Salud p¨²blica sin fronteras
El brote de viruela del mono ofrece lecciones valiosas sobre la gesti¨®n europea de los riesgos para la salud p¨²blica que ser¨¢n importantes en el futuro
El brote de viruela del mono (monkeypox, o mpox) que se propag¨® por 115 pa¨ªses el a?o pasado palidece en comparaci¨®n con la pandemia de covid que puso el planeta patas arriba y acab¨® matando a 15 millones de personas. Desde enero de 2022, la mpox solo ha causado 90.000 contagios y 160 muertes, la mayor¨ªa en el continente americano. Los tres pa¨ªses con m¨¢s casos acumulados son Estados Unidos (31.000), Brasil (11.000) y Espa?a (8.000).
Es cierto que en septiembre hubo un ligero incremento en Europa, posiblemente debido al aumento de los contactos en los festivales de verano, y que el virus sigue circulando por la mayor¨ªa del planeta, pero tambi¨¦n lo es que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) ha reducido el ritmo de sus informes de semanal a mensual, y que pocos expertos parecen preocupados por el asunto. El brote ofrece, pese a todo, lecciones valiosas sobre la gesti¨®n europea de los riesgos para la salud p¨²blica. Ser¨¢n importantes en el futuro.
A principios de este a?o, el gran dilema era eliminar el virus o dejarlo circular. Los argumentos para eliminarlo eran de naturaleza t¨¦cnica. El principal es que permitir que el virus siga circulando le da m¨¢s oportunidades para adaptarse a los humanos y propagarse con mayor eficacia. La actual versi¨®n de la viruela del mono, de hecho, exhibe indicios de esa adaptaci¨®n, lo que seguramente le ha ayudado a extenderse m¨¢s ampliamente que variedades anteriores.
Pero eliminar el virus requiere adoptar medidas dr¨¢sticas de notificaci¨®n de casos, cuarentenas de los positivos y cierres de locales. A¨²n recientes los ecos de la covid, ni un solo responsable europeo est¨¢ por esa labor y as¨ª, se ha sabido esta semana, lo expresaron en febrero en una reuni¨®n del consejo asesor del Centro Europeo para el Control y Prevenci¨®n de Enfermedades (ECDC por sus siglas en ingl¨¦s). Este organismo quiere ser el hom¨®logo de los estadounidenses CDC (Centers for Disease Control), pero no solo incluye a cient¨ªficos, sino tambi¨¦n a los gestores de la salud p¨²blica de cada pa¨ªs miembro, que dependen de sus ministerios de Sanidad.
El representante de Dinamarca dijo all¨ª que la eliminaci¨®n no era factible, y que la mpox pasar¨ªa a ser una enfermedad m¨¢s de transmisi¨®n sexual. La de Eslovenia consider¨® dif¨ªciles de cumplir las medidas requeridas para la erradicaci¨®n del virus. La de Francia estuvo de acuerdo y denunci¨® que las vacunas ten¨ªan cada vez menos demanda. El de Pa¨ªses Bajos defendi¨® la adquisici¨®n de inmunidad por infecci¨®n, dada la baja letalidad del virus. El de Espa?a no asisti¨®.
Pese a estar inspirado en los prestigiosos CDC de Estados Unidos, el ECDC no disfruta de tanta independencia cient¨ªfica como aquellos. La discusi¨®n en estos organismos es necesaria, pero no deber¨ªa basarse en criterios nacionales. Los virus son materia paneuropea.
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