Menuda papeleta

Pienso en Javier Cercas, que firm¨® una tribuna en este diario en la que aseguraba que no habr¨ªa amnist¨ªa. Que Pedro S¨¢nchez demostrar¨ªa que ¡°es m¨¢s importante el futuro de la democracia que el presente del poder¡±. La tesis central de su exposici¨®n ha fallado, pero el resto sigue vigente, pues el texto explicaba magistralmente por qu¨¦ la amnist¨ªa es una verg¨¹enza.

Pienso en mis amigos que votaron por el PSOE, pues los que lo hicieron por Sumar ya sab¨ªan a qu¨¦ se aten¨ªan en lo que respecta a este asunto: la postura del partido siempre ha sido la de criticar con mucho tino la secesi¨®n de los ricos ¡ªque no quieran contribuir a la hacienda com¨²n, que roben lo que es de todos¡ª, pero mostrarse serviles cuando esos ricos enmascaran sus triqui?uelas en la autodeterminaci¨®n o el derecho a decidir. Pienso en un familiar al que acompa?¨¦ a votar y al que trat¨¦ de convencer de que no lo hiciera por el PSOE. De que en el sobre estaba metiendo la traici¨®n a los trabajadores, a la izquierda antibelicista y a los saharauis. No sab¨ªamos entonces que tambi¨¦n estaba metiendo la traici¨®n al principio de igualdad ante la ley.

Pienso en todos ellos y en que menuda papeleta. No la que introdujeron en el sobre, sino la que el PSOE les ha dejado como contrapartida: tratar de convencerse de que amnistiar a quienes han metido la zarpa en el bolsillo de los espa?oles es lo mejor para Espa?a. La papeleta de intentar creerse que la decisi¨®n de amnistiar a los delincuentes se toma ahora y no en cualquier otro momento por la paz social, cuando lo que estamos viendo es justo lo contrario: que los independentistas, que andaban de capa ca¨ªda en calles y urnas, han recibido, adem¨¢s de una palmadita en la espalda por sus delitos, un soplo de aire fresco. Quien tambi¨¦n se ver¨¢ revitalizado con esta decisi¨®n, por cierto, ser¨¢ el partido que m¨¢s tajada sac¨® de la revoluci¨®n de los balcones en 2017: Vox.

Pero volvamos al PSOE, que les ha dejado a sus simpatizantes la papeleta de hacer cabriolas argumentales curiosas, como la de Jordi ?vole, que dice que c¨®mo no va a estar bien la amnist¨ªa, si la elogia incluso el bolet¨ªn del neoliberalismo anglo, el Financial Times. La papeleta de justificar perdonarle la malversaci¨®n a la derecha rancia catalana para no ir a unas elecciones en las que podr¨ªa gobernar la derecha rancia espa?ola. De hacer como que Pedro S¨¢nchez no dijo hace un a?o que la amnist¨ªa no era una opci¨®n, y de creerse que por alg¨²n motivo que no sabe concretar muy bien, de repente es necesaria para la concordia.

La papeleta de repetir la falacia de que lo importante no es la amnist¨ªa, sino la sanidad o la educaci¨®n, y que por eso no han protestado nunca ¡°los cayetanos¡±. Como si a Puigdemont y sus secuaces se les hubiera juzgado por pensar distinto y no por delitos de corrupci¨®n o malversaci¨®n de fondos p¨²blicos; como si la corrupci¨®n y la malversaci¨®n de fondos p¨²blicos no tuvieran que ver con la sanidad o la educaci¨®n, con lo que es de todos, con la solidaridad interterritorial. La anomal¨ªa no es que ¡°los cayetanos¡± protesten solo ahora, sino que la mayor¨ªa de la izquierda propicie, aplauda o asista impasible a que las ¨¦lites nacionalistas catalanas vayan a ser amnistiadas por sisar dinero de los trabajadores espa?oles.