Nicaragua, dictadura sin fondo
El r¨¦gimen de Daniel Ortega ahonda la represi¨®n de toda disidencia desterrando a 19 religiosos
El r¨¦gimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo dio el domingo una nueva muestra de su m¨¢s absoluta intransigencia ante cualquier forma de disenso. El blanco principal de la pareja presidencial, tras haber aplastado a la oposici¨®n mediante una feroz persecuci¨®n que se agrav¨® en 2018, es hoy la Iglesia cat¨®lica. Y la ¨²ltima decisi¨®n fue la de desembarazarse del principal s¨ªmbolo de la resistencia democr¨¢tica, el obispo Rolando ?lvarez, que fue apresado en agosto de 2022 y llevaba desde febrero de 2023 encerrado en la temida prisi¨®n La Modelo de Managua. Esta semana, ?lvarez ha sido expulsado y enviado a Roma junto al obispo Isidoro Mora y a 17 sacerdotes y seminaristas detenidos durante las pasadas Navidades.
A mediados de diciembre, el sandinismo desat¨® una cacer¨ªa sin precedentes contra curas y representantes religiosos. Las acusaciones reproducen el guion habitual de la represi¨®n: ¡°Traici¨®n a la patria¡±, ¡°menoscabo de la integridad nacional¡± o ¡°propagaci¨®n de noticias falsas¡±. Con esos cargos, ?lvarez fue condenado a 26 a?os de reclusi¨®n tras negarse a abordar un avi¨®n con destino Washington en el que 222 presos pol¨ªticos abandonaron forzosamente Nicaragua el 9 de febrero de 2023. Ahora, tras la mediaci¨®n de Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, el obispo de la di¨®cesis de Matagalpa no tuvo alternativa, lo mismo que sus compa?eros de h¨¢bito.
Esa es la estrategia perversa adoptada por el r¨¦gimen. Primero, sofocar a las voces inc¨®modas a trav¨¦s de la persecuci¨®n social y la c¨¢rcel. Despu¨¦s, al cabo de un tiempo, obligarlas al destierro. Y, finalmente, arrebatarles la nacionalidad nicarag¨¹ense y confiscar sus bienes, como sucedi¨® el a?o pasado con cientos de opositores, entre ellos los escritores Sergio Ram¨ªrez y Gioconda Belli, el periodista Fernando Chamorro o el obispo Silvio B¨¢ez, exiliado en EE UU desde 2019.
La deriva antidemocr¨¢tica de Ortega y Murillo se ha acelerado vertiginosamente despu¨¦s de las elecciones locales de 2022. Convertido en un r¨¦gimen de partido ¨²nico, el Gobierno centr¨® su embestida en la Iglesia, que fue un actor crucial en el intento de di¨¢logo de 2018. Despu¨¦s de haber forzado la huida de cientos de miles de ciudadanos, el aparato oficialista declar¨® enemigos p¨²blicos a los sacerdotes y a los representantes religiosos. En 2023, quedaron adem¨¢s prohibidas las procesiones de Semana Santa.
En los ¨²ltimos 12 meses, el papa Francisco, que hab¨ªa elevado sus cr¨ªticas a la pareja presidencial, llegando a comparar sus acciones con las de una ¡°dictadura hitleriana¡±, ha abogado no obstante por abrir una negociaci¨®n en al menos dos ocasiones. El mandatario lo rechaz¨® de plano, igual que hizo ante los intentos de Estados Unidos. Una obcecaci¨®n que condena a los nicarag¨¹enses a vivir en el pozo sin fondo del totalitarismo y ahonda en el ya profundo aislamiento del pa¨ªs centroamericano.
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