Por la amnist¨ªa
Siete razones avalan la concesi¨®n de la medida de gracia a los independentistas catalanes
La gran medida de gracia nos quita el sue?o. Naci¨® de un pecado original, su necesidad parlamentaria, pero su origen no desnaturaliza su destino. Sigue sin ser explicada, ...
La gran medida de gracia nos quita el sue?o. Naci¨® de un pecado original, su necesidad parlamentaria, pero su origen no desnaturaliza su destino. Sigue sin ser explicada, m¨¢s all¨¢ de cuatro brochazos de Pedro S¨¢nchez y ninguno de los dem¨¢s, pero eso no la invalida. La atacan por antinacional, pero sobre todo quienes creen que todo lo que no es suyo implica traici¨®n.
As¨ª que conviene considerar si hay razones de peso para otorgarla. Y s¨ª, las hay. Siete, al menos. No siete votos, sino siete motivos. No porque no vayan a ¡°repetirlo¡±; lo har¨¢n si pueden, pero no podr¨¢n si se les siega la hierba bajo los pies. Y cuando se demuestre a sus seguidores que ese Estado es tambi¨¦n suyo, nada podr¨¢n alegar en contra.
Tampoco porque se topen con un Estado desballestado, pues este seguir¨¢ disponiendo del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n, y del C¨®digo Penal, y de la jurisprudencia constitucional: ?o acaso esta es la nada, de nada sirve y a nada aboca? As¨ª que hay siete razones, queridos constitucionalistas que votasteis contra la Constituci¨®n y ahora la alab¨¢is como a un t¨®tem congelado:
1. Dos millones. Hubo en el oto?o de 2017 un golpe fallido con dos millones de gentes respald¨¢ndolo en urnas sui generis. A¨²n crepitan sus rescoldos, sus dolores, sus frustraciones: suavizadas, s¨ª, pero permanecen. ?Las cauterizamos o no?
2. Llevamos un decenio arrastrando los pies, sin recuperar a los actores de la rebeld¨ªa, sin abocar a la reconciliaci¨®n y con grupos parlamentarios capaces de bloquear. ?Es creativo?
3. Llevamos un quinquenio largo, desde 2017, con la locomotora econ¨®mica de Espa?a ¡ªCatalu?a¡ª gripada, semiparalizada, sin pensar ni proyectar m¨¢s all¨¢ de s¨ª misma ni de sus enso?aciones. ?Conviene a todos?
4. Los cabecillas del golpe fueron indultados. Quedan m¨¢s de 400 colaboradores y secuaces que est¨¢n al pairo. ?Es l¨®gico este abismo asim¨¦trico entre dirigentes y curritos? ?Es que acaso solo puede dispensarse generosidad a la ¨¦lite?
5. Hay medio mill¨®n de votantes dispuestos a creer simplezas milagrosas (los de Junts, los de la CUP) y muchos m¨¢s tentados: ?no ser¨¢ mejor brindarles v¨ªas razonables?
6. Esos votos dan brillo a gentes desafectas, a grupos parlamentarios rupturistas. ?No ser¨ªa bueno integrarlos?
7. ?Es positivo prolongar hasta el infinito una situaci¨®n en que lo normal parezca ser la descortes¨ªa con la jefatura del Estado, la anomia institucional, la indiferencia c¨ªvica? Dudemos. Seguro que no es excelente para la digesti¨®n.