El subcomandante Marcos est¨¢ gordo. ?Y qu¨¦ m¨¢s?
Las redes debaten sobre el aspecto del l¨ªder zapatista ¡ªy su causa¡ª cuando se cumplen 30 a?os del levantamiento guerrillero en Chiapas
El subcomandante Marcos est¨¢ gordo. Ay, c¨®mo pasa el tiempo. Del misterioso guerrillero mexicano se ha mencionado estos d¨ªas la panza cervecera que luc¨ªa en su reaparici¨®n en Chiapas para celebrar el 30? aniversario del alzamiento ind¨ªgena. Si es de comer papas fritas y beber coca-cola, podr¨¢ decirse que la revoluci¨®n anda mal, pero tambi¨¦n que el hombre se ha integrado plenamente en las costumbres alimentarias de estas comunidades rurales. ?Est¨¢ canoso? ?Tiene la cara arrugada? No sab...
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El subcomandante Marcos est¨¢ gordo. Ay, c¨®mo pasa el tiempo. Del misterioso guerrillero mexicano se ha mencionado estos d¨ªas la panza cervecera que luc¨ªa en su reaparici¨®n en Chiapas para celebrar el 30? aniversario del alzamiento ind¨ªgena. Si es de comer papas fritas y beber coca-cola, podr¨¢ decirse que la revoluci¨®n anda mal, pero tambi¨¦n que el hombre se ha integrado plenamente en las costumbres alimentarias de estas comunidades rurales. ?Est¨¢ canoso? ?Tiene la cara arrugada? No sabemos; el pasamonta?as sigue en forma. Algunos en las redes sociales se quejaban de ese superfluo inter¨¦s por el f¨ªsico del l¨ªder zapatista, reflejado en mensajes como uno de @marifusa123. Es lo que hay cuando lo que hay es un s¨ªmbolo. El carisma del Che Guevara se deb¨ªa tambi¨¦n a su cara de bigotillo sonriente; el sub prefiri¨® tap¨¢rsela. Pero nadie desespere; el m¨¢s famoso de los guerrilleros actuales conserva las admiraciones ideol¨®gicas y los mensajes han dado muestras de ello. Zapata vive, la lucha sigue.
El problema es que Marcos ha ido ocupando las filas traseras en las nuevas celebraciones. Su huidiza persona estuvo en un segundo plano estos d¨ªas en Chiapas; apenas se le pod¨ªa seguir por las se?ales de humo que dejaba su pipa aqu¨ª y all¨¢, pero fue fotografiado entre mujeres de alegres vestimentas y con otras que cubr¨ªan su cara como ¨¦l. Dicen que es tiempo de mujeres tambi¨¦n en el frente zapatista y quiz¨¢ pronto haya lideresa. El subcomandante Marcos no est¨¢ retirado, pero ¨¦l mismo se ha degradado a ¡°capit¨¢n insurgente¡± y dejado paso a otros. Podr¨ªa decirse que hoy es subcomandante em¨¦rito. Los guerrilleros, como los papas o los reyes, se retiran ya antes de morir.
Alg¨²n afgano despistado preguntaba en Twitter por qu¨¦ Marcos opt¨® por llamarse subcomandante. Por joven o por afgano habr¨¢ que perdonarle su falta de conocimiento de la guerrilla latinoamericana. La lucha indigenista en M¨¦xico est¨¢ en vigor porque las causas tambi¨¦n lo est¨¢n. Chiapas atraviesa momentos de guerra contra los carteles del narcotr¨¢fico que est¨¢n invadiendo un territorio que presum¨ªa de su pacifismo, y la pobreza, la indiferencia y las discriminaciones persisten. Por eso el subcomandante y su pol¨ªtica mantienen la simpat¨ªa ideol¨®gica que otros perdieron en Cuba y qu¨¦ decir de Nicaragua, donde los verdaderos sandinistas est¨¢n en el exilio y los l¨ªderes del pa¨ªs se han convertido en dictadores sanguinarios. De las antiguas guerrillas apenas queda una nostalgia agridulce.
La reaparici¨®n del subcomandante ha tenido sus fieles en las redes y sus discursos todav¨ªa alimentan esperanzas de cambio por m¨¢s que hayan pasado 23 a?os desde que entrara victorioso entre multitudes a la plaza principal de M¨¦xico, donde hoy se asoma al balc¨®n un presidente que se fotografiaba con ¨¦l de joven ¡ªcomo ha recogido la cuenta @RegeneracionMx¡ª y ahora no le invita ni a caf¨¦. Dir¨¢ Marcos que para buen caf¨¦, el de Chiapas. Marcos puede estar gordo, pero se ha ido reciclando al son que tocan los nuevos tiempos. No es que participe de las redes sociales, que tienen m¨¢s de redes que de sociales, pero el capit¨¢n publica de tanto en tanto en el bolet¨ªn digital del movimiento, Enlace Zapatista, donde a veces firma como El Finado Sup, as¨ª, con p. Y se despacha mol¨®n con temas musicales y bailongos. Guerrilleros modernos, m¨¢s en la pol¨ªtica que en la ¨¦pica.
Nadie puede acusar al subcomandante de fr¨ªvolo, ni a su causa de moribunda, pero son otros tiempos y otras guerras las que atraviesan Chiapas y todo M¨¦xico. La violencia deja cada d¨ªa 100 muertos de promedio en el pa¨ªs, se hace dif¨ªcil pensar que otro mundo es posible.