Infancia arrebatada
Los lectores escriben sobre la adicci¨®n de los ni?os a la tecnolog¨ªa, la vacuidad y polarizaci¨®n del debate p¨²blico, el independentismo catal¨¢n, las concesiones a la Iglesia cat¨®lica y el abuso de la palabra ¡°duelo¡±
Era un zoo, y aquel ni?o tendr¨ªa unos dos a?os. Miraba absorto el m¨®vil, pasmado. Cuando el v¨ªdeo de YouTube que estaba viendo paraba, emit¨ªa un llanto de enfado y golpeaba con su mano el carro, para que sus padres le pusieran otro m¨¢s. Ni atisbo de sonrisa, ni siquiera lo que ve¨ªa le divert¨ªa. Vi a un ni?o adicto y roto que avanzaba por el zoo sentado en su carro, al que hab¨ªan adaptado el dichoso m¨®vil. Lo sent¨ª desprotegido y solo. A ese ni?o se le est¨¢ arrebatando la posibilidad de disfrutar de todo lo que le rodea en la vida.
Helena Lubary Amezcua. Valencia
Gestionar lo p¨²blico
En la vor¨¢gine de lo inmediato y del impacto fugaz, parece que nos estamos olvidando de aquello que nos sustenta como sociedad. Ni la sanidad, ni la educaci¨®n, ni la vivienda, ni el empleo son motivo de debate profundo y realista. Contraponer argumentos a base de zascas refleja el enfoque superficial de asuntos que precisan m¨¢s reflexi¨®n. El problema no ser¨¢ probablemente la inteligencia artificial y las nuevas tecnolog¨ªas como herramientas de ayuda, sino que la humana se torne artificiosa, afectada y vacua.
Ram¨®n Puchades Rinc¨®n de Arellano. Valencia
Dividir
El independentismo est¨¢ hundiendo su tierra, esa que dice adorar y que ya ha dividido por defender unos intereses nacionalistas que no apoyan la mayor¨ªa de los catalanes. El sector independentista se est¨¢ comportando como esos ni?os mimados que se creen los amos del mundo porque tienen poder y dinero, pero no la raz¨®n. Estos son quienes siguen solicitando el est¨¦ril refer¨¦ndum que divide, separa y desplaza la convivencia, simplemente porque no tienen un proyecto pol¨ªtico para Catalu?a, y ante la falta de pol¨ªticas serias, integradoras, progresistas y justas para todo el conjunto de la ciudadan¨ªa, siguen con los cantos de sirena y esa matraca que ya no convence ni a sus propios disc¨ªpulos.
Victorio Mart¨ªnez Armero. M¨®stoles (Madrid)
Privilegios anacr¨®nicos
Espa?a es un pa¨ªs laico, y la Iglesia cat¨®lica no deber¨ªa tener ning¨²n privilegio. Por tanto, ha de pagar el IBI, no puede inmatricular ning¨²n edificio, no puede vender un cementerio, ni deber¨ªa estar exenta de pagar cualquier tipo de impuesto. Tampoco puede aceptar terrenos p¨²blicos como regalo, como ambiciona el alcalde de Madrid, dispuesto a regalar espacios, que son de todos, para la construcci¨®n de iglesias cuando los vecinos del barrio necesitan otro tipo de equipamientos.
Julia Peinado Onsurbe. Castell¨®n
No banalicemos el duelo
De unos a?os a esta parte, se utiliza mucho el t¨¦rmino ¡°duelo¡±, llegando a banalizar su connotaci¨®n. Duelo por ruptura de pareja, por trabajo, por amistades, por situaciones so?adas, etc¨¦tera. Desde que falleci¨® mi hermano, me atormenta que se utilice la palabra ¡°duelo¡± para todo esto. Llam¨¦moslo ruptura, p¨¦rdida o cambio, pero no duelo. Porque vivir un duelo por el fallecimiento de un ser querido supone un dolor y un descuadre vital tan inmenso que no se puede comparar; ni siquiera se puede explicar. Lo siento, no me vale.
Clara Mart¨ªnez Rodr¨ªguez. Bustarviejo (Madrid)
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