultado de esa inquietante cl¨¢usula de lawfare abre la puerta a un control por parte del legislativo al judicial que puede acabar convirti¨¦ndonos en una democracia populista a la h¨²ngara. Ay de las sentencias que puedan entenderse con consecuencias lesivas para los intereses de quienes abominan de nuestro Estado. Los que vulneraron o vulneren la ley se van de rositas y los encargados de aplicarla pueden llegar a ser imputados por prevaricaci¨®n. El mundo al rev¨¦s.
Imagino la perplejidad del PSC, porque a partir de ahora se le niega todo su discurso hist¨®rico y se regala a la derecha la representaci¨®n simb¨®lica del sector no independentista en Catalu?a. ?Desde Madrid, nada menos! Solo falt¨® que el PSOE pidiera perd¨®n por haber apoyado el 155, aunque ya lo hace de modo indirecto al no mencionar la Constituci¨®n como marco de referencia. Recordemos que fue aprobada por m¨¢s del 90% de la poblaci¨®n catalana. Parece que ahora lo ¨²nico que importa es lo ocurrido en 1714. En resumen, Junts ha ganado por goleada. No ya solo por conseguir la amnist¨ªa y lo que falte por llegar. Su gran ¨¦xito ha sido trasladar al resto de su odiada Espa?a el ambiente de crispaci¨®n propio de los peores a?os del proc¨¦s en Catalu?a. ?Chapeau! No s¨¦ lo que tendr¨¢ de tan irresistible la libido dominandi, la er¨®tica del poder, para que compense ponerse en contra a todos los poderes del Estado e introducir al pa¨ªs en uno de sus mayores conflictos pol¨ªticos internos desde la Transici¨®n. Y que no me vengan con la cantinela de que criticar este acuerdo es ¡°de derechas¡±. Soy de izquierdas y he votado toda mi vida al PSOE. Cr¨¦anme, esta es la columna que m¨¢s me ha costado escribir.
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