Los Veintisiete logran desbloquear el pacto migratorio en la UE con un endurecimiento en las condiciones del asilo
El acuerdo de ¨²ltima hora entre Alemania e Italia desbloquea la gesti¨®n de crisis migratorias en plena tensi¨®n por los movimientos en frontera
Tras a?os de duras negociaciones, los Veintisiete han cerrado el ¨²ltimo cap¨ªtulo del pacto migratorio, uno de los elementos de mayor disputa en la UE durante la ¨²ltima d¨¦cada. Los Estados miembros han dado este mi¨¦rcoles v¨ªa libre al reglamento de gesti¨®n de crisis e instrumentalizaci¨®n de la inmigraci¨®n, que restringe a¨²n m¨¢s la entrada en la UE y las solicitudes de asilo, seg¨²n el ¨²ltimo borrador al que ha tenido acceso EL PA?S. El punto de encuentro entre Alemania, que reclamaba m¨¢s salvaguardas para las familias y los menores que piden protecci¨®n, e Italia, que exig¨ªa m¨¢s dureza dentro de su propia realidad pol¨ªtica y en medio de un repunte de llegadas a sus costas, ha permitido sacar adelante la nueva norma en v¨ªsperas de la cumbre que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE celebrar¨¢n desde este viernes en Granada. Ahora, este reglamento ¡ªjunto a los otros cuatro que forman parte del ansiado pacto migratorio¡ª ir¨¢ a la negociaci¨®n entre instituciones comunitarias para convertirse en texto legal.
El acuerdo, que incluye instrumentos para que los pa¨ªses de primera l¨ªnea de llegadas migratorias reciban ayuda urgente de los dem¨¢s socios, cristaliza en un momento de especial tensi¨®n entre los Estados miembros por temor a una crisis de llegadas que ha llevado a controles de fronteras temporales y fricciones entre los pa¨ªses. El consenso alcanzado, pese a que la presi¨®n permanece, facilita la cumbre de l¨ªderes europeos en Granada, donde el debate sobre inmigraci¨®n y los modelos para gestionarla se ha colado en la agenda y amenaza con monopolizar el encuentro, aun con el acuerdo logrado este mi¨¦rcoles. Ahora que, a falta de peinar los flecos, la UE se encamina a cerrar el cap¨ªtulo para gestionar internamente la inmigraci¨®n, estar¨¢n sobre la mesa los modelos a seguir para reducir las llegadas a territorio comunitario, con marcos como el controvertido acuerdo alcanzado con T¨²nez, que recibe dinero de la Uni¨®n a cambio de gestionar los flujos migratorios.
Espa?a, que preside el Consejo de la UE este semestre y hace de mediador para esta y otras negociaciones, se hab¨ªa mostrado optimista sobre la opci¨®n de cerrar el acuerdo, pese a las reticencias de Berl¨ªn y Roma, dos capitales claves en este pacto, sin las que no funcionar¨ªa, adem¨¢s, ning¨²n acuerdo europeo sobre inmigraci¨®n. El ministro del Interior espa?ol, Fernando Grande-Marlaska, hab¨ªa asegurado que se conseguir¨ªa antes de la reuni¨®n en Granada. Y tras una semana de intensas negociaciones t¨¦cnicas, as¨ª ha sido. Alemania e Italia han dado su respaldo al reglamento, contra el que han votado Polonia y Hungr¨ªa, frontalmente opuestos a cualquier esquema que obligue a todos los Estados a asumir una parte de los demandantes de asilo. Austria, Eslovaquia y Rep¨²blica Checa se han abstenido, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas. A pesar del acuerdo pol¨ªtico logrado este mi¨¦rcoles, las reticencias de esos Estados amenazan con crear trabas t¨¦cnicas para el cumplimiento de los compromisos.
El texto, parte de un paquete que funciona como un todo, restringe a¨²n m¨¢s la aceptaci¨®n de solicitudes de asilo y ampl¨ªa los tiempos de procesamiento (lo que abre la puerta al bloqueo) de los solicitantes de refugio en los pa¨ªses que declaren que est¨¢n bajo esa situaci¨®n de crisis. Tambi¨¦n permite alargar el tiempo de detenci¨®n de los demandantes de asilo ocho semanas m¨¢s de los 18 meses que permite la norma en condiciones normales, seg¨²n los borradores del reglamento que ha visto este diario.
