El hombre y el clima
Antes en Egipto, ahora en los Emiratos ?rabes Unidos y el a?o pr¨®ximo en Azerbaiy¨¢n, se afianza la costumbre de convocar congresos para la reducci¨®n de los referidos combustibles en pa¨ªses que los producen
Muy de ma?ana, he salido al balc¨®n en mangas de camisa a fin de comprobar si, clausurada hace dos semanas la cumbre del clima en Dub¨¢i, empieza a notarse la limitaci¨®n del incremento de la temperatura global a 1,5? sobre los niveles preindustriales. No es por regodearme en el pesimismo, al que debo muchos momentos de satisfacci¨®n, pero yo no aprecio voluntad firme de frenar el calentamiento global pese al j¨²bilo que estall¨® en Dub¨¢i cuando los reunidos firmaron in extremis un acuerdo de buenas intenciones que compromete, pero no obliga, y cuyo cumplimiento bajo la acci¨®n legislativa de gobiernos venideros ninguna autoridad supranacional verificar¨¢ ni menos sancionar¨¢ en caso de conculcaci¨®n. ?Son veraces las cifras de emisiones contaminantes que cada cual notifica? Las im¨¢genes del reciente congreso parec¨ªan sacadas de una pel¨ªcula de Berlanga. Falt¨® Pepe Isbert con kufiya anunciando el acuerdo de limitar o suprimir el uso de combustibles f¨®siles en un futuro gestionado por seres humanos que ahora son ni?os o todav¨ªa no han nacido. Ya se les dir¨¢ a su debido tiempo lo que deben hacer. Antes en Egipto, ahora en los Emiratos ?rabes Unidos y el a?o pr¨®ximo en Azerbaiy¨¢n, se afianza la costumbre de convocar congresos para la reducci¨®n de los referidos combustibles en pa¨ªses que los producen. A Dub¨¢i acudieron representantes de 198 pa¨ªses quemando queroseno en sus respectivos aviones de ida y vuelta. Vuelan, vuelan sintagmas: transici¨®n energ¨¦tica, aumentar la capacidad de renovables, costear la acci¨®n clim¨¢tica. ?Otras opciones? Est¨¢ la de los activistas de Just Stop Oil que asestaron martillazos a un cuadro de Vel¨¢zquez. Ya puestos, ?cu¨¢ntos discursos falaces y cu¨¢nto dinero nos ahorrar¨ªamos con solo que el desastre clim¨¢tico se solucionase lanzando chorros de lanzallamas contra Las Meninas o con cuatro golpes limpios y baratos de alm¨¢dena a la Dama de Elche!
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