Despu¨¦s del c¨¢ncer
Los lectores escriben sobre el cambio de vida tras un tratamiento oncol¨®gico, la deshumanizaci¨®n de la pol¨ªtica, el cansancio de los profesores y la situaci¨®n de las personas sin hogar
Todas las ma?anas me levanto de la cama, me bebo el caf¨¦ y miro por la ventana intentando descifrar cu¨¢l ser¨¢ mi d¨ªa. Tiempo atr¨¢s, mis d¨ªas se compon¨ªan de pura vida y de much¨ªsimo estr¨¦s debido al trabajo, a los estudios, a mi vida social, incluso al amor... todo lo que una persona joven suele experimentar. Pero una ma?ana me despert¨¦, y mi ma?ana ya no sonaba as¨ª. Me tom¨¦ el caf¨¦, me dirig¨ª al hospital, me pas¨¦ seis horas recibiendo quimioterapia y las restantes postrada en mi cama. Ah¨ª me di cuenta de dos cosas: de que nadie valora la vida y que yo era demasiado joven para tener que valorarla. Por suerte, desde hace un tiempo, mis ma?anas vuelven a sonar como antes, aunque muchos no tienen la misma suerte.
Anna Molina Cuesta. Barcelona
La deshumanizaci¨®n de la pol¨ªtica
Hace meses le¨ª planteamientos futuribles interesantes sobre si las inteligencias artificiales podr¨ªan gobernarnos mediante procedimientos perfectamente racionalizados. Pens¨¦ que un escollo fundamental para que tal sustituci¨®n fuera factible al frente de nuestras sociedades ser¨ªa la dificultad de emular rasgos caracter¨ªsticos inherentes al humano como la sensibilidad, la empat¨ªa o los valores que orientan las ideolog¨ªas y la toma de decisiones frecuentemente m¨¢s justas que l¨®gicas. Iluso de m¨ª. La Comunidad de Madrid, que ya ten¨ªa callo felicitando por carta a familiares de fallecidos detallando bonificaciones fiscales auton¨®micas en el impuesto de sucesiones, acaba de reclamar el coste del cuidado en las residencias de las v¨ªctimas por la covid no hospitalizadas en pandemia. Sin palabras, honestamente.
Daniel Barroso Dom¨ªnguez. Madrid
Una maestra muy cansada
Dedico cerca de ocho horas al d¨ªa a trabajar en una escuela infantil educando, cuidando, queriendo y valorando a todos esos ni?os y ni?as que son el futuro. Cuando llego a casa, dedico gran parte de mi tiempo libre a estudiar y prepararme para una oposici¨®n con la que podr¨¦ obtener una plaza fija. Y cada vez encuentro m¨¢s trabas y m¨¢s problemas. Mientras tanto, voy pensando en el futuro que me espera si no tengo ni un momento para descansar. ?C¨®mo me voy a levantar ma?ana y seguir con mi labor si cada d¨ªa me cuesta m¨¢s? Supongo que el cari?o que transmite el alumnado no siempre compensar¨¢, pero mientras tanto, los maestros seguimos luchando.
Lorena Cruz Ma?anes. Coslada (Madrid)
Mirar hacia otro lado
Desde hace dos a?os, en el trayecto hacia el trabajo, paso delante de una iglesia. En su escalinata duerme un hombre sobre cartones. Se arropa con unas mantas ennegrecidas. A veces est¨¢ levant¨¢ndose, ordenando sus escasas pertenencias como si estuviera en su propia casa. Se trata de una calle muy concurrida, pero todos pasamos sin mirarle como si fuera parte del mobiliario urbano. No s¨¦ si le obviamos porque nos hemos acostumbrado a su presencia o porque, como ocurre con otros muchos problemas, preferimos mirar hacia otro lado.
Dolores Escribano Valero. Valladolid
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