Adem¨¢s, incluye el concepto de ¡°instrumentalizaci¨®n¡± de la migraci¨®n, cuando un pa¨ªs sea objeto de un intento de ¡°desestabilizarlo¡± (o a toda la UE) a trav¨¦s de la llegada repentina de migrantes. As¨ª sucedi¨® en la crisis migratoria de 2021, en la que el r¨¦gimen del bielorruso Aleksandr Lukashenko envi¨® (y ayud¨® a tratar de cruzar) a los pa¨ªses del flanco oriental a miles de migrantes, aprovech¨¢ndose de su vulnerabilidad.
Las ONG de salvamento, bajo el foco de Italia
Esta hab¨ªa sido una exigencia de Italia, que afronta una tensa situaci¨®n en la isla de Lampedusa, ahora el principal punto de llegadas desde la ruta del Mediterr¨¢neo central (sobre todo de migrantes que salen desde T¨²nez), la que m¨¢s crece. El Gobierno de Giorgia Meloni, que ha convertido la dureza contra la migraci¨®n en uno de sus principales caballos de batalla, exig¨ªa que las ONG que llevan a cabo operaciones humanitarias, sobre todo rescates en el mar, entraran bajo ese paraguas de ¡°instrumentalizacion¡±, lo que amenaza las operaciones de salvamento. Finalmente, la amplia redacci¨®n del texto aprobado este mi¨¦rcoles crea rendijas para criminalizar ciertas operaciones.
Las ONG de derechos humanos y las especializadas en inmigraci¨®n han alertado de que este nuevo reglamento puede crear una zona gris en la que los derechos de los migrantes se vean vulnerados. Tambi¨¦n que puede dificultar el trabajo de salvamento, algo que tendr¨ªa consecuencias nefastas.
El acuerdo de este mi¨¦rcoles tiene amplias repercusiones. La principal es que cierra el ansiado pacto migratorio, una de las grandes apuestas de la Comisi¨®n de Ursula von der Leyen, con un endurecimiento de los sistemas de recepci¨®n y asilo ideados tras la crisis migratoria de 2015, que tens¨® las costuras de la UE y que estuvo a punto de terminar con la zona de circulaci¨®n Schengen. Ese espacio de libre tr¨¢nsito nunca se ha recuperado del todo de ese desaf¨ªo.
El pacto dise?a un nuevo sistema de control de fronteras y de procesamiento de las solicitudes de asilo, incluso tiene una parte t¨¦cnica sobre datos biom¨¦tricos y establece lo que se reconoce como ¡°ficci¨®n de entrada¡±, que puede dejar en el limbo a los solicitantes de asilo durante semanas mientras se atiende su demanda. Pero sobre todo se basa en un nuevo paradigma: la solidaridad flexible, pero obligatoria, por la que los 27 socios comunitarios deben contribuir a gestionar los flujos migratorios, un sistema basado en cuotas de acogida o en el pago de 20.000 euros por cada solicitante de asilo rechazado.
El paquete migratorio, que ahora comienza el tr¨¢nsito de negociaci¨®n entre el Consejo de la UE, el Parlamento y la Comisi¨®n Europea, a¨²n puede cambiar en la pr¨®xima fase. Algo en lo que conf¨ªa, por ejemplo, Alemania, para introducir m¨¢s f¨®rmulas de salvaguarda para los menores. Otros Estados miembros aspiran a lograr retocar el punto que pone bajo el foco a las ONG.
Pese a todo, el asunto migratorio, enormemente divisivo y muy t¨®xico pol¨ªticamente para algunos Estados miembros, continuar¨¢ generando grandes tensiones. El acuerdo de T¨²nez para frenar las llegadas est¨¢ a punto de descabalgar, la Comisi¨®n Europea sondea pactos similares con pa¨ªses como Egipto y, mientras, las entradas en la UE se mantienen y varios pa¨ªses de Europa central (Alemania, Austria, Polonia, Rep¨²blica Checa) han ordenado controles de fronteras temporales para frenar que los solicitantes de asilo lleguen a sus territorios.
Bruselas trata de rebajar la tensi¨®n y que la situaci¨®n no escale. Este mi¨¦rcoles, el Ejecutivo comunitario ha tratado de restar importancia a los controles fronterizos temporales, que, por otra parte, se perpet¨²an en la UE. La Uni¨®n espera contar con un sistema aprobado en firme para afrontar la inmigraci¨®n irregular antes de las elecciones al Parlamento Europeo de junio de 2024, pero para ello, los engranajes comunitarios tienen que correr.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.