Ser un ni?o gordo sigue siendo un tab¨²
Los lectores escriben sobre los efectos de la gordofobia en los menores, la libertad de prensa, la actitud de la clase pol¨ªtica y los alimentos de quinta gama de los restaurantes
Ser gordo no mola. Nadie elige voluntariamente estarlo y, pese al surgimiento del body positive, estoy seguro de que a muchos les sigue pareciendo una locura pasar un d¨ªa entero en la playa sin camiseta, o no taparse con un coj¨ªn cuando se sientan en el sof¨¢, incluso aunque hayan adelgazado. Los ni?os siempre se llevan la peor parte de todo esto, porque los ni?os son ni?os, y si est¨¢s gordo o gorda, tus compa?eros se van a encargar de record¨¢rtelo. El sumun de todo esto viene cuando, precisamente, un ni?o baja de peso y empieza a ser visto con mejores ojos, tratado mejor ya no solo por personas con las que se relaciona, sino tambi¨¦n por el propio autobusero que lo lleva y lo trae de la estaci¨®n a casa desde hace m¨¢s de 15 a?os.
Miguel Rubio Su¨¢rez. Madrid
Libertad de prensa
Libertad, hermosa palabra tantas veces manipulada y pisoteada. La libertad personal de tomarnos unas cervezas con los amigos en una terraza, por ejemplo, es un derecho que nos permite pasar buenos ratos. Pero la libertad de prensa no es un asunto privado de este o aquel periodista, es un derecho b¨¢sico que nos garantiza la existencia misma de la democracia. Hasta el punto de que se puede afirmar que no hay democracia sin libertad de prensa. Por eso, me preocupa tanto que no lo vea as¨ª quien gobierna en la Comunidad de Madrid ni quien dirige su partido a nivel nacional y se postula para presidir el Gobierno de Espa?a.
Luis de Lux¨¢n Mel¨¦ndez. Porr¨²a-Llanes (Asturias)
Verg¨¹enza
Siento verg¨¹enza ajena cuando oigo a nuestros representantes pol¨ªticos. Evidentemente no de todos, pero s¨ª de los que m¨¢s ruido hacen, utilizando un lenguaje exento del m¨¢s m¨ªnimo sentido del decoro y de la buena educaci¨®n. La bajeza moral a la que est¨¢n llegando determinados pr¨®ceres en nombre de no se sabe muy bien qu¨¦ es descorazonadora. Da igual el partido pol¨ªtico al que pertenezcan. Mientras, siguen sin solucionarse problemas acuciantes. Pero, eso s¨ª, los implicados en asuntos turbios, directa o tangencialmente, siguen sin saber conjugar el verbo dimitir.
Amalia Rodelas Montes. Granada
Quinta gama
Hasta hace unos a?os cada restaurante cocinaba sus propias recetas. La fabada, las croquetas o el guiso de carrilleras era una experiencia ¨²nica de cada establecimiento. Ahora, con la quinta gama, la comida llega ya cocinada, solo deben calentarla. Incluso puede que sea mejor que la casera, pero los clientes deber¨ªamos conocer de antemano la g¨¦nesis de ese plato y el uso del adjetivo casero deber¨ªa regularse. ?Para cu¨¢ndo el Ministerio de Consumo va a sacar una normativa sobre esto?
Manuel Vargas Ram¨ªrez. Zaragoza
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