Inmigraci¨®n y marco ultra
Varios gobiernos europeos endurecen sus pol¨ªticas migratorias contagiados de electoralismo populista
El rendimiento electoral que la extrema derecha est¨¢ obteniendo de sus campa?as contra la inmigraci¨®n est¨¢ llevando a diferentes pa¨ªses europeos a un endurecimiento de sus pol¨ªticas, sin esperar a que se materialice el Pacto sobre Inmigraci¨®n y Asilo, que ha de permitir una respuesta unificada y com¨²n al problema. Los Veintisiete alcanzaron a principios de octubre un acuerdo sobre el Reglamento de Crisis, el ¨²ltimo escollo que quedaba para poder sacar adelan...
El rendimiento electoral que la extrema derecha est¨¢ obteniendo de sus campa?as contra la inmigraci¨®n est¨¢ llevando a diferentes pa¨ªses europeos a un endurecimiento de sus pol¨ªticas, sin esperar a que se materialice el Pacto sobre Inmigraci¨®n y Asilo, que ha de permitir una respuesta unificada y com¨²n al problema. Los Veintisiete alcanzaron a principios de octubre un acuerdo sobre el Reglamento de Crisis, el ¨²ltimo escollo que quedaba para poder sacar adelante el pacto, un asunto nuclear para el futuro de la Uni¨®n, despu¨¦s de que la normativa vigente se desplomara con la crisis migratoria de 2015.
El movimiento m¨¢s significativo se ha producido en Alemania. Tras los buenos resultados de Alternativa por Alemania en las elecciones regionales y el ascenso que prev¨¦n los sondeos a nivel federal, el canciller, el socialdem¨®crata Olaf Scholz, ha decidido poner fin a la pol¨ªtica de puertas abiertas iniciada por su antecesora, la conservadora Angela Merkel. En un acuerdo con los 16 Estados federados, Berl¨ªn ha decidido endurecer la pol¨ªtica de migraci¨®n y asilo con el objetivo declarado de hacer que el pa¨ªs resulte menos atractivo para los inmigrantes. Las medidas econ¨®micas de apoyo a los l?nder para que puedan atender unos servicios sociales sobrecargados son razonables, pero las medidas disuasorias, que incluyen procedimientos acelerados de expulsi¨®n para la inmigraci¨®n irregular y un recorte generalizado de las prestaciones para los solicitantes de asilo, suponen una clara involuci¨®n.
Tambi¨¦n lo son las iniciativas para externalizar los procedimientos de asilo fuera de la UE. Es el caso de Italia, donde ya gobierna una coalici¨®n de extrema derecha. La primera ministra, Giorgia Meloni, acaba de firmar un acuerdo con Albania para construir en ese pa¨ªs centros de acogida con capacidad para gestionar un flujo anual de 36.000 rescatados por los equipos de salvamento en el Mediterr¨¢neo. Las organizaciones humanitarias temen que el acuerdo sea una v¨ªa para facilitar la deportaci¨®n irregular de inmigrantes, pues estos centros se ocupar¨¢n de la gesti¨®n de las solicitudes de asilo y de la repatriaci¨®n de quienes no obtengan el estatuto de refugiado. En todo caso, suponen un paso m¨¢s en el proceso de externalizaci¨®n del control de la migraci¨®n, que comenz¨® con acuerdos con pa¨ªses lim¨ªtrofes con la UE, como Turqu¨ªa, para frenar las llegadas y ahora se extiende a la gesti¨®n de las salidas sin esperar a que fructifique el esperado acuerdo comunitario.
Es la misma pol¨ªtica que ha intentado, de momento sin ¨¦xito, el Reino Unido. El Tribunal Supremo de este pa¨ªs ha confirmado la ilegalidad del plan del Gobierno conservador de Rishi Sunak de deportar a Ruanda a los inmigrantes que lleguen de forma irregular para que gestione las peticiones de asilo o la devoluci¨®n al pa¨ªs de origen. En l¨ªnea con lo que ya hab¨ªa advertido el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, el Supremo brit¨¢nico considera que Ruanda no cumple los requisitos para garantizar los derechos humanos de los implicados. La sentencia ha provocado un cisma en el Gobierno que ha llevado a la destituci¨®n de la ministra de Interior, Suella Braverman, partidaria de ignorarla y comenzar las deportaciones.
Todos estos movimientos reflejan el nerviosismo y la creciente inquietud de los partidos de gobierno por los costes electorales de la inmigraci¨®n en tiempos de incertidumbre. Pero adoptar las recetas de criminalizaci¨®n y rechazo de la extrema derecha, lejos de resolver el problema, lo que hace es legitimar sus posiciones y facilitar que siga obteniendo r¨¦dito electoral.