Koldo y sus circunstancias
Era l¨®gico que en la pandemia recurri¨¦ramos a procedimientos de emergencia para acelerar la contrataci¨®n p¨²blica de materiales. Pero en muchos contratos no hab¨ªa una justificaci¨®n adecuada
La forma m¨¢s f¨¢cil de enriquecerse en Espa?a es ama?ar un contrato p¨²blico y, la m¨¢s dif¨ªcil, ganarlo de forma leg¨ªtima. Habla con cualquier consultora o empresa proveedora de servicios para la Administraci¨®n. Trabajan con un margen de beneficio estrecho porque presentan ofertas muy ajustadas temiendo que las competidoras hagan lo que, de facto, son bajas temerarias. Deben saltar mil obst¨¢culos procedimentales y cumplir mil requisitos para optar a un contrato p¨²blico y, si tienen ¨¦xito, cobrar¨¢n el dinero meses despu¨¦s de concluir su trabajo. Es todo, menos una ganga. ?C¨®mo es posible, pues, que, tan a menudo, sucedan en nuestro pa¨ªs esc¨¢ndalos de corrupci¨®n tan gigantescos y tentaculares como el del exasesor de ?balos?
En primer lugar, al ver a Koldo, pienso en Ortega y Gasset. En su ¡°yo y mis circunstancias¡±. Los ¡°yoes¡± que habitan las c¨²pulas de nuestras administraciones ¡ªde la central a la local¡ª son peculiares en comparaci¨®n con los de otras democracias avanzadas. Tenemos un n¨²mero inveros¨ªmil de asesores y cargos de libre designaci¨®n, una legi¨®n de personas que deben su puesto a la confianza de su jefe pol¨ªtico. Y eso tiene bondades, pues sirve para montar una mentalidad de equipo en el ministerio, consejer¨ªa o concejal¨ªa de turno; y una gran maldad: si sospechas que un compa?ero hace algo inadecuado, miras hacia otro lado. En el mejor de los casos. En el peor, te involucras t¨² tambi¨¦n. Un equipo puede acabar siendo una gran familia, pero tambi¨¦n una gran mafia.
Y luego est¨¢n las circunstancias. Como ha mostrado el reconocido investigador de estos temas, Mih¨¢ly Fazekas, junto con Alfredo Hern¨¢ndez, del IBEI Barcelona, y otros coautores, Espa?a es uno de los pa¨ªses europeos, junto con Italia, Grecia y varias naciones del Este, que experiment¨® un mayor aumento del riesgo de corrupci¨®n, tanto en la contrataci¨®n sanitaria como en la general, tras la pandemia.
Era l¨®gico que, en una crisis como la de la covid-19, recurri¨¦ramos a procedimientos de emergencia para acelerar la contrataci¨®n p¨²blica de material de primera necesidad. Pero, desde el principio, ¨®rganos independientes reclamaron m¨¢s controles; y, partidos como el PNV, que no se ¡°confinara¡± la transparencia. En muchos contratos no hab¨ªa una justificaci¨®n adecuada. Demasiadas adjudicaciones a dedo parece que se hicieron a ojo. La contrataci¨®n p¨²blica es una pata creciente de toda sociedad moderna y representa ya alrededor del 14% del PIB de la UE. Es imperativo mejorar qui¨¦n y c¨®mo se contrata. Hay que repensar el ¡°yo y mis circunstancias¡±.
